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Edith del Pilar Espinoza Espinoza: Entregada por completo a su familia

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El domingo 31 de enero, justo cuando finalizaba el primer mes del año 2021, se apagó la llama de la existencia de Edith del Pilar Espinoza Espinoza, cuando hacía poco había cumplido los 63 años de edad. Nació el 19 de diciembre de 1957 y fue hija de Osvaldo Espinoza Sáez y Blanca Espinoza Roa, quienes también fueron padres de otros cinco hijos. Edith del Pilar Espinoza Espinoza realizó sus estudios básicos en la Escuela España de Valdivia y los secundarios en el Liceo de Niñas, actual Liceo Santa María la Blanca. Contrajo matrimonio con Víctor Hugo Carvajal Rosas y de dicha unión nacieron sus hijos Claudio, Tania y Carlos Carvajal Espinoza, mientras que de la relación de su hijo mayor Claudio con Andrea Ríos Ulloa, nacieron sus momentos de luz y amor infinito por sus nietos Vicente y Mathilda, quienes prolongaron la descendencia familiar y a quienes entregó parte del amor infinito hacia los suyos. La vida laboral de Edith del Pilar Espinoza Espinoza comenzó muy joven en el desaparecido Supermercado Las Brisas, que se ubicaba frente a la Plaza de la República. Posteriormente ejerció funciones laborales en las empresas Bomasil, Viento Sur, Isapre Consalud, Mas Vida y Habitat. Hasta hace poco, se desempeñaba como ejecutiva de ventas en Empresa Natura. Destacó por su interés y participación activa en el básquetbol en el club deportivo Las Ánimas. A dos semanas de su partida, su familia la recuerda como una mujer de innumerables "virtudes y cualidades humanas que entregó a su esposo, hijos, nietos familiares y amigos". En ese conjunto de características destacaron "la transparencia ,lealtad, amor y la valentía para asumir la lucha contra una enfermedad que afectó su salud. Se mantuvo siempre con estoicismo, jamás decayó y mostró valentía y positivismo. En su último adiós recibió demostraciones de cariño genuino, mezcladas con el dolor por la partida. Su camino en esta tierra marcó sólo amor, dedicación, tesón, coherencia y espíritu de lucha . Entre quienes la conocieron, quedó una huella imborrable".

19 de diciembre de 1957 nació Edith del Pilar Espinoza Espinoza, quien destacó por su "amor, dedicación, tesón, coherencia y espíritu de lucha", recuerda su familia.

Nancy Verena Rebolledo Plaza: Esposa, madre, suegra y abuela

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El 26 de enero de 2021 se cumplió un año desde que se marchó para siempre de la vida terrenal la dama y profesional valdiviana Nancy Verena Rebolledo Plaza, a los 69 años de edad. Nacida el 7 de junio de 1950 en Paillaco, dejó de existir el 26 de enero de 2020, en Valdivia. Fue una de los nueve hijos de Héctor Rebolledo y Verena Plaza. Estudió secretariado en el Instituto Comercial de Valdivia y durante gran parte de su vida trabajó como secretaria jurídica de abogados. Durante muchos años y hasta el momento de su jubilación trabajó con el fallecido abogado Mauricio Melo Burgos. El 23 de abril de 1980 contrajo matrimonio con Pedro Miranda Silva y fueron padres de tres hijos: Claudio, Ricardo y Roberto, con una descendencia que se prolongó a tres nietos: Agustina, Santiago y Rafael. Fanática del fútbol, era hincha incondicional de Universidad Católica y junto a su esposo Pedro colaboraron activamente en el trabajo de la Escuela de Fútbol de la Universidad Austral, cuando sus hijos Claudio, Ricardo y Roberto formaron parte de la institución. También fue apoderada y tesorera de los cursos de sus hijos en el Instituto Salesiano; y tesorera del comité de agua potable rural del sector Las Gaviotas, en Valdivia. Su familia la recuerda como "una madre y esposa muy dedicada a su familia hijos y nietos. Una mujer bondadosa, que ayudaba a quien lo necesitaba y como buena hincha de la UC, desde el cielo debe haber celebrado la estrella N° 15. Como familia, lamentamos enormemente su temprana partida, pero agradecemos a Dios que pudo conocer a su nieto menor Rafael, días antes de su fallecimiento. Destacamos su gran dedicación a la familia y esfuerzo por lograr que sus hijos sean grandes profesionales". El cuerpo de Nancy Verena Rebolledo Plaza descansa para siempre en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

26 de enero de 2020 abandonó la vida terrenal Nancy Verena Rebolledo Plaza, profesional valdiviana que se desempeñó durante muchos años en oficinas jurídicas.

Tocados

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por Jesús

El evangelio de este domingo (Mc 1,40-45) nos narra uno de los primeros milagros de Jesús, según San Marcos.

Se acerca un leproso a Jesús y le pide ser sanado de su enfermedad: "Señor, si quieres, puedes purificarme". Jesús se compadece del sufrimiento de este hombre considerado impuro en la sociedad de su época, le extiende su mano y tocándolo lo purifica, "Lo quiero", le responde Jesús.

Es interesante el diálogo que se produce entre el Señor y el hombre enfermo.

Es un diálogo marcado por el querer. Es el diálogo de la oración entre el querer humano y el querer de Dios.

La confianza del leproso es una confianza de oración, es confianza en Dios y en las maravillas que puede realizar en nosotros, si así lo queremos.

Jesús se compadece del hombre. Es decir, se hace parte del dolor del leproso, la compasión de Jesús, es el amor de Dios por la humanidad que sufre con los dolores del mundo y de cada uno de los seres humanos y nos invita a nosotros a ser también compasivos con los sufrientes y con los que son discriminados.

Todo acto humanitario es siempre un acto divino, porque Dios mismo ha querido asumir nuestra humanidad para redimirla.

Jesús se acerca al leproso rompiendo no sólo la barrera de la enfermedad, sino también de la discriminación que existía hacia esas personas.

El hombre, ya purificado, sale a anunciar lo que Dios ha hecho por él.

Proclama a Jesús como el Señor, no solamente que lo ha purificado, sino la Palabra de Jesús. Se ha transformado en un misionero del Señor.

Sentirse tocado y purificado profundamente por el Señor Jesús nos transforma en discípulos misioneros de Él. Sintámonos nosotros tocados y enviados por Jesús a compartir su misión.