Personas en situación de calle
Albergues y apoyo han permitido que la pandemia no golpee con tanta fuerza a un grupo de extrema indigencia en Los Ríos. En Los Ríos hay 332 casos catastrados. Una cifra alta, si se considera que 2011 se hablaba de 99 personas. Además, se estima que el 22% de ellos son menores de 18 años.
Una de las medidas tomadas para enfrentar la pandemia ha sido abrir albergues para personas que viven en situación de calle. Funcionan desde el año pasado y seguirán con su labor hasta marzo, o quizás más adelante, dependiendo de la evolución de la crisis sanitaria.
En total son 32 en Chile. Dos de ellos funcionan en Valdivia. Reciben usuarios que llegan de manera voluntaria y en ellos pueden encontrar hospedaje, alimentación, ropa limpia y condiciones básicas de autocuidado, considerando la particular realidad de ese grupo, cruzada por el consumo abusivo de alcohol y drogas; la pérdida de vínculos familiares y la desconexión con todo tipo de beneficios sociales.
De acuerdo a datos del ministerio de Desarrollo Social y de estudios del Hogar de Cristo, en Chile viven 18 mil personas en las vías públicas; la mayoría son hombres, su promedio de edad es de 44 años y la permanencia en esta situación se extiende, en gran parte de los casos, por 5,8 años o más.
Las razones por las cuales llegan a este nivel de vulnerabilidad son múltiples, pero hay factores comunes: baja trayectoria laboral, rupturas familiares, adicciones, historia de pobreza y maltrato, abandono, distancia con redes de apoyo, problemas de salud física y mental.
En Los Ríos son 332 los casos catastrados. Una cifra alta, si se considera que 2011 se hablaba de 99 personas. Sus características generales son similares a las descritas; aunque hay un dato preocupante: a nivel local se estima que un 22% son menores de 18 años.
Considerando estos antecedentes, claramente las medidas sanitarias de albergues permanentes son una acción positiva. Y no sólo por la ayuda frente al covid-19, sino porque esta estrategia puede reforzar el "housing first" o "vivienda primero", un enfoque internacional que ha demostrado buenos resultados en reducir esta indigencia extrema, al ofrecer un lugar fijo para residir de manera transitoria, con ayuda de grupos interdisciplinarios, principalmente en el tratamiento de adicciones. El gobierno comenzó esta idea en 2019 en la Región Metropolitana (15 casas) y Bío Bío (12), pero aún no en otras zona. Tal vez esta experiencia de acogida, nacida desde una emergencia, pueda proyectar soluciones de más largo plazo.