Noche de Paz
En un pequeño pueblo de Austria, el 24 de diciembre de 1818, el padre José Mohor tenía la misión de preparar un sermón para su próxima misa, pero aconteció una urgencia: por razones espirituales y económicas, se vio en la imperiosa necesidad de visitar a una pobre madre con su hijo. Al ver la escena, digna del pesebre nazareno, se conmovió de tal manera, que lo inspiró, para terminar escribiendo una poesía, para la cual el músico y maestro de escuela Francisco Gruber hizo la música celestial que ha emocionado al mundo cristiano, hasta ahora.
Para entonar la nueva canción se buscó a los cuatro hermanos Strasser, de conocimiento popular, que cantaban como ruiseñores: Carolina, José, Andrea y la pequeña Amalia.
Como anécdota esta canción fue entonada por ingleses y alemanes, en sus respectivos idiomas, en una tregua de Navidad, durante la Primera Guerra Mundial. Estos jóvenes soldados, por un par de minutos, fueron hermanos, terminaron llorando y, lamentablemente, por órdenes superiores, continuaron su fratricida lucha.
Esperemos que durante nuestra noche de Navidad, moros y cristianos, en familia, entonemos todos esta hermosa canción, que nos dará un respiro de humanidad.
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Navidad con sentido
A horas de la Navidad, este año el llamado es a practicar con más fuerza que nunca la solidaridad. Alejados de los eventos masivos de carácter público y privado, debemos sin duda ser empáticos y sentirnos parte de la construcción de nuestras comunidades en donde nos desenvolvemos a diario.
No ha sido un año fácil para nadie, pero créanme que para muchos no sólo ha sido un año, sino que también una vida entera. Para aquellos que en el anonimato intentan subsistir, la pandemia ha sido sólo una carga más de la intensa cruz que han tenido que cargar, muchos con enfermedades, otros sin empleos y unos cuantos más que han visto como las oportunidades se les escapan y han tenido que aprender a reinventarse.
El llamado es a tener una navidad con sentido, con amor, con sentido de humanidad.
Matías Velásquez Concejal m.svelasquezf@gmail.com
Vacuna e inmunidad de rebaño
Durante lo que va del mes de diciembre, distintos laboratorios han dado a conocer cuatro marcas de vacunas, cuya efectividad y rendimientos de producción, han demostrado, científicamente, ser capaces de producir el número de dosis necesario, para generar la inmunidad y ofrecernos la posibilidad de retomar, lentamente, nuestra vida normal. Sin embargo, desde la visión y responsabilidad social que nos corresponde como profesionales de la salud, me atrevo a sostener que lo importante no es la vacuna, por si sola, sino más bien, el proceso completo de vacunación. Uno que debe lograr involucrar a toda la población, tal como indicaría el químico Louis Pasteur "a todo el rebaño". Esto último, puesto que, si un numero importante de la población mundial y nacional no está protegido, la vacuna perderá su eficacia y no se logrará el concepto de Inmunidad Comunitaria.
Los científicos estiman que el porcentaje para el Covid-19 debe ser un 95%. Frente a esto, será imperioso que nos ofrezcamos un acto de compromiso sanitario y promovamos de manera responsable los beneficios de la vacuna. No olvidemos que, desde hace décadas, las vacunas, han constituido nuestra mejor y más concreta arma para salir de las distintas pandemias que han asolado a la humanidad.
Klgo. Gonzalo Pavez Pérez Académico Univ. Andrés Bello
La confianza
Las principales barreras para lograr un debate con altura de miras son el miedo, la ignorancia y la falta de empatía. Y en el mundo empresarial lo sabemos bien. Hemos estado por años trabajando a ritmo propio y se nos ha considerado, en parte, desconectados de la sociedad chilena.
Hoy sabemos más que nunca lo necesario que es el trabajo conjunto para construir un Chile más equitativo, sostenible y permitir la reactivación tras el estallido social y la pandemia. Pero para generar cualquier tipo de diálogo es clave la confianza. ¿Cómo voy a conversar con alguien si no creo lo que me va a decir?, es por esto que los empresarios debemos estar dispuestos a abrir nuestras puertas.
La empresa es un lugar donde todos los días se requieren relaciones humanas de confianza y la búsqueda de esa confianza implica abrirse a la vulnerabilidad, mirarnos a los ojos y conversar entendiendo los problemas de los otros.
Debemos preguntarnos ¿qué miedos tiene el otro?, ¿tendrá razón en sus solicitudes?, ¿desde dónde vienen sus emociones?. Tenemos que estar dispuestos a que nos defrauden, a que se cometan errores, pero siempre considerando como base que todos tienen la intención de hacerlo lo mejor posible, encontrarnos de buena fe. Eso nos permitirá construir un país más empático y dialogante, basado en el respeto.
Pauline Vial Dir. Un Nuevo Equilibrio (UNE)