Día de prevención de la diabetes
En medio de la pandemia, este 14 de noviembre pasa un poco inadvertido. Sin embargo su mensaje no se puede olvidar. La fecha fue instaurada en 1991 por la Organización Mundial de la salud (OMS) en homenaje a los descubridores de la insulina Frederick Banting y Charles Best.
No es fácil vivir con diabetes. Dieta, medicamentos, disciplina para la mantención del peso, necesidad de ejercicios, controles médicos periódicos, vencer la tentación de las cosas dulces y del alcohol; manejar el temor a una evolución que comprometa órganos diversos del cuerpo, además de algunas incomodidades de la vida diaria, acompañan a los pacientes de manera permanente. Más aún en tiempos de pandemia, cuando la movilidad está restringida y el acceso a los productos ideales no resulta tan sencilla.
En Chile, esta rutina la viven más de 1,5 millones de personas (www.minsal.cl), cifra que ubica al país entre los de mayor prevalencia en América Latina. En Los Ríos el índice llega a casi un 12% de la población general, pero el riesgo se eleva a 30% con los mayores de 65 años. Es decir hay un importante grupo expuesto a este mal, que es crónico, sin cura hasta ahora; que se expande silenciosamente, con efectos nocivos de largo plazo y que, a pesar de no ser transmisible, se multiplica con los hábitos. Por ello, las familias de los afectados juegan un rol tan importante, de acompañamiento, pero también de prevención. Reflexionar sobre estos temas es la invitación para hoy, cuando se conmemora el Día de la Diabetes. La fecha fue instaurada en 1991 por la Organización Mundial de la salud (OMS) en homenaje a los descubridores de la insulina (Frederick Banting y Charles Best), con la idea de volver la mirada hacia este mal, que afecta a 400 millones de personas a nivel internacional y que cobra la vida de un enfermo cada 8 segundos. Tan letal, o más, que el covid-19.
Este año, el 14 de noviembre pasará con menos atención que en otros. Pero recordarlo es necesario, porque la educación al respecto puede marcar una diferencia. En esa dirección apuntan, por ejemplo, programas como Elige Vivir Sano, pero que solamente funcionan si se crea conciencia y compromiso.
En la región, es particularmente necesario hacer un alto sobre el tema, pues existen factores locales que se debe atender. Uno de ellos, y muy preocupante, es el alto nivel de obesidad que presentan los niños y niñas. Ya en kínder, el 52% marca malnutrición por exceso (junaeb.cl), uno de los mayores riesgos para contraer diabetes en la edad adulta.