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Biden nombró a una mujer y un latino como jefes de inteligencia y seguridad

FUTURO GOBIERNO. El presidente electo de Estados Unidos dio a conocer ayer los nombres de quieres serán sus asesores más importantes en la Casa Blanca: Avril Haines, Alejandro Mayorkas y Antony Blinken, este último secretario de Estado. También destaca John Kerry.
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Se acortan los plazos para que Joe Biden asuma como nuevo presidente de Estados Unidos luego de haber ganado las elecciones del 3 de noviembre ante el actual mandatario, Donald Trump, y se van sucediendo los nombramientos de los funcionarios que acompañarán al futuro residente de la Casa Blanca.

Ayer Biden dio a conocer quiénes encabezarán algunas de las reparticiones más importantes de su gobierno y tal como ocurrió con la elección de su compañera de fórmula para ganar la elección y Kamala Harris se convirtió en la primera mujer vicepresidenta de EE.UU., ahora designó a la primera mujer que ostentará el cargo de directora de Inteligencia Nacional, Avril Haynes, a lo que sumaron los nombramientos del cubano-estadounidense Alejandro Mayorkas como jefe su equipo de seguridad nacional y de Antony Blinken como secretario de Estado.

Así, avanza la conformación del nuevo gobierno, pese a que Trump aún se niega a admitir su derrota, ante lo que 106 exfuncionarios republicanos de seguridad nacional pidieron a su partido que le exijan al presidente que reconozca a Biden como vencedor.

El hombre fuerte

Antony Blinken, anunciado como secretario de Estado, es uno de los asesores más cercanos de Biden y ejerció como "número dos" del Departamento de Estado durante los dos últimos años de la presidencia de Barack Obama, entre 2015 y 2017.

Su selección no es una sorpresa: el suyo era el nombre que sonaba con más fuerza en las quinielas, junto a los de la ex asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca de Obama Susan Rice, y el senador demócrata Chris Coons.

Blinken, que habla un francés fluido y toca la guitarra en sus ratos libres, tendrá la misión de acercar de nuevo el país a sus aliados y foros multilaterales de los que se ha distanciado bajo la Presidencia de Trump.

Si es confirmado por el Senado, tendrá en sus manos la gestión de los planes de Biden de volver a integrar EE.UU. en el Acuerdo de París contra el cambio climático, el acuerdo nuclear con Irán y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Descrito por algunos como un centrista con cierta vena intervencionista, Blinken cree en la acogida de EE.UU. a refugiados, y hace unos meses dijo que, si Biden llegaba al poder, buscaría aumentar la ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador para afrontar las causas de raíz que generan la inmigración ilegal hacia el norte.

Respecto a Europa, Blinken cree que EE.UU. debe reconocer al viejo continente como un aliado "al que acudir como primer recurso, no como el último, a la hora de afrontar retos", dijo en una charla en julio en el centro de estudios Instituto Hudson.

Nacido en La Habana

En un comunicado, Biden aseguró que Mayorkas, quien se desempeñó como subsecretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) entre 2013 y 2016, encabezará esta agencia, que tiene a su cargo asuntos claves como la seguridad fronteriza y la inmigración.

Mayorkas nació en La Habana en 1959 y fue además director de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EE.UU., una de las dependencias que maneja el DHS.

Según el equipo de transición, durante su gestión en el DHS lideró el desarrollo y la implementación del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés), el programa que la Administración de Obama (2009-2017) diseñó para proteger de la deportación a los miles de jóvenes traídos por sus padres indocumentados a Estados Unidos cuando eran niños.

Junto a Mayorkas estará Jake Sullivan, que con sus 43 años se perfila como uno de los asesores de Seguridad Nacional más jóvenes que tenido la Casa Blanca en décadas y ya trabajó como fue subjefe de Gabinete de la exsecretaria de Estado Hillary Clinton

Subdirectora de la CIA

Haines, de 51 años, sirvió en la Administración de Obama como abogada de seguridad nacional y fue subdirectora de la CIA entre 2013 y 2017.

Fue la primera mujer en ocupar ese segundo cargo y durante el tiempo que estuvo en el puesto decidió no aplicar medidas disciplinarias contra el personal de la agencia al que un comité del Senado acusó de haber entrado de manera improcedente en sus computadores.

Nombramientos

Antony Blinken (58): secretario de Estado.

Avril Haines (51): directora de Inteligencia Nacional.

Alejandro Mayorkas (60): jefe de Seguridad Nacional.

John Kerry (76): Consejero presidencial para el cambio climático.

Linda Thomas-Greenfield (68): embajadora ante la ONU.

Jake Sullivan (43): asesor de Seguridad Nacional.

20 de enero de 2020 es la

106 fecha fijada para el cambio de mando presidencial en Estados Unidos.

Nicolas Sarkozy se sentó en el banquillo de los acusados en juicio por corrupción

CASO INÉDITO. El ex presidente francés está imputado por usar tráfico de influencias en favor de un ex juez. Juicio se aplazó hasta el jueves.
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Nicolas Sarkozy escribió este lunes una nueva página de la historia política de Francia al convertirse en el primer ex presidente que se sentó en el banquillo de los acusados, en un juicio que se abrió de forma efímera porque fue aplazado al próximo jueves por la enfermedad de otro acusado.

El retraso momentáneo no evitó ver al hombre que dirigió Francia entre 2007 y 2012 entrar en el Tribunal de Justicia, un hecho inédito, puesto que su antecesor, Jacques Chirac, evitó hacerlo en 2011 por problemas de salud.

Serio, con traje negro y camisa blanca, visiblemente nervioso y con el rostro oculto por una mascarilla, Sarkozy se sentó en una de las tres sillas destinadas a los acusados, junto a su abogado de toda la vida, Thierry Herzog, mientras la tercera banqueta, la del magistrado Gilbert Azibert, estaba vacía.

Los tres están acusados de corrupción y tráfico de influencias y si son declarados culpables pueden ser condenados a un máximo de diez años de prisión y un millón de euros de multa.

El ex juez, de 73 años, alegó problemas cardiacos y respiratorios para no abandonar su domicilio de Burdeos (suroeste de Francia) en la actual situación de crisis sanitaria por la covid-19.

Las acusaciones

Sarkozy, de 65 años y retirado de la primera línea política desde 2016, aunque sigue siendo una voz muy escuchada en el partido conservador Los Republicanos, está acusado de haber prometido actuar para promocionar a Azibert a cambio de que este le ayudara con una de las múltiples investigaciones que la justicia abrió contra él al salir del Elíseo.

El caso por el que está siendo juzgado fue sacado a la luz en el marco de unas escuchas ordenadas por otra investigación, la de la financiación de su campaña de 2007 con dinero del régimen libio de Muamar Gadafi.

Los investigadores interceptaron conversaciones de Sarkzoy y su abogado en las que hablaban de una posible promoción de Azibert, a cambio de que el magistrado interfiriera en otro caso, el supuesto abuso de la debilidad de la anciana heredera del imperio cosmético L'Oréal Liliane Bettencourt.

"Le haré ascender", decía en la conversación Sarkozy en referencia a Azibert, que perseguía un puesto en Mónaco: "Me ocuparé del asunto porque voy a Mónaco y veré al príncipe", agregaba.