Educación ambiental
La pandemia nos ha dejado frente al espejo de nuestras vulnerabilidades, miedos y debilidades, y nos ha mostrado cómo el mundo que nos rodea puede reaccionar a nuestra falta de prevención y mirada de futuro. Hoy más que nunca, la nueva realidad nos llama a repensar lo que hemos construido y el mundo de la educación, y en particular, el de la educación ambiental, se transforma en un objetivo esencial para ayudar a evitar nuevas crisis. En este escenario, es necesario abordar el cuidado del medioambiente con la responsabilidad y urgencia que el planeta requiere. La pandemia, el calentamiento global y todos los efectos del cambio climático, nos obligan a reforzar los esfuerzos para revertir nuestros hábitos que causan daño a los ecosistemas.
Urge generar entre todos, un cambio cultural en materia medioambiental, donde la protección y cuidado del medioambiente sea relevante, inculcándolo desde la primera infancia, en niños y jóvenes. Sabemos que, sensibilizando, educando y promoviendo incluso con pequeñas acciones y cambios conductuales, podemos generar esta conciencia y compromiso con la tierra que habitamos, desde las aulas, y hoy desde la educación en línea.
Aquí las fundaciones dedicadas a este tema cumplen un rol pionero, pero debemos incentivar también a las empresas, a proteger nuestro entorno en peligro, desde su mandato corporativo. En este desafío, la Educación Ambiental es un gran instrumento de gestión para la formación de una ciudadanía crítica y comprometida en el sueño de un país sostenible. Que la pandemia no sea un obstáculo para la instalación de un trabajo en sinergia, para la formación de una conciencia ambiental del cuidado del medioambiente, como proceso continuo en el tiempo, enfocado a formar valores con el fin de cuidar y proteger el entorno natural para el uso sustentable de nuestros recursos naturales.
Margarita Ducci Directora Ejecutiva Pacto Global Chile, ONU
Teletrabajo y Constitución
El último estudio de Tren Digital sobre Teletrabajo en pandemia, más de un 85% de los encuestados señala que su trabajo se puede hacer de manera remota. Sin embargo, más de un 73% asegura no tener la capacidad de desconectarse mentalmente de sus temas laborales.
Es en este punto donde debemos escuchar y ver qué haremos con una apresurada ley que se aprobó en tiempos de crisis. Porque lo que sí sabemos es que los colaboradores tienen la mejor disposición para cumplir los objetivos de la empresa, pero aún no tenemos claro cómo será modificada.
Desde ya hacemos un llamado a los futuros constituyentes a considerar como esencial abrir un espacio de reflexión para que en la nueva carta magna los deberes y derechos del teletrabajador sean claros y seguros, para así no continuar sobre exigiendo a quienes son la esencia de nuestras organizaciones.
Francisca Fuensalida Directora Teletrabajo 2020
Constitución mínima
Un elemento sumamente relevante es que la Constitución no debe establecer ideologías políticas particulares, ni un programa de gobierno determinado, sólo debe circunscribirse en torno a mínimos comunes o las reglas básicas (derechos y libertades fundamentales, y un sistema de pesos y contrapesos institucionales que hagan posible una convivencia pacífica y democrática), y lo demás deberá ser desarrollado a través de leyes, y políticas públicas principalmente.
Una Constitución con mucho detalle siempre habrá que actualizarla, y ello hace que pierda su estabilidad (certeza jurídica), que es uno de los atributos más esenciales de ella. Ejemplo es la Constitución Federal de Brasil de 1988, que es extensa y contempla todo su derecho tributario y obliga a cambiarla cada vez que se revisa un tributo.
La pregunta es ¿qué tipo de Constitución queremos en Chile?
Alejandra Westermayer Fuentes alejandrawestermayer@gmail.com
¿Es el Chile que queremos?
Tengo una profunda tristeza por los hechos ocurridos en Panguipulli con la terrible muerte de un joven malabarista. Este trágico y 100% evitable hecho, sumado al repudiable acto de incendio de la Municipalidad, nos obliga a reflexionar sobre el país que queremos. Y, lamentablemente, veo uno polarizado.
Estamos adportas de un proceso histórico de reconstrucción social de Chile a través de una Nueva Constitución por lo que las bases para sentarnos a dialogar sobre el futuro de nuestro país deben ser sólidas.
Es hora de escuchar a la ciudadanía, de dialogar en base al respeto, la tolerancia y por sobre todo repudiar la violencia en todos los sentidos.Tenemos heridas emocionales como sociedad que deben sanar a través de la unidad y justicia.
Espero que las investigaciones esclarezcan este trágico acontecimiento y en algo entrega paz a la familia de este joven artista callejero. Así también que se haga justicia con quienes destruyeron totalmente infraestructuras tan importantes para las familias de Panguipulli.
María Angélica Fernández G. kukyfernandezg@gmail.com