Un 43% de las personas que pidió el dinero del 10% de sus fondos de AFP en el primer proceso de retiro, señaló haberlos utilizado. De ese total, el 58% destinó los fondos a pagar deudas. De acuerdo a un estudio de Plaza Pública-Cadem, un 25% saldó créditos de consumo, hipotecarios, avances en efectivo u otros; otro 20%, puso al día cuentas de servicios básicos y un 13% canceló montos pendientes en educación o salud.

Esta actitud de "ponerse al día" explicaría por qué a fines del año pasado se marcaron tasas de morosidad históricamente bajas; algo que también refleja el XXXI Informe de Deuda Morosa, realizado por la Universidad San Sebastián a través de su carrera de Ingeniería Comercial, con datos de la empresa Equifax Map City. Ese estudio fue dado a conocer hace pocos días y señala que, a nivel nacional, en diciembre de 2020 había casi 400 mil morosos menos que en el mismo mes de 2019. Esto, a pesar de que las tasas de desempleo aumentaron.

En Los Ríos, por ejemplo, las personas sin trabajo subieron de 5,4% a 8,7%; mientras que la cantidad de mayores de 18 años con deudas morosas bajó de 105 mil personas (2019) a 92 mil (2020). Además, si bien el monto de los pendientes creció levemente, la región se mantiene al final de la tabla: en promedio un habitante local con más de una cuita sin pagar en retail, banca u otros, adeuda $1.462.000; mientras que uno de La Araucanía marca $1.490.000 y uno de Los Lagos, $1.512.000. Antofagasta lidera la lista con $2. 800.000.

Este análisis mostraría algún vínculo con el primer retiro desde las AFP. Sobre el segundo, aún no hay cifras, pero todo indica que fue destinado más a gastos que a pagos. Recordemos que fue aprobado cerca de Navidad y eso influye.

A nivel local, sin embargo, algunos datos preocupan: casi un 36% de los habitantes de La Unión y un 33% de los valdivianos registra montos que no puede saldar y un 17% de las personas mayores de 60 años de edad, también. Este último grupo, además, no contaría con más alternativas para enfrentar estas situaciones. El estudio permite visibilizar tales situaciones y, posiblemente, focalizar beneficios y decisiones hacia quienes más requieren de apoyo en pandemia.

Los jóvenes conocieron sus puntajes en la Prueba de Transición Universitaria (PDT), lo cual es un hito en sus vidas, en donde las posibilidades se multiplican y en donde los sueños y la esperanza afloran. Sea cual fuera ese nuevo camino de cada uno, lo principal es no dejar de saber que el desarrollo humano se puede alcanzar en los variados escenarios de la vida. Y si esto es así, entonces qué es lo hará la diferencia para la anhelada realización, sin duda valores y cómo nos relacionamos con otros.

En este sentido, quiero destacar a los jóvenes que en este verano han entregado parte de su tiempo colocándose en el lugar de los demás, en el caso de los estudiantes de la U. San Sebastián, compartiendo a través de talleres y dejando de lado la idea -individualista- que no se puede ayudar por cuidarse.

Primero fueron voluntariados online, y ahora -como complemento- estudiantes de distintas carreras se unieron para ir más allá y generar productos que sean de utilidad para la comunidad, con lo cual desde sus respectivas casas hicieron huertos verticales que fueron donados a los hogares de menores Principito Los Ríos y de adultos mayores San Antonio. Fue gratificante ver cómo se organizaron, donde unos cortaron y clavaron la madera para que otros sebastianos -luego de ser trasladado el material a sus domicilios y tomando todos los resguardos sanitarios- las pintaran y adornaran con hierbas. Esto nos llena de orgullo y da un ejemplo que con pequeñas acciones se puede incidir positivamente en nuestro entorno. Además, hubo una mayor interacción entre ellos, destacando la alegría y participación, con quienes hicimos actividades en conjunto con sentido social que contribuyeron a generar vida universitaria.

Esta mirada solidaria, que sustenta otros principios, es coherente al proyecto de la Universidad, donde los estudiantes son el centro, sabiendo que se debe entregar una formación integral y en donde ahí nos respalda la Escuela de Liderazgo USS con cursos de formación, porque no se trata sólo de estudiar una carrera, hoy priman -junto con el conocimiento- las habilidades blandas.

Un dato significativo es que los jóvenes que ingresan a la USS, en un 25% optan por inscribirse en los voluntariados, por lo que esperamos recibirlos con los brazos abiertos esta primera quincena de marzo a todos quienes deseen participar, especialmente los para novatos.

Roberto Buchhorst Vargas Director de Asuntos Estudiantiles U. San Sebastián sede Valdivia