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insumos para manualidades, especialmente para tejidos, bordados y bisutería. "Creé la tienda porque desde chica me han gustado las manualidades, pero en Valdivia había poca variedad de productos y muchas veces tenía que encargar a Santiago. Renuncié al trabajo que tenía y quise probar. Me preparé bastante, busqué proveedores e ideas", relató. Gracias a las redes sociales dio a conocer su tienda y, también gracias a ellas, pudo vender al comienzo de la pandemia. "Tuve la tienda cerrada dos meses y para sobrevivir hice delivery. Lo que hice, y sigo haciendo ahora, es subir los productos a las historias destacadas de Instagram. La gente me cuenta lo que quiere a través de mensaje de texto, yo veo si hay disponibilidad, me transfiere y se le despacha el producto", contó. Ahora se encuentra implementando una página web. "La idea es que sea todo automatizado. Que la clienta pueda elegir sola sus productos, ingrese sus datos y que nosotros tengamos que hacer el paquete y enviarlo. Gracias a eso vamos a poder despachar a todo Chile y no solo en Valdivia, como hasta ahora", dijo. Para Twele lo más complejo ha sido alinear el inventario de la página web con el de la tienda, porque lo que se ofrece debe estar disponible. También se ha tenido que dedicar a posicionar su sitio para que la gente la encuentre rápidamente en internet. Actualmente la tienda cuenta con una vendedora y debido a todas las innovaciones se requirió la contratación de otra persona. "Uno como emprendedor hace de todo, ver la parte financiera y administrativa, vender y hacer la página web. El sitio web es como una tienda más, o más de otra tienda. Uno necesita gente para el inventario y hacer los despachos. A pesar de ser online se necesita que haya personas detrás. En este caso la contratación no es un costo, porque esas personas te ayudan a generar más ingresos para pagar su sueldo y crecer", relató. Espera que la web esté funcionando dentro de dos meses. "Me he dado cuenta de que el mismo negocio y lo que va pasando te va indicando qué camino debes seguir", enfatizó.
Propios productos
Además de la digitalización, otros emprendedores han optado por explorar con la elaboración de nuevos productos. Como Mireya Obando, quien es la dueña de Maderas Paillaco, negocio ubicado en calle Gabriela Mistral 324, en Paillaco. Ella siempre había trabajado en una empresa maderera, pero en el año 2004 se independizó y creó su propio negocio en un galpón que instaló en el patio su casa.
Al principio solo se dedicaba a la compra y venta de maderas en bruto y elaborada, luego amplió su giro a la construcción de viviendas sociales y con el tiempo se dio cuenta de que le hacía falta incluir la fabricación de ventanas de aluminio y PVC para ofrecer un servicio más completo. "Era una necesidad porque las ventanas no llegaban a tiempo. Con la pandemia han habido muchos cambios en el rubro y se ha producido una falta de materiales. Hay que estar muy atentos, comprando y haciendo reposición rápida. Por lo mismo ahora preferimos hacer nuestros propios productos, para no depender de otras empresas que tal vez se demoren o no nos puedan cumplir", dijo.
Este año compró las máquinas para hacer las ventanas de PVC, pero le faltaban las que le permitirían fabricar las de aluminio. "Aparecieron los proyectos de Corfo y me gané un capital que me permitió adquirirlas. El apoyo fue súper importante", expresó. Fue una de las ganadoras del programa PAR Impulsa de Fomento Los Ríos. Ahora puede hacer ventanas para instalar en las viviendas sociales que construye y también para vender a los clientes.
60 por ciento de las personas consultadas ha hecho alguna compra online durante la pandemia, según encuestra realizada por Neo Patagonia en Los Ríos.
40 por ciento de las personas encuestadas en la región declaró que dejó de privilegiar las compras presenciales producto de la pandemia por el covid-19.
66 por ciento de las personas que han usado internet para realizar compras durante esta pandemia indicó que lo seguirá haciendo una vez que termine la crisis sanitaria.