Bienes esenciales
Buscando frenar el alto nivel de contagios de esta semana el gobierno limitó de la venta de productos. La instrucción fue que sólo se podía vender bienes esenciales. El problema comenzó a la hora de definir qué es un bien esencial. Un computador sería un bien esencial, pero no un televisor. La compra de ropa para bebes sería esencial, pero si se necesita un polerón para un niño de diez años al que todo le queda chico después de un año de pandemia, eso ya no es esencial. Estos ejemplos dejan al descubierto lo irracionales que terminan resultando algunas medidas cuando el Estado busca regularlo todo.
Otro ejemplos el hecho que la construcción de infraestructura es catalogada como una actividad esencial. Sin embargo, la construcción de viviendas sociales no lo es. Por lo tanto, los vecinos que están esperando hace años poder acceder a su vivienda propia, tienen que observar cómo avanza la construcción una plaza, pero están paralizadas las obras de sus casas. Podemos sumar el hecho que las madres y padres que trabajan en empresas catalogadas como esenciales tienen permiso en fase uno para ir a dejar a sus hijos a una guardería. Sin embargo, las salas cuna no son una empresa esencial. Esta realidad está generando un efecto fuertísimo sobre la empleabilidad femenina porque generalmente la responsabilidad del cuidado recae sobre la mujer.
Adicionalmente resulta asombroso como un gobierno de centro derecha termina decretando medidas que ahogan el emprendimiento. Se comprende que las autoridades tengan la angustia de manejar la pandemia, pero resulta absurdo que las decisiones adoptadas afecten justamente aquellos emprendimientos que ha sabido adaptarse vendiendo por internet. El punto, han dicho las autoridades desde inicios de la pandemia, es que los negocios deben estar cerrados para impedir el contacto directo de las personas. Tanto es así que el Ministerio de Economía ha apoyado el desarrollo digital de miles de pequeñas y medianas empresas para que puedan sobrevivir con la venta a distancia. Pero ahora el propio gobierno terminó borrando con el codo los que escribió con la mano.
Manejar una pandemia con efectos tan devastadores como la que estamos viviendo hace más de un año es una tarea compleja y el gobierno ha tenido aciertos en muchas materias. Sin embargo, cuando vemos esta situación nos va a acompañar durante mucho tiempo más, es importante que las autoridades sean permeables al sentido común cuando toman las decisiones. Es un buen indicio que gobierno haya escuchado esta semana, manteniendo a restricción de la venta de bienes sólo hasta el quince de abril. Esperamos que también lo haga respecto a la construcción de viviendas sociales y al funcionamiento de salas cuna, entre otras situaciones que puedan emerger en el futuro.
"Resulta asombroso como un gobierno de centro derecha termina decretando medidas que ahogan emprendimiento".