Con la comuna de Corral en Fase 2 y Valdivia en cuarentena por coronavirus; los aniversarios de ambas han pasado a segundo plano. Se entiende. Las urgencias son otras. De todas maneras es positivo recordar. La celebración de Corral fue el pasado miércoles y conmemoró 201 años de la incorporación de esta zona -una de las últimas en manos de la corona- a la naciente República de Chile.

Esa "toma" fue el 3 y 4 de febrero de 1820, encabezada por Lord Thomas Cochrane, Jorge Beauchef y Guillermo Miller. Pocas horas después, Cochrane ocupó Valdivia. Subió desde el actual muelle Schuster hacia la plaza por la calle que hoy se llama "Libertad". Organizó un gobierno civil y Jorge Beauchef se quedó al mando, como primer gobernador, hasta 1822.

Además de este hecho, la capital regional tiene otro hito: mañana (9) se cumplen 469 años desde la llega de los conquistadores españoles y su "fundación" como parte del Virreinato del Perú, en 1552, bajo el nombre de "Santa María la Blanca de Valdivia", sobre el territorio originario de Ainil. Desde entonces, se convirtió en un punto estratégico del avance realista hacia el sur. Tanto, que en marzo de 1554 el emperador Carlos V le concedió el título de "Ciudad muy noble y muy leal", además de la bandera que la identifica hasta hoy.

El devenir valdiviano posterior tiene marcas importantes. En líneas demasiado gruesas (hasta injustas quizás) pueden resumirse en: destrucción en 1599; colonización holandesa en 1643; refundación y fortificación desde 1645; traspaso a la Capitanía de Chile en 1740; letargo desde 1820; inmigración alemana desde 1848; terremoto en 1960; cabeza de la nueva región de Los Ríos en 2007. La mejor ciudad de Chile para vivir, en 2020.

Mirar esos datos, aunque en extremo resumidos, permite apreciar un hermoso y continuo espíritu de esperanza en la historia local.

Por lo mismo, en este febrero de 2021, las ceremonias no sobran. Ya se efectuó una con autoridades de la Armada en el fuerte San Sebastián de la Cruz de Corral; mientras que en Valdivia debiera realizarse otra mañana, sin público, pero sí con respeto a una tradición que habla de resiliencia; algo que hoy, en tiempos de pandemia, se requiere especialmente.

Por fin la tan ansiada vacuna ha llegado a Chile y el esfuerzo estoico de los trabajadores de la salud, que se mantiene sostenido para controlar la pandemia, ahora suma este trabajo extraordinario de vacunar masivamente a la población de nuestro país en el menor tiempo posible.

La llegada de la Vacuna Sinovac, que es similar en su tecnología y comportamiento a las vacunas contra la influenza, es un hito importante que nos permite augurar "el inicio del fin" de esta pandemia. Los buenos resultados de los estrictos ensayos de la vacuna en sus distintas fases y en diversos países, permiten sostener que su aplicación no solamente es el camino más rápido para cerrarle la puerta al contagio, sino que además es indispensable que la ciudadanía lo asuma como un deber para protegerse a sí mismos y a sus familias. No obstante, es lamentable ver que a través de las redes sociales se publiquen memes, comentarios o chistes que advierten eventuales peligros o consecuencias desastrosas que pudieran tener las vacunas, lo que no solamente es ignorante, sino que se contrapone peligrosamente a lo que la comunidad tiene que hacer.

La vacuna está ampliamente probada en su origen por organismos internacionales y por nuestro propio Instituto de Salud Pública, que tiene fama y tradición de alta calidad y pulcritud en lo que prueba y ensaya. Por ello, hago un ferviente y claro llamado a la comunidad a no hacer caso de fake news que los atemorizan y con ello, evitar la colocación de este salvavidas que es la única fórmula efectiva junto con las medidas de autocuidado, como el distanciamiento social, uso de mascarilla y lavado de manos, para terminar con este flagelo sanitario y económico.

El país y el mundo ya no aguantan más de tener a una ciudadanía cautiva en cuarentenas, las economías están al borde un colapso mayor de lo que ha sido el cierre silencioso y progresivo de miles de micro, pequeñas y medianas empresas familiares, con las consiguientes pérdidas de empleos que serán difíciles de recuperar en corto plazo

La vacuna es la tabla de salvación que tenemos, y es por esta razón invito a la comunidad a asumir su responsabilidad propia, familiar y ciudadana, y llegar ordenadamente al lugar donde se nos indique para recibirla.

Muy bien ministro Paris y mi estimada amiga la Dra. Jeanette Dabanch, directora de Enfermedades Emergentes de la SChI y a cargo del Plan de Vacunación. A vacunarse todas y todos en orden y confianza!!

Iván Flores García

Diputado