Situación laboral de las mujeres
Pandemia y desempleo han ido juntos. Más aún para las trabajadoras, que pierden sus puestos y salen de la fuerza laboral. La desocupación local fue de 9,3% entre noviembre y -enero; pero al separar por sexo, la tasa de las mujeres desempleadas es 10% y la de los hombres, 8,8%.
Se acerca el Día Internacional de la Mujer y es oportuno reflexionar sobre el empeoramiento de la situación del empleo femenino en Chile, en los meses de pandemia. Se estima que durante 2020 perdieron sus puestos casi 1 millón 900 mil personas; de ellas, 899 mil eran trabajadoras, la mayoría de las cuales salió de la fuerza laboral; es decir, no se ha reinsertado a realizar tareas remuneradas fuera del hogar (comunidadmujer.cl).
En Los Ríos, el INE (Instituto Nacional de Estadísticas) informó el viernes que la baja de la fuerza de trabajo regional llegó a 13,7% en hombres y a 21,9% en mujeres, si se compara con el año pasado.
Esas cifras locales también señalan que la desocupación fue de 9,3% para el trimestre noviembre de 2020-enero de 2021; pero al separar por sexo, la tasa de las mujeres desempleadas es 10% y la de los hombres, 8,8%; aunque el alza para ellas es de 2,1 pp (puntos porcentuales) en comparación a 5 pp masculinos.
Por otra parte, la informalidad laboral marca 34,1% y afecta sin distinción a las personas, obligándolas a desarrollar actividades sin contrato, sin previsión y con alta inseguridad.
El panorama post pandemia no se ve tampoco alentador. La experiencia internacional indica que, tras las crisis, las posibilidades femeninas de retomar su "normalidad" son menores. Así lo advirtió el año pasado la Comisión Interamericana de Mujeres de la OEA, recordando lo vivido en los países que debieron combatir al virus Ebola (2014), que vieron crecer desigualdad de oportunidades y sueldos.
La misma comisión señala que, a todo lo anterior, debe agregarse la carga por roles de género en las tareas hogareñas. Hoy, el 76,2% de todas las horas del cuidado no remunerado del hogar corresponden a mujeres, estén ellas cesantes o no. Tomando en cuenta ese factor social, la situación se agrava con la baja en la oferta de cuidado infantil a la cual recurrir.
Los números son duros. Y se vuelven más complejos al recordar que una de las vías para salir de la pobreza es, precisamente, el acceso femenino al trabajo y recursos propios fuera del hogar. Si esa ruta se pierde, los riesgos se multiplican.
Este 8 de Marzo, este tema debiera ser prioritario; mucho más que -o tanto como- homenajes y flores.