"Estamos mostrando que, con un buen trabajo, se puede llegar lejos"
BASQUETERO. Asegura que la educación y el deporte pueden marchar de la mano.
En 1985, la Escuela Alemana de Paillaco (particular subvencionada) estaba en quiebra y tenía orden de cierre por insalubre. 35 años después goza de muy buena salud y además de su labor educativa es conocida a nivel regional y nacional como un referente en el básquetbol amateur. Entrega enseñanza a 369 estudiantes damas y varones, desde prebásica hasta octavo año.El líder del proyecto y representante legal de la escuela es el profesor Isaías Eduardo Soto López.
Curiosamente, casi todo el mundo lo conoce como Eduardo. "Si alguien me dice Isaías, puede que sea un cobrador", bromea. Amable y siempre respetuoso en el trato personal, considera que el deporte y la educación pueden marchar de la mano. Tampoco de olvida de los colegas con los cuales ha compartido sala, de quienes trabajan en la Escuela Alemana y del curso A de la promoción 1972 de la Escuela Normal, con quienes se reúne todos los años.
EN TERRENO
¿Cómo fue la "recuperación" de la Escuela Alemana?
-En 1985 tenía 39 alumnos, estaba quebrada y con orden de cierre por insalubre. Fue entonces cuando profesores tomamos el desafío, hasta transformarla en lo que es hoy. Hubo que comprar árboles, traer madera, comprometerse con las autoridades de Salud, nos dieron plazos y construimos de a poco, hasta que logramos eliminar la orden de cierre por insalubre. Fuimos aumentando la matrícula y sin hacer publicidad, porque creemos que es la familia quien debe decidir y definir a dónde va con sus hijos. Si alguien quiere llegar, es bienvenido; pero si alguien quiere irse, no hay problema. Pasamos años muy difíciles, cuando estábamos construyendo y después de decirnos que bueno, el banco nos cerró las puertas. Hace seis años salimos de ese hoyo y hoy, no voy al banco.
Ud. es un hombre plenamente identificado con el básquetbol. ¿A que se debe ese vínculo?
-Es una historia de vida, de mucho esfuerzo. El básquetbol llegó a llenar una necesidad, primero en la Escuela Normal y después en Las Ánimas. Me atrapó y me hizo jugar y estudiar, hasta que comencé a trabajar. El básquetbol y el deporte en general son una lección de vida. Van formando y entregando valores para desenvolverse en la sociedad. A los niños y jóvenes les sirve para ocupar su tiempo libre. El deporte en general le permite al Estado ahorrar mucho dinero en salud. Es como la educación, porque los resultados se ven en el tiempo. Por eso en la escuela privilegiamos el deporte, los juegos, incluso en los recreos tenemos un técnico deportivo, para que los chicos jueguen y entren a clases con otra disposición. En la Escuela Normal era algo así, me crié en ese ambiente, me hizo bien y trato de replicarlo.
¿Cómo irrumpe la Escuela Alemana de Paillaco en el básquetbol?
-Comenzamos con el ex jugador estadounidense Keith Hood. Lo busqué, hasta que lo convencí de que viajara a trabajar a Paillaco. Él es un formador y dejó una muy buena semilla. Trabajó seis años con nosotros. Empezamos a avanzar y aparecieron otras necesidades. Crecimos y llegamos a la Liga Saesa, Femisur, la segunda división de la Liga Nacional de Básquetbol (LNB) y disputamos el ascenso con Puerto Montt, estamos en la Liga Nacional Femenina y llegaron seleccionadas nacionales como Tatiana Gómez, Javiera Novión y Javiera Morales. Estamos mostrando que, con buen trabajo, se puede llegar lejos y eso es un incentivo para otras instituciones.
¿Cómo han afrontado en la escuela este año bajo pandemia?
-Ha sido complejo, porque a ningún profesor nos habían enseñado a trabajar telemáticamente y tuvimos que tratar de entrar a un nuevo sistema. Nunca será lo mismo que una clase sistemática, pero logramos hacer un horario definido de clases durante todas las mañanas, como si los niños estuvieran en el colegio. Tenemos contratadas 17 salas Zoom, cada curso tiene una sala, el profesor llega y hace su clase, luego otro y así durante toda la mañana. Además, los profesores diferenciales, fonoaudiólogo, psicóloga y terapeuta ocupacional tienen una sala en la cual trabajan posterior al horario de clases, con los alumnos que lo requieran.
¿Y el contacto con los padres?
-Las reuniones de apoderados son telemáticas, también la de cursos y del centro general de padres. La escuela ha continuado funcionando en la normalidad de estos momentos. Este viernes (ayer) entregamos el material de la próxima semana. Cada profesor tiene un asistente que se encarga de ese material que los padres llegan a buscar, otros lo bajan de la web y a los que no pueden ir a la escuela, se lo vamos a dejar a sus casas en el bus del colegio, que recorre zonas urbanas y rurales.
Si tuviera que hacer un balance de su vida en general, ¿se considera una persona realizada?
-Absolutamente. La madurez va enseñando qué es lo que uno hizo y qué falta por hacer. He sido una persona siempre presente, ligado a la actividad educativa y al deporte. Tengo claro que los problemas son para solucionarlos y los que no tienen solución, dejarlos de lado para avanzar y no estar sufriendo por algo que no podemos arreglar. Lo que sí, hay que luchar para solucionar las cosas que tienen solución. He realizado hartas cosas durante mi vida, pero creo que aún me queda bastante.