Semana Santa y responsabilidad
Si bien los mensajes sobre autorizaciones oficiales puedan ser erráticos; nada puede reemplazar la conciencia individual. En la región, con todas las comunas en Fase 1, las medidas durante el feriado serán las mismas que han regido en las últimas semanas.
Polémica ha desatado la decisión del gobierno de mantener vigentes los permisos de desplazamiento durante Semana Santa. La información fue confirmada ayer y ha sido cuestionada desde el mundo político y el médico, porque contrasta con la severidad del cierre decretado los recientes sábado y domingo, o la decisión de aplazar elecciones.
Claramente hay razones para disentir frente a la medida. Sobre todo porque los mensajes de este tipo confunden y tienden a generar una especie de falsa seguridad, algo complejo si se mira las preocupantes cifras relacionadas con el coronavirus que suben a nivel nacional y regional (ver página 4).
Sin embargo, más allá de ese punto cuestionable, es necesario también señalar que se trata de una determinación con múltiples aristas. Por un lado, los permisos no serán universales, ni extendidos; sino que tendrán los mismos límites que rigen para las cuarentenas actuales que hay en la región: sólo salidas urgentes, por trabajo y desplazamientos con máximo de dos horas. Tampoco se podrá realizar viajes interregionales sin salvoconductos.
Por otra parte, se ha asegurado fiscalizaciones más estrictas, lo cual debiera traducirse en evitar visitas turísticas, reuniones sociales, actividades religiosas y aglomeraciones de cualquier tipo, entre otras circunstancias riesgosas.
Estas disposiciones de control son muy importantes y debieran cumplirse a cabalidad; más aún considerando que sí se autorizará la apertura del comercio y a las ferias libres, que no funcionaron los días 27 y 28 de marzo. Para los emprendedores esta será una oportunidad valiosa (muchos apuestan en esta época a la venta de insumos tradicionales como pescado y chocolate), pero es necesario que se concrete con máximo respeto a aforos y resguardos sanitarios.
Con libertades acotadas, los feriados no debieran implicar más problemas que los de un día normal de Fase 1. Pero sólo funcionarán si las personas asumen responsablemente sus comportamientos. La subsecretaria Daza mencionó esto ayer y recibió críticas porque la comunicación del riesgo se ve errática, lo cual es cierto; pero también convengamos en que ninguna medida estatal será más efectiva que la voluntad y conciencia propias de autocuidado.