Valdivia
Es difícil cohesionar Valdivia. Entre 1980 y 2020 la ciudad se ha expandido de 1.500 a 2.600 hectáreas más cientos de hectáreas en parcelas. Para los próximos cuarenta años tendríamos que preparar una ciudad de 4.000 hectáreas alejándose más del río, eliminando bosques, urbanizando el doble, alterando humedales, encareciendo la vida diaria.
El PIIMED llega a la conclusión que dos ejes viales, sucesión de viejas calles devenidas en avenidas, estructuran la ciudad. El plan indica que Picarte, de 7 km, y el eje Pedro Aguirre Cerda con Pedro Montt, de 9 km, son el centro de esa estructura.
Estamos frente a un escenario que es distinto a cómo muchos han imaginado la ciudad. Si la formación de la imagen ha sumado instancias como un astro bañándose en el río, pasamos a una apuesta de perfil cultural a nivel continental.
Pero hoy los ciudadanos se alejan de ellos en cada población y parcela que dispersa la ciudad.
Existe una ciudad imaginada como la del río que baña a la luna, una ciudad histórica que llegó a las ruinas y supera niveles de pobreza, una ciudad anhelada como la que implementaría una planificación del desarrollo cultural, una ciudad mayoritaria en población tal como se asentó de Picarte y Pedro Montt al sur.
También la ciudad de los estudios que nos ponen en las narices un centenar de diagnósticos, sumando además la población que va marchando, y la ciudad de a poco planificada que no vive por sí sola sino mediante la práctica, la prueba y la evaluación.
En la concurrencia de distintas percepciones de la ciudad ¿es posible frenar la expansión, consolidar, e incluir los bienes naturales de la ecorregión para vivir con ellos en Valdivia? ¿Es posible imaginar la totalidad de la ciudad con pensamientos que son posibles de planificar, realizar y reevaluar?
Al cruce Picarte con Aguirre Cerda y Pedro Montt le sale al encuentro el cruce de los ríos Calle Calle y Valdivia asociado a la línea geográfica de parques, humedales y reservas arbóreas que trazan una línea de remanentes de bosque endémico en la ciudad desde el Arboretum hasta Llancahue. Un hilvanado potencial que pasa por la Saval, Santa Inés, Harnecker, el Bosque, parque Catrico, los humedales a la izquierda de la salida sur.
Nuevos marcos legales, aunque por sobre todo nuevos conocimientos y conciencias, vuelven a posicionar distintos lugares con los que la ciudadanía debe aprender a relacionarse a través de los planificadores, políticos y administradores.
Al tejido de calles urbanizadas, viviendas, barrios y servicios recentralizados, lo rodea aún el tejido de corredores naturales y ecológicos que le ampliaron los apellidos a la ciudad: fluvial, lluviosa, Selva Valdiviana, humedales, histórica, patrimonial, huilliche, española, alemana, industrial, turística, ferroviaria, navegable, panorámica. Algunas características que acertan un apellido menos explorado son ciudad aislada, maderera, pesquera, portuaria.
Y otras que hospedan una vez por mes, en el lecho de agua, al oro de la luna llena.
Gerardo Saelzer gsaelzer@gmail.com
Gobernanza
La gobernanza como la menciona Luis F. Aguilar viene a mostrarnos un nuevo modelo de gestión en la administración pública, en la que el ciudadano se vuelve un eje fundamental para la toma de decisiones y colaborador de los organismos públicos.
Para esto, la participación ciudadana es fundamental ya que junto a la innovación se vuelven un motor del desarrollo gubernamental y contribuye a la recuperación de legitimidad de nuestras instituciones.
Las elecciones de abril se encuentran cerca y nuestros mecanismos de participación ciudadana siguen siendo poco utilizados, aún no se escuchan muchas propuestas de parte de los candidatos para el fortalecimiento y utilización de mecanismos como presupuestos participativos a través de herramientas digitales, afortunadamente aún están a tiempo.
Sebastián Millán Calisto smillan@fppchile.org
Franjas y promesas
Aquel que no aprende a escuchar a los demás, no entenderá nunca una opinión distinta; aquel que se impone con arrogancia para sentirse que es mas inteligente , no aprenderá jamás que puede estar equivocado; aquel que no ve los sufrimientos de los de su entorno, es porque no lo quiere hacer y no podrá ,entender el dolor ajeno.
Es mejor escuchar, ver y aprender del semejante, todo lo que se pueda para así servir mejor en esta vida.
Escribo esta reflexión porque ya veo en la televisión y los lugares públicos las propagandas propias de una nueva elección a que nos veremos enfrentados. Y otra vez se promete de todo y a veces lo imposible de cumplir, para recibir el apoyo ciudadano. Pero todos sabemos que cuando se llega al poder todo se olvida y cada uno busca su propio beneficio. Por eso estamos como estamos, divididos, enfrentados, por pensar distinto.
Este Chile nuestro no quiere más violencia, odios ni rencores quiere vivir en paz y que la gente tenga una mejor calidad de vida. Pero las franjas políticas se pierden y no llegan...
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com