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Luis Hernán Villanueva Barra: A un año de su partida

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Laboriosidad, rectitud, honradez y permanente espíritu de perfeccionamiento en su faceta profesional; marido y padre comprometido con el bienestar de los suyos. Estos son algunos de los conceptos que surgen al evocar al abogado Luis Hernán Villanueva Barra, a un año de su partida. Nacido en Valdivia el 6 de agosto de 1929, fueron sus padres el teniente coronel de Carabineros Tomás Villanueva Villanueva y María Aída Barra Rosas. Hizo sus estudios escolares en el Instituto Linares (Linares), Liceo Manuel Blanco Encalada (Talca) y Liceo de Hombres (Valdivia). Posteriormente, aunque una de sus opciones fue la ingeniería, decidió estudiar Derecho en la Universidad de Chile sede Valparaíso, época en la que manifestó su amor por la historia de su tierra natal, que lo caracterizó a lo largo de su vida. Prueba de ello fue su tesis "La población de Valdivia y su influencia en la economía de la provincia". La Corte Suprema le otorgó el título de abogado el 18 de noviembre de 1955 y entonces inició una trayectoria de casi 65 años, porque nunca abandonó del todo sus inquietudes profesionales. Trabajó como abogado para las firmas Haverbeck y Skalweit, Grace y Cía., y Williamson Balfour. El 9 de abril de 1970 ingresó al Consejo de Defensa del Estado, al cual sirvió hasta el 31 de diciembre de 2013, ejerciendo como Abogado Procurador Fiscal de Valdivia, en calidad de suplente. También destacó en el ámbito gremial, como secretario y, desde 1963, consejero del Colegio de Abogados Valdivia-Osorno. Se casó el 10 de octubre de 1959 con Inés Paredes Gebhard (fallecida el 15 de octubre de 2017), matrimonio del cual nacieron tres hijos: María Teresa, Miguel Luis y Jorge Andrés. "Además de la admiración que siempre sentí por su labor profesional y por ser un hombre visionario, al haber sido el primero, a principios de los años 80, en levantar la necesidad de abrir una Escuela de Derecho en la región, e incluso otra para jueces y una tercera para funcionarios de tribunales; nunca podré olvidar sus grandes prendas personales, como su rectitud, su honestidad a toda prueba, su compromiso con la familia y su amor a Valdivia", expresó su hija María Teresa Villanueva.

18 de noviembre de 1955 se tituló de abogado Luis Hernán Villanueva Barra, quien desempeñó su profesión durante casi 65 años.

Mario Vera Aguilar: Dirigente social y líder familiar

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Si no hubiese recibido el llamado del adiós a la vida terrenal, ayer habría cumplido 92 años de edad. Pero, el destino quiso que el pasado 15 de febrero don Mario Vera Aguilar se marchara para siempre y emprendiera el viaje hacia el descanso eterno. Nació en Valdivia el 20 de marzo de 1929 y hasta la época del terremoto vivió en los Barrios Bajos. Sus padres fueron Manuel Vera y Almerinda Aguilar. Don Mario era el único sobreviviente de los 18 hijos que tuvo el matrimonio. Sus primeros estudios los realizó en la Escuela N° 4, pero muy pronto se incorporó al mundo del trabajo. Comenzó en la antigua fábrica de calzados Weiss y luego pasó a Immar, Ferrocarriles e Indap. En 1952 contrajo matrimonio con Zoila Aguilar (fallecida en 2006) y fueron padres de cuatro hijos: Sandra, Maritza, Patricio y Juan Carlos, quienes prolongaron la descendencia a ocho nietos y siete bisnietos. Durante toda una vida llena de actividades, fue dirigente vecinal, sindical y político fundador de la Falange en Valdivia; candidato a regidor; precandidato a diputado; relegado político en Maullín durante el gobierno de Carlos Ibáñez del Campo; chofer de locomoción colectiva y querido vecino de los Barrios Bajos, Gil de Castro, la población Valparaíso, Huachocopihue, Schneider y en los últimos 30 años en el sector de El Arenal, en la salida norte de Valdivia. También estuvo entre los socios fundadores del club Santiago Wanderers de la Población Valparaíso y en su juventud fue integrante del Ex Alumnos de la Escuela N° 4.

En una entrevista con Diarioaustral en agosto de 2019 indicaba que como dirigente social sentía "la satisfacción de servir a la gente. Siempre me ha gustado y lo he hecho con responsabilidad". Hoy, su familia recuerda que "como persona humilde, trabajador y responsable, como padre y jefe de familia excelente, rayó en la perfección, siempre atento con su esposa y sus cuatro hijos, lo que culminó con el cariño, amor y ternura entregados al final de sus años a sus nietos y bisnietos. Difícilmente sus hijos vamos a poder igualarle". Mario Vera Aguilar descansa en el Cementerio Municipal N° 1 de Valdivia.

91 años de edad tenía Mario Vera Aguilar, al instante de su fallecimiento, el pasado 15 de febrero. Ayer 20 de marzo, era su cumpleaños N° 92.

¿Una Nueva Alianza?

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Hemos llegado al último domingo del tiempo de Cuaresma y estamos ad portas de la Semana Santa. Hace un año en estos días, la Diócesis de Valdivia suspendía misas presenciales ante la emergencia sanitaria que implicaba el coronavirus. Después de este largo año, los índices en nuestra región no son los mejores, razón por la cual las doce comunas de Los Ríos se encuentran en cuarentena total (fase 1). Por eso, nuestro llamado es a respetar la Ley, a ser responsables en el autocuidado y en la solidaridad con los demás, en especial con los más débiles. Es cierto que la presencialidad en la Eucaristía es importante para la vivencia de la fe, ya que es más que un simple rito, sino que es la presencia real de Jesús entre nosotros. Sin embargo, la situación actual debería más bien hacernos reflexionar justamente sobre cuan importante es la fe en nuestras vidas y que es lo que Dios nos está hablando en este tiempo.

El profeta Jeremías, en la primera lectura, proclama una Nueva Alianza que Dios hará con su pueblo, una Alianza que se establecerá en los corazones: "Yo seré su Dios, y ellos serán mi Pueblo -dice el Señor-"(Jer 31, 31-34). Tal vez este sea el tiempo que Dios quiere sellar con nosotros, su Pueblo y hacer una Nueva Alianza. No poder asistir regularmente a nuestros templos, no será más bien un tiempo de purificación interior para los cristianos. ¿No fue para el Pueblo de Dios, en el Antiguo Testamento, una desgracia la destrucción de su Templo y su posterior exilio? Con cuanta alegría volvieron a reconstruir su Templo, después de esos años de destierro y de haber abierto el corazón para que Dios hiciera su obra en ellos y lo pudieran conocer en "espíritu y verdad".

Por su parte, en el evangelio de Juan (12, 20-33), Jesús declara que ha llegado su Hora, es decir su tiempo: el tiempo de Dios (Kairos), distinto al tiempo del mundo (Cronos). La Hora de Cristo es la de la Cruz, pero también de la Resurrección. Es la hora del triunfo de la Vida sobre la muerte, de la Luz por sobre las tinieblas. Es la Hora crucial en que el grano de trigo que cae en la tierra, con su muerte da mucho fruto. Seguir el camino de Jesús, es el camino de la Vida y de la Resurrección, pero sin olvidar la Pasión y la Cruz.