Conjugar el verbo "participar"
Muchos analistas señalan que el proceso electoral de este fin de semana es tan importantes como el del plebiscito de 1988. Se espera presencia de votantes similar al 50,8% del plebiscito de 2020. No serían buena noticia el 46% de las presidenciales, ni el 34% de las últimas municipales.
Elecciones en dos días, definiciones históricas, cambios en los ejes políticos, inicio de nuevas etapas, renovación de confianzas, electores jóvenes, votos con seguridad sanitaria. Esas palabras -entre muchas- han sido utilizadas estos días para describir el proceso electoral que se desarrollará este fin de semana en la región y en todo el país.
También, y especialmente, "participación" está entre las expresiones más usadas. Tanto desde los analistas, como desde el gobierno y los diferentes conglomerados, la mencionan transversalmente en sus llamados a la ciudadanía para que no se reste. Y la razón para insistir en la convocatoria es que estas jornadas son lo que algunos han definido como "las más relevantes desde el Plebiscito de octubre de 1988".
Se usa tal calificación porque este sábado y domingo se generará por primera vez a una autoridad democrática para liderar el Gobierno Regional y, también, porque se designará a los 155 convencionales que deberán escribir la Nueva Constitución, grupo que también tendrá características únicas y que marcarán precedente: será paritario y con representatividad de pueblos originarios.
En Los Ríos hay cinco postulantes a la Gobernación; mientras que para la Convención Constitucional son cuarenta candidatos y candidatas. Sumando esos cargos, en la región deberán ser electas noventa y dos personas en total: los ya nombrados (1 gobernador, 5 convencionales), más 12 alcaldes y 74 concejales, ocho de ellos en Valdivia y seis en cada una de las otras once comunas.
Los ganadores serán definidos por 350 mil electores, que, es de esperar, marquen una presencia en las urnas igual o superior al 50,8% del plebiscito de 2020. Claramente, no sería una buena noticia que -dada la trascendencia ya mencionada- se repitiera el 46% de votantes locales llegados en las últimas elecciones presidenciales y, menos aún, el bajísimo 34% registrado en las municipales de 2016.
Se ha explicado esa baja presencia con razones como el voto voluntario (instaurado desde 2012) y la escasa confianza en las instituciones instalada en el país en la última década. Pero ahora el escenario podría ser diferente y el verbo "participar" debiera pasar desde los discursos analíticos, a la experiencia comunitaria.