"Soy dirigente social porque tengo liderazgo y vocación de servicio..."
RECONOCIMIENTO. Durante la ceremonia aniversario de los 469 años de la fundación de Valdivia fue premiado por su trayectoria dirigencial.
CCuando terminó la educación primaria, sus padres le plantearon que decidiera entre seguir estudiando o entrar al mundo del trabajo. El entonces adolescente Tito Alarcón Núñez no tuvo dudas y eligió trabajar. Su educación formal la completaría como adulto. Ese contacto inicial con el ambiente laboral más una temprana experiencia como dirigente estudiantil y la capitanía de equipos de fútbol del club Las Ánimas fueron forjando al futuro dirigente social. "Desde joven estuve en la dirigencia y liderazgo", asegura quien ya como adulto fue secretario del sindicato de mueblistas de Valdivia y de la CUT (entonces Central Única de Trabajadores) entre 1970 y 1973.
El pasado 9 de febrero y a sus 83 años de edad, la municipalidad premió a Tito Alarcón Núñez como el dirigente vecinal más antiguo de Valdivia, durante la celebración del aniversario N° 469 de fundación de la ciudad. Hace 30 años se integró al trabajo de la Unidad Vecinal Fernando Santiván, en el sector donde creció y plantó raíces: el antiguo barrio de El Pantano. "Y claro que era un pantano en su parte baja. Cuando salíamos a fiestas teníamos que llevar dos pares de zapatos: en una bolsita los zapatos bailarines... era todo campo, el hospital fue construído apartado de la ciudad y una entretención de niño era ir a ver aterrizar y despegar a los aviones, en una cancha de aviación que estaba en lo que hoy es Tornagaleones y Avenida Italia", recuerda.
Ud. es un hombre identificado con la mueblería......
-Al salir de la escuela a buscar trabajo, llegué a un local llamado Muebles Valdivia, que estaba en Aníbal Pinto, donde su dueño me dio trabajo y comencé como ayudante de los maestros. Me tocó un señor que hacía somieres y en ese local empecé a aprender el oficio. De ahí me tocó el servicio militar y después trabajé durante 22 años en Muebles Volgger, en Las Ánimas, hasta que en los años '80 me independicé y sigo trabajando en mi taller. En ese tiempo conocí al empresario Federico Benjamín, le hice todos los muebles que necesitaba y me afirmé económicamente. También hice los muebles para la Catedral y para dos hogares de la Universidad Austral.
EL DIRIGENTE
¿Cómo se vinculó a la dirigencia vecinal?
-Por 1990 llegué a la junta de vecinos, invitado por un ex presidente, Erwin Martínez. Iba a reuniones, no había secretario y me eligieron para el puesto. Recuerdo que había una sede social insalubre y abandonada, pero empezamos a trabajar. Fui secretario durante dos periodos y después me eligieron presidente, hasta el día de hoy.
¿Cómo ha sido esa experiencia?
-Muy buena, porque creo que tengo vocación de servicio para tratar de arreglar los problemas de la gente a través del diálogo. Siempre he sido así. En nuestra sede, en tiempos normales se reunían dos grupos de adultos mayores y nunca hemos tenido algún problema con ellos. Hoy sigo trabajando porque tenemos necesidades, como el alcantarillado. Es un problema grande que aún no tiene solución para nuestro territorio jurisdiccional, que comprende desde Baquedano, Aníbal Pinto, Toribio Medina, 22 de Mayo y Bueras hasta Emilio Cocq. En el libro de socios hay 530 inscritos, pero hace unos años la municipalidad hizo una encuesta y en este sector vivíamos aproximadamente 7.500 personas.
Qué desafíos mantienen como junta de vecinos?
-Nuestro objetivo principal es solucionar el problema de 130 familias y viviendas que aún no tienen alcantarillado. Hace 10 días conversamos con la gente del Serviu, precisamente para ver este tema y el de las aguas secundarias que provocan inundaciones. La verdad es que pasan los años y no hay solución, pese a que se hizo la canalización de las aguas. Nos dijeron que en enero se llamaría a licitación para instalar el alcantarillado, pero seguimos sin novedades. Es un problema que quiero dejar solucionado mientras sea dirigente.
A propósito, ¿hay interés de sus vecinos por ser dirigentes?
-Con el paso de los años, el barrio envejeció y nadie quiere ser dirigente. En reuniones he planteado que le puedo ayudar a quien asuma, pero no hay caso. Lo ideal es que aparezcan caras nuevas. Las puertas de nuestra junta de vecinos y de la sede están abiertas para quien las necesite.
"Nuestro objetivo principal es solucionar el problema de 130 familias y viviendas que aún no tienen alcantarillado".
Tito Alarcón Núñez, Dirigente vecinal