Premio Nobel de Física
El Premio Nobel es el máximo galardón al que un científico pueda aspirar. Recientemente, en el área de física, fue concedido al británico Roger Penrose, físico matemático, quien descubrió que la formación de agujeros negros es una predicción sólida de la teoría general de la relatividad y recibe por ello la mitad del premio; mientras que el astrofísico alemán Reinhard Genzel junto a la astrónoma estadounidense Andrea Ghez, reciben cada uno un cuarto del premio tras descubrir un objeto compacto supermasivo en el centro de nuestra galaxia.
Un agujero negro puede ser el estado final de una estrella. La estrella puede comprimirse en un volumen ínfimo ejerciendo en su entorno una fuerza de gravedad extrema, tanto así, que ni siquiera la luz puede escapar. La Tierra, por ejemplo, debe comprimirse como un grano de uva para transformarse en un agujero negro. Penrose, fue el primero en demostrar matemáticamente en 1965, a través de un hermoso teorema que lleva su nombre, que un agujero negro es una consecuencia natural de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein. Una consecuencia tan descabellada, que el mismo Einstein pensaba que su existencia era absurda.
Este premio sin duda es un gran incentivo para el estudio de la física gravitacional a nivel teórico, disciplina que recién durante esta última década ha sido considerada en estos premios debido a las observaciones astronómicas que la validan. Por otro lado, Genzel y Ghez, observaron por alrededor de 30 años, las órbitas que describían las estrellas en el centro de nuestra galaxia, las cuales exhiben las características que la relatividad general predice. Dichas observaciones permitieron deducir que, en el centro de nuestra galaxia existe una región que contiene un objeto extremadamente pesado cuya masa es alrededor de 4 millones la masa de nuestro sol. Un agujero negro supermasivo es la única explicación actual para esto.
Tan solo el ejercicio de entender nuestro universo es un acto en sí mismo hermoso, que a veces tiene efectos prácticos pero tal característica no constituye su importancia en absoluto, es más bien una consecuencia derivada de su finalidad primigenia: la búsqueda de la verdad y entendimiento de la naturaleza a través de nuestra querida razón.
Dr. Cristián Erices Académico Esc.Ingeniería, UCEN
Mirar a Noruega
Después de numerosos ensayos de modelos políticos y económicos a lo largo de nuestra historia, muchos de ellos fracasados, el 25 de octubre tenemos la posibilidad de sentar las bases de un nuevo Chile. Con tanta riqueza natural, tanto vínculo con el exterior, tanta capacidad profesional, es la hora que los líderes económicos y políticos dejen de lado sus mezquindades y firmen un compromiso de país moderno y descentralizado y actúen siguiendo otros ejemplos de desarrollo integral.
Un ejemplo, Noruega. Con 6 millones de habitantes después de la II Guerra Mundial quedó en precarias condiciones. Supo organizarse internamente, fijar sus estrategias y trabajar socialmente como un todo orgánico. De características naturales similares a nuestro país, de suyo, hoy es un Estado de Bienestar, con altas tasas de desarrollo, manteniendo una elevada participación del sector público en el control de sus áreas estratégicas. Su ingreso per cápita es de 80.000 dólares. Nosotros 20.000 y mal distribuidos.
¿Podríamos al menos revisar su organización política, social y económica para llegar a situarnos como una Noruega del sur? En una de esas nuestras nuevas generaciones logran vivir en un país más feliz.
Gaspar Millas del Río gasparmdelrio@gmail.com
Plaza Parque Catrico
Como directivo de la Corporación de desarrollo Catrico asumí la responsabilidad de hacer un seguimiento del Parque Lúdico infantil del parque Catrico.
Esta espacio fue concebido como un gran lugar para el desarrollo psicomotor de los niños del sur de Valdivia, habida cuenta que los genios del urbanismo dejaron sin plazas a los barrios pobres del sur de Valdivia. Este espacio tenía un presupuesto de 1.000 millones aproximadamente.
Debido al pésimo trabajo de la consultora supervisada por Serviu, el espacio destinado al parque lúdico se diseñó en un terreno que según el Serviu era de ellos pero que resultó no serlo. Se supone que se redestinó esos recursos para hacer una plaza de igual calidad, con los mismos juegos e igual espacio dentro del Parque Catrico.
Han pasado los meses y vemos con estupor que los juegos no son los mismos y los eligieron constructores sin especialización en infancia y que los más de 600 millones de obras de preparación de terrenos no se sabe si se redestinaron.
En resumen, desapareció la plaza lúdica infantil y no se sabe el destino de más de 600 millones de pesos ahorrados en la preparación del terreno. Por todo lo anterior consulto: ¿quién defiende a los niños del sur de Valdivia de esta desaparición de estos recursos?
¿Dejaremos los valdivianos que les quiten a nuestros niños la mejor plaza de juegos de la ciudad?
Nilo Zúñiga C. Economista nilzuniga@yahoo.com