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esperanza

Hemos comenzado hace unos días un nuevo año. El año recién pasado, sin lugar a dudas ha sido un año muy distinto a lo que estábamos habituados. Pero como en cada cambio de año, existe una sensación de aires nuevos y de esperanzas por el año que comienza. Se abre una "agenda" nueva lista para ser escrita con expectativas, temores e ilusiones.

El año comienza con el Domingo de la manifestación del Señor, llamado "Epifanía", se lee en este domingo el texto de Mateo 2, 1-12, que recuerda aquellos "reyes magos" que vienen de oriente, siguiendo una estrella, para conocer el lugar donde ha nacido el Mesías esperado, el rey de Israel. Les parece que lo lógico es ir donde el rey que reinaba en Jerusalén: Herodes, éste preocupado hace llamar a sus "sabios" para saber donde debía nacer el Mesías, y estos citando al profetas Miqueas, le dicen que Belén es el lugar donde debe nacer el Mesías. Los Magos de oriente parten, entonces, hacia Belén y encuentran el pesebre con Jesús niño, y le ofrecen sus regalos: incienso, oro y mirra.

Es interesante resaltar los contrapuntos. Dos reyes, uno en Jerusalén, en un Palacio, pero que era considerado un impostor, un falso rey; el otro, en Belén, en un pesebre, que no sólo es rey, sino que el Mesías, el Hijo de Dios Salvador. Así también encontramos dos tipos de sabios: unos, escribas y sumos sacerdotes, expertos en la Ley, que saben con exactitud donde nacerá el Mesías, pero que sin embargo no se mueven para ir al encuentro del Mesías; por otro lado, los "magos" de oriente, sabios, que caminan hacia Belén siguiendo una estrella, en busca de la fuente de la verdadera sabiduría: Jesús el Hijo de Dios.

Flora María Painequeo Ancahuail: La partida de una mujer valiente y una matriarca a la antigua

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"Mama Flora", como la llamaban con cariño en su entorno familiar, fue una matriarca a la antigua, que tras quedar viuda muy joven crió cuatro hijos y se transformó en la inspiración para el desarrollo de la carrera política de su hija Ramona Reyes, quien recientemente cumplió 12 años como alcaldesa de Paillaco.

A los 76 años de edad y rodeada del cariños de sus seres queridos, falleció Flora María Painequeo Ancahuail, a consecuencia de enfermedades que en los últimos años diezmaron su fortaleza.

Nació en el sector rural de Hueima, al interior de la comuna de Lanco, donde creció bajo las tradiciones del pueblo mapuche, conocimientos y orgullo que traspasó a sus hijos y nietos. Se casó con José Reyes, con quien llegó a vivir a Valdivia a fines de la década de los '60, buscando educación y oportunidades de un futuro mejor para Ramona, Pilar, Humberto y José.

Quienes la conocieron de cerca, aseguran que su carácter fuerte y convicciones le permitieron vencer la pobreza material y salir adelante junto a sus cuatro hijos cuando quedó viuda a mediados de los '90.

Era una mujer alegre, amante de la música mexicana, optimista y, por sobre todo, era mujer de una voluntad a toda prueba, lo que demostró liderando la primera junta de vecinos de la población Yáñez Zabala y, ya en la adultez, como presidenta del Club de Adulto Mayor Esperanza Joven, organización a la que asistió hasta cuando sus fuerzas se lo permitieron.

Su hija Ramona Reyes asegura con orgullo que su carrera política se la debe a ella, quien la incentivó a trabajar por dar mejores oportunidades de vida a las personas más vulnerables -principalmente mujeres, niños, adultos mayores y mapuche- y además, le colaboró cuidando a sus tres hijos.

La familia agradece a todos quienes hicieron llegar de diversas formas sus muestras de cariño y condolencias. "Honraremos su legado de amor, bondad, lealtad, justicia, respeto, rebeldía, esfuerzo, y lo más importante, el cuidado de su familia".

Flora María Painequeo Ancahuail se marchó de la vida terrenal el 23 de diciembre y su cuerpo descansa junto al de su marido en el Cementerio Municipal Nº1 de Valdivia.

76 años tenía "Mamá Flora" al momento de su deceso. Fue dos días antes de la Navidad, siempre rodeada del cariño de sus hijos y nietos, sus seres más queridos.