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ciudadanía de La Unión, me siento muy feliz y orgulloso. También agradecido. El trabajo que he realizado no era para lograr esto, pero lo recibo de muy buena manera y muy contento. Mi familia también está muy contenta.

LABOR AGRÍCOLA y gremial

¿Cómo describiría su trayectoria laboral ligada al mundo agrícola?

- Es lo que me gusta hacer. Mi predio está ubicado en el sector de Choroico y me he dedicado principalmente a la lechería y la crianza de ganado. Nosotros perdimos a mi papá en 1957, y esa fue una de las razones que nos apuró a continuar en el rubro agrícola. El campo fue expropiado en 1970, y fue el primero en la zona. Fue un bombazo para toda la familia, ya que más encima la expropiación fue pagada con bonos a 20 años. Fue una usurpación del Estado. Eran 3.500 hectáreas y nos dejaron 500.

¿Cómo surge su interés gremial?

- Son varias las razones, pero una de las principales es que a los agricultores emergentes les siempre les falta apoyo. Por eso decidimos formar un sindicato de empleadores agrícolas. Nos empezamos a juntar con las asociaciones que habían en Valdivia, y nos fuimos acomodando en torno a la Saval.

En paralelo, participé de la formación de la Asociación de Productores de Leche de la Región de Los Ríos (Aproval), integré su directorio y fui electo presidente por dos períodos.

¿Cómo describiría su experiencia como presidente de Saval?

- Fue muy interesante, porque tuvimos la misión de reunir a los agricultores más antiguos, que había dejado de participar activamente, para tratar de unificar la agrupación. También promovimos la integración de personas jóvenes, hijos de agricultores.

¡Cómo recuerda su labor como presidente de Aproval?

- Cada agricultor que se dedique a la lechería debe estar siempre unido a un gremio. Con Aproval tuvimos la suerte de integrar un equipo de Fedeleche y me tocó viajar a Paraguay, Panamá, México y Argentina, donde tuve la oportunidad de conocer otros mercados de la leche, donde pude observar en algunos casos un fuerte apoyo del Estado.

¿Qué significó para usted ser uno de los más altos representantes a nivel nacional de los productores lecheros de Chile con Fedeleche?

- Fue un orgullo tremendo, siento que pude dejar mucha de mi experiencia a la asociación y a todos los productores. Siempre impulsamos iniciativas para ir en busca de mejoras para el rubro, como las pautas de precios que son importantes para el gremio y peleando con el Estado para que no entre leche al país con aranceles bajos.

De repente uno se desanima porque falta apoyo, pero nosotros en Aproval siempre tuvimos el apoyo de nuestros productores.

¿Cómo describiría la situación actual del rubro lechero?

- Llevo casi siete años alejado del gremialismo, por lo que no estoy empapado de la situación actual. Sin embargo, la pelea sigue siendo que entra leche al país con aranceles muy bajos lo que perjudica demasiado a los productores nacionales.

Bomberos

¿Cómo llegó a Bomberos?

- Llevo 40 años como voluntario de Bomberos, siempre al alero de la Primera Compañía Germania, porque yo vivía a una cuadra y media del cuartel. Desde el techo de mi casa miraba donde eran los incendios, hasta que un colega me invitó a entrar a la bomba. Me presentó, me aceptaron, y empecé a "correr" como lo hacen todos los voluntarios. Ha sido una experiencia muy bonita.

¿Qué cargos ha ocupado dentro de la institución?

- Fui director de la Primera Compañía, fui tesorero del Cuerpo de Bomberos de La Unión, y por dos periodos fui superintendente de Bomberos de La Unión, hasta hace dos años. También fui dirigente de la compañías Chileno-Alemanas. Actualmente estoy dedicado a la parte administrativa. En este minuto soy el vicepresidente provincial del Ranco.

¿Qué significa para usted Bomberos?

- Es como una segunda familia. Cuando uno sale a las emergencias, no sabemos si vamos a volver o no. Mucho del tiempo que uno podría dedicar a la familia, uno lo termina entregando a la comunidad, pero uno lo hace con mucho cariño porque las personas también nos responden y agradecen.

¿Cómo evalúa el apoyo que entrega el Estado a Bomberos?

- Antes era muy difícil poder comprarse un carro, pero hoy los gobiernos han puesto recursos para comprar máquinas incluso sin aportes de las compañías. No es que el Estado nos entregue un montón de plata, pero al menos alcanza para comprar ciertos equipos.

¿Qué destacaría de su labor como superintendente de La Unión?

- Logramos generar un trabajo con la municipalidad, que antes nos entregaba 15 mil pesos de aporte al año, y ahora realiza un aporte mucho mayor que nos ha permitido comprar herramientas y equipamiento. Mejoró mucho el apoyo del gobierno local a Bomberos.

¿Cree usted que Bomberos debiese ser financiada íntegramente por el Estado?

- Somos un equipo, y yo creo que a ninguno de nosotros nos gustaría recibir un sueldo por esta labor. Se perdería en entusiasmo del aporte que realiza cada uno. En definitiva, creo que la institución perdería su esencia.