Rechazar violencia y buscar diálogo
La macrozona sur vive momentos tensos, con posiciones que se polarizan. Es necesario buscar puntos de encuentro. Desde Los Ríos y toda la zona es preciso colaborar en una dirección de paz. Las posiciones extremas sólo ahondan problemas; no los solucionan.
Horas de tensión y dolor se viven en la macrozona sur debido al recrudecimiento de la violencia rural y la polarización de posiciones frente a ella. Unos grupos piden más rigor y uso de la fuerza; otros, justifican o minimizan lo que ocurre. Ambos, critican el accionar del gobierno y se mantienen -cada uno en su trinchera- como parte del problema; no de las soluciones.
Lamentablemente esas actitudes encienden nuevos focos de conflicto, merman la autoridad y dificultan las salidas que todos dicen buscar. Son riesgosas, incluso, tal como se vio ayer en manifestaciones.
Además, ninguna de ellas permite ver que, mientras los ánimos comunitarios se enardecen tras discursos sordos; las organizaciones delictuales se fortalecen.
Hay investigaciones policiales que permiten señalar que los atentados incendiarios a viviendas, predios forestales, edificios públicos y maquinaria agrícola que han recrudecido en las últimas semanas en Bío Bío, La Araucanía y también en el área norte de Los Ríos, no se pueden explicar estigmatizando o pensando que obedecen a conflictos antiguos. Ese es un error.
Esta violencia terrorista tiene más que ver con narcotráfico, crimen organizado y búsqueda de una desestabilización social que, luego de generar conflicto, deja espacios a ilegalidades y corrupción. Hay evidencia al respecto. Y suficientes similitudes con los tristes procesos vividos en otros países latinoamericanos, como para no reconocer las señales.
Por ello, están en trámites leyes que permitirían mejores investigaciones y procedimientos de largo plazo, a las cuales el Ejecutivo ha pedido dar urgencia y que debieran incluir asignación de recursos suficientes para ponerlas en práctica y garantizar su respeto.
Mientras, en lo inmediato, ayer se reunieron autoridades de las tres regiones en Temuco (ver página 10), incluyendo al intendente César Asenjo, para definir medidas que permitan devolver tranquilidad a las comunidades, aplicando las normas ya vigentes y avanzando al diálogo, única vía de resolver conflictos.
Desde Los Ríos y toda la zona es preciso colaborar en una dirección de paz. El primer paso es condenar la violencia transversalmente y buscar puntos de encuentro, más allá de las diferencias individuales.