Pasaron las elecciones y, desde hoy, comienzan los caminos decididos por la comunidad en dos días de votaciones, los cuales fueron intensos, diferentes a todo lo vivido hasta ahora en el país; aunque menos convocantes de lo que se esperaba, a la luz del último plebiscito.

Desde ahora hay que concentrarse en los gobiernos comunales que debieran contar con escenarios más descentralizados; en las Gobernaciones Regionales que inauguran una estructura administrativa histórica y en una Convención Constituyente que llevará voces regionalistas, con paridad y representación de pueblos originarios.

Todo ello implica grandes desafíos en este momento nacional; a la vez de demandar unidad, respeto y miradas de largo plazo.En esa tarea son los vencedores los principales responsables; pero quienes quedaron en el camino deben también seguir aportando energías. En especial, a todos corresponde ponerse a la altura de la confianza demostrada hacia ellos, superando los climas confrontacionales que algunos insisten -por populismo, sin dudas- en exacerbar, aun sabiendo que la democracia pierde cuando las ideas se reemplazan por insultos, apatía y violencia.

También es una obligación compartida cumplir con las promesas de participación ciudadana incluidas en sus respectivos discursos. Transversalmente hubo compromisos de escuchar y dejar incidir a los habitantes.

Es de esperar que esas palabras empeñadas se honren; que se respeten las normas vigentes (hay Ordenanzas Municipales desde 2011), se utilicen de verdad las herramientas existentes, o se generen nuevos mecanismos formales para profundizarlas. La Política Regional de Participación Ciudadana espera su turno; los Cosoc reclaman poca consideración; las distintas instituciones comunitarias piden información oficial más oportuna y constante.

El tema no es menor. A nivel nacional existen 12 organizaciones de la sociedad civil por cada mil habitantes; pero en Los Ríos son 20,7 (Centro UC Políticas Públicas); una evidente señal de cuánto pesa esta área aquí. Claramente, una nueva autoridad que la descuidara, cometería un error severo. Pero eso, ya está dicho. En la campaña, todos lo repitieron.

Estoy escribiendo esta columna el sábado 15 de mayo, después de votar. Y la escribo en términos generales porque a esta hora y este día todavía desconozco cuáles serán los resultados; no obstante, estoy contento de la participación y buena organización lograda por el Servel. He visto los cuidados sanitarios de todos quienes han concurrido a votar, sumado al optimismo de las y los candidatos de distintos sectores políticos que se acercaron a saludarme, eso habla bien de la cultura cívica y respeto que, por encima de nuestras diferencias, debemos practicar quienes estamos en política sin farándula.

El fairplay, el juego limpio, como buen comportamiento cívico, enaltece el ejercicio político.

La honorabilidad del actuar de cada uno, la caballerosidad en el trato, la tolerancia para aceptar argumentos distintos a los propios y por cierto, la comprensión de que las elecciones se pueden ganar o perder y recibir los resultados con la misma humildad, es algo que los candidatos debemos asumir y estar preparados para entenderlo con hidalguía…y seguir adelante con los aprendizajes necesarios. Eso, entre muchos otros factores, hace que la democracia mejore y le haga más sentido a la ciudadanía.

Estamos eligiendo a quienes conducirán o crearán instituciones, y en ese contexto, deben ser quienes tienen más capacidad, experiencia, cercanía, empatía, y condiciones para trabajar en equipo. Ello es parte importante de lo que requiere la comunidad, la democracia y en lo que estamos esperanzados.

A los candidatos ganadores solo puedo decirles que, independientemente de su color político, siempre podrán contar con nosotros. A los candidatos perdedores, pedirles que no abandonen el esfuerzo por representar ideas. En ambos casos, la experiencia ganada en el trabajo con la comunidad y seguir con el camino ya avanzado, sirve para el crecimiento de nuestra región y su gente.

Felicitaciones a los ganadores y felicitaciones al esfuerzo que hicieron los perdedores.

La vida es corta, el mundo es chico y las vueltas son rápidas. En política siempre nos podremos encontrar en un nuevo recodo del camino y lo haremos con optimismo, altura de miras y con fe en que siempre podemos aportar para un mejor para Chile.

Iván Flores García

Diputado