Oportunidad de encuentro
Estamos a muy pocos días del plebiscito constituyente del 25 de octubre y por primera vez nuestro país tiene la oportunidad de avanzar hacia una nueva Constitución redactada con el protagonismo de la ciudadanía, mediante la elección de convencionales que representen la diversidad del pueblo de Chile. Un proceso participativo que nunca se ha llevado adelante en nuestra historia para la redacción de alguna carta magna.
Ya es tiempo de superar los efectos de la Dictadura, que nos heredó una Constitución, donde el rol del Estado queda constreñido a un papel subsidiario.
Somos muchos los que hace años e incluso décadas hemos venido planteando la necesidad de un nuevo pacto social, que se refleje en una Constitución nacida en democracia. Lamentablemente, siempre hubo sectores conservadores que se negaron a perder sus privilegios consagrados en el actual orden constitucional. Hasta que la movilización social lo hizo evidente e insostenible.
La actual Carta Magna no sólo tiene un vicio de origen, sino que también presenta falencias, siendo la principal, las dificultades y trabas que pone al ejercicio del poder soberano por parte de las mayorías que se expresan en las elecciones.
Además, no hay en ella un adecuado lugar para las regiones y se plantea apenas una descentralización administrativa, sin reconocer la posibilidad de generar una nueva institucionalidad menos centralizada, que reconozca un mayor poder a las regiones.
Este 25 de octubre tendremos la oportunidad de construir un proceso constituyente y con él comenzar a sentarnos en una misma mesa, superando nuestras diferencias. Ser parte de esa invitación democrática, a diferencia de lo que ocurrió históricamente en nuestro país, cuando a la mesa se sentaban unos pocos o de lo ocurrido en dictadura, cuando los cambios se hicieron entre cuatro paredes, esta vez el convite es para todos y todas.
Alfonso De Urresti Longton Senador por la Región de Los Ríos
Ciudades más justas
Actualmente nadie habla de las profundas reformas que deben generarse en el ámbito de la gestión local y es que es casi anti ético hablar de las cifras, si se quisiera distribuir el presupuesto municipal por habitante.
Lo anterior, sin duda genera más inequidad, principalmente en territorios que carecen de servicios básicos y esenciales, con municipios que cargan con más atribuciones que recursos y con una mala política de distribución que complejiza el desarrollo.
Es así que los mismos habitantes que viven en Las Condes, gozan de privilegios diferentes a los de una comuna en región, y hace que miles de familias jueguen en una cancha dispareja. Ese paradigma se debe cambiar, con voluntad política y con proyectos que dignifiquen la gestión municipal.
Quizás es momento también de hablar de ciudades más justas, que incluyan proyectos de transformación administrativa y de gestión, poniendo sobre la base de la construcción de los territorios a sus personas y sus necesidades.
Matías Velásquez Concejal La Unión
Protegiendo el patrimonio
A través de los años los funcionarios del Servicio Nacional de Aduanas han venido sumando funciones y roles. Se trata de una tendencia en todos los países donde las Aduanas, agrupadas en la Organización Mundial de Aduanas (OMA), se han convertido en las primeras barreras para evitar ingreso o salida de mercancías ilegales.
Así es como la Aduana chilena, además de controlar y fiscalizar el comercio internacional y proteger a la ciudadanía ante amenazas inminentes por la llegada al país de todo tipo de drogas, medicamentos falsos o cigarrillos de dudosa procedencia, también tiene como deber proteger el patrimonio cultural.
En este ámbito a fines de septiembre entró en vigencia un Memorándum de Entendimiento entre Chile y Estados Unidos para limitar el envío fraudulento de piezas arqueológicas chilenas al mercado estadounidense.
Este documento se suma a un fructífero trabajo que se viene realizando desde hace años en el país entre varias instituciones públicas, lideradas por el Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio y sus unidades especializadas, donde por supuesto participa el Servicio Nacional de Aduanas a lo largo de todo Chile. También somos parte de la Mesa de Trabajo de Lucha contra el Tráfico Ilícito de Bienes Patrimoniales liderada por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Desde 2013 a la fecha esta labor aduanera ha redundado en la realización de 170 procedimientos y la incautación de 1.785 piezas paleontológicas, históricas, arqueológicas y obras de artes. También, gracias a este mismo trabajo, hemos realizado importantes devoluciones de decenas de piezas de incalculable valor a Perú y Bolivia.
Ser garantes del patrimonio cultural es un rol que nos llena de orgullo, por todas las implicancias que tiene, y también nos permite dimensionar lo relevante que es el trabajo de los funcionarios de las Aduanas en todo el mundo, dada la especialización que han ido alcanzando en las diversas áreas que les competen para proteger las fronteras.
José Ignacio Palma Sotomayor Director Nacional de Aduanas