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Enseñar con Autoridad

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El evangelio de la liturgia de este domingo nos narra el inicio del Ministerio de Jesús (Mc 1,21-28), en una jornada en Cafarnaúm. Esta evangelización realizada por Jesús se da en dos momentos: la predicación de la Palabra, enseñada con autoridad, y después la acción manifestada en el exorcismo de un espíritu impuro, que tenía dominado a un hombre. Estos dos momentos son complementarios entre sí. El anuncio, la predicación de la palabra hecha por Jesús, es acompañada con obras, con el exorcismo del espíritu inmundo, es la acción que da testimonio de la palabra del Señor.

Ambas están íntimamente unidas, en un término que aparece en dos oportunidades en el texto del evangelio de este domingo: autoridad. La gente estaba asombrada porque Jesús enseñaba con autoridad y no como los escribas que les enseñaban habitualmente.

Asimismo, después de la liberación del hombre del espíritu impuro que lo atormentaba, también la reacción de los presentes es de asombro por la autoridad con la que expulsa a los demonios.

La actitud de oración a la que somos invitados es la del asombro que tuvieron los contemporáneos de Jesús: "¿Qué es esto? Enseña de una manera nueva, llena de autoridad; da órdenes a los espíritus inmundos y éstos le obedecen".

Este temor sagrado, el llamado Temor de Dios, que no es miedo, es una actitud de estupor, piedad, veneración y adoración ante el misterio divino manifestado en la palabra y la obra de Jesús.

Que podamos nosotros tener esta capacidad de asombro ante las cosas, el amor, la naturaleza, el dolor y la alegría, y así poder encontrar a Dios, y entrar en contacto con Él, en nuestra oración contemplativa. Buen domingo.

Osvaldo De la Cruz Soto Rivas: Un futronino de esfuerzo y trabajo

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El pasado domingo 10 de enero se marchó para siempre el conocido vecino futronino Osvaldo De la Cruz Soto Rivas, a la edad de 84 años. Nacido en Lago Ranco el 19 de febrero de 1936, fue hijo de Ramón Soto Soto y Mercedes Rivas Alarcón, quienes además fueron padres de Carmen, Juan, Ramón, Rosario y Lency. Desde los nueve años de edad, don Osvaldo Soto Rivas se insertó en el mundo del trabajo, primero ayudando cotidianamente a su padre, quien era obrero forestal durante el auge de las faenas madereras en los alrededores del lago Ranco, entre 1945 y 1960. Autodidacta por naturaleza, Don Osvaldo llegó a ser corresponsal para su comuna de los periódicos El Correo de Valdivia, El Diario Austral de Valdivia y La Tercera. Paralelamente, desarrolló una intensa y prolongada vida gremial y comunitaria, con especial énfasis en el ámbito del comercio. Don Osvaldo fue uno de los socios fundadores de la Segunda Compañía de Bomberos de Futrono, durante muchos años presidente de su querido club Audax, también fue presidente de la Cámara de Comercio de su comuna y además integrante de la confederación a nivel nacional, además de presidente del gremio de los camioneros de la comuna de Futrono. Casado en el año 1963 con María Elisa Monsalve Montecinos, fueron padres de Osvaldo Javier y Paola Angelina; y abuelos de tres nietos: Alejandra, Ignacio y Joaquín. A dos semanas de su partida, su hijo Osvaldo Javier lo recuerda como "un padre muy activo, siempre preocupado de su familia y un esposo afectuoso. Fue un emprendedor que se desarrolló en torno al rubro de la madera, actividad que ocupó gran parte de su vida. También se dedicó a las áreas del comercio y el transporte, siempre fue independiente en el aspecto laboral y estuvo preocupado de establecer un patrimonio material para dejar a sus descendientes, para que tengan mayor seguridad en las actividades que emprendan". El cuerpo de Osvaldo De la Cruz Soto Rivas descansa en el Cementerio Municipal de Futrono.

19 de febrero de 1936 nació Osvaldo Soto Rivas, en Lago Ranco. Fue un conocido y activo vecino de la comuna de Futrono, donde incursionó en el comercio.

Sara Muñoz Le Bretón: Valdiviana de gran amor por su familia

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Sara Muñoz Le Bretón se marchó a los 86 años de edad, el sábado 16 de enero de este año, dejando entre sus hijos, nietos y bisnietos un legado de amor, respeto y preocupación por la familia que marcaron gran parte de su existencia. Nació el 22 de junio de 1934 en Valdivia y fue hija única del matrimonio formado por Abilio Muñoz Vargas y Yolanda Le Bretón Osses. La infancia y juventud de Sara Muñoz Le Bretón se desarrolló en los Barrios Bajos, ya que su familia vivía en el sector del Torreón de Los Canelos y el muelle La Peña. Estudió en el Colegio María Auxiliadora y luego en el Instituto Comercial. Además estuvo ligada al básquetbol valdiviano y durante su infancia y juventud formó parte de varias selecciones femeninas locales. También, durante su juventud trabajó junto a su padre en funciones administrativas para una cortaduría de leña y una lancha que hacía viajes hacia Niebla y Corral, ambos emprendimientos familiares. El 13 de febrero de 1959 se casó con Rodolfo Provoste Salgado y de dicha unión nacieron cuatro hijos: Rodolfo, Mauricio, Alejandro y Rosita. A la descendencia se sumaron ocho nietos (Nataly, Diego, Nicolle, Mirta, Andrés, Rocío, Daniela, Matías, Javiera y Gabriel) y ocho bisnietos: Adriel, Domingo, León, Catalina, Olivia, Antonia, Mayte, Agustín e Isabella). "Fue una madre muy activa y participativa en los colegios donde estudiamos, siendo parte de directivas de cursos y centro general de padres en la Escuela N° 1 y el Liceo Industrial", recuerda su hijo Rodolfo. Doña Sara era de un carácter "muy afable, querendona especialmente de sus nietos y regalona. A nuestro padre le tocó continuar el ritmo de vida que ella heredó de su padre y hasta que falleció, en 2012, siempre estuvo pendiente de ella y de que nada le faltara. Era una madre a la antigua, estricta, preocupada de la disciplina de sus hijos y de que cada uno de ellos cumpliera con sus responsabilidades familiares y del hogar. Se hacía respetar y gracias a esa enseñanza, los cuatro hermanos sabemos desenvolvernos en el hogar y en la vida", agrega. El cuerpo de Sara Muñoz Le Bretón descansa en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia.

22 de junio de 1934 nació Sara Muñoz Le Bretón, quien se caracterizó por ser una hija, esposa, madre, abuela y bisabuela siempre preocupada por su grupo familiar.