Un fenómeno que emocionó a millones y que impulsó otros hábitos tecnológicos
ECLIPSE. La alineación que ayer se dio entre la Luna con el Sol y la Tierra permitió testimoniar la combinación, en pleno Siglo XXI, de tradiciones milenarias junto al uso de la tecnología para interpretar el ocaso en varios países del continente.
Fueron poco más de dos minutos los que le tomó a la Luna alinearse entre la Tierra y el Sol para ofrecerle a chilenos, argentinos, peruanos y bolivianos, en cada uno de sus países, un fenómeno astronómico que emocionó a millones.
Y es que el oscurecimiento total del Sol, que pudo presenciarse en su plenitud en Puerto Saavedra, toda el área sur de La Araucanía y el área norte de la región de Los Ríos, permitió testimoniar in situ como en pleno Siglo XXI las tradiciones ancestrales del pueblo mapuche y la tecnología confluyeron para poder registrar y emocionar por igual.
En una jornada donde la lluvia y nubosidad que antecedieron al fenómeno dieron paso a un cielo prístino, las muestras de respeto ancestrales se evidenciaron con ceremoniales tradicionales, los cuales se combinaron con el uso de lentes especiales, máscaras para soldar, celulares y las infaltables mascarillas para el cuidado de la pandemia, que le dieron el toque moderno a un fenómeno astronómico que es posible contemplar en el mismo lugar cada 375 años aproximadamente, independientemente que estos se registren dos veces al año en el planeta.
Argentina lo disfrutó
No sólo en Chile el fenómeno pudo apreciarse en su plenitud, sino que al otro lado de la cordillera, en ciudades como San Juan, Río Negro y Neuquén, los argentinos dieron testimonio del oscurecimiento total pasadas las 13:00.
Otros países que fueron testigos, como Perú y Bolivia, lo vivieron en forma parcial, pero también marcó la jornada de manera especial.