Este fin de semana, el Cuerpo de Bomberos de Valdivia inicia una campaña para reunir fondos. La pandemia ha afectado la recaudación que realizaba a través de las cuentas de agua; tiene pocos socios y los gastos han aumentado en medio de la crisis sanitaria. Es decir, el panorama que enfrenta no es solamente la habitual escasez de recursos con la cual realiza su labor; sino algo más complejo. Bastante más. (ver pág. 3 Reportajes).

Es cierto que los actuales son tiempos difíciles; pero la suma de varias contribuciones comunitarias ayudaría a las diez compañías que tiene el Cuerpo en la capital regional. En lo macro, varias unidades han recibido equipamientos y vehículos a través de proyectos conjuntos del gobierno regional y la institución a nivel nacional; pero, en lo cotidiano, se requiere de fondos para costear desde los sueldos al personal rentado; hasta cargar combustible y comprar insumos para que los voluntarios y voluntarias acudan seguros a las emergencias diarias, las cuales aumentan exponencialmente en los meses de invierno. Sin ir más lejos, en los primeros cinco días de junio, ya han sido más de treinta los llamados atendidos, relacionados con incendios y accidentes en la ciudad (@Despvaldivia).

Claramente los bomberos seguirán prestando su ayuda 24/7 aun sin recibir ayuda. De hecho, ellos pagan cuotas y costean elementos básicos. Esa es su impronta, aquí y a lo largo de todo Chile. No en vano se trata de la única institución nacional que logra 99% de confianza de la comunidad (Cadem, marzo 2021). Pero no basta contar con esa entrega o felicitarlos por ella cada 30 de junio, cuando es el Día Nacional del Bombero. Es necesario, además, tomar conciencia de esa buena disposición, agradecer su compromiso ciudadano y contribuir, cada uno con lo que estime conveniente o posible.

En lo práctico, como en la Fase 2 no se puede llevar adelante colectas presenciales, ni la tradicional cruzada con entrega de sobres a domicilio, o las habituales ventas de rifas en lugares públicos; la forma más directa de colaborar es a través de transferencias bancarias, a la cuenta corriente institucional. Los datos pueden encontrarse en nuestro cuerpo de Reportajes de hoy y, quienes deseen conocer más detalles, pueden revisar www.bomberosvaldivia.cl

Como Saval, no podemos sino lamentar el fracaso de más de un año de trabajo sostenido junto a los demás gremios que conforman el Consorcio Agrícola del Sur (Sofo,Sago y Agrollanquihue), entre otros, en el marco de una mesa convocada por el Servicio de Impuestos Internos (SII) para analizar el alza en la tasación de los bienes raíces agrícolas. En dicha instancia planteamos con mucha fuerza lo inconveniente que resultaba el alza de estos reavalúos, debido a su impacto negativo en el sector, sobre todo porque no se estaba considerando el utilizar el potencial productivo de cada predio como factor principal para el cálculo de dichos montos.

A pesar de haber expuesto que existen predios en el país que tienen producción cero por estar afectados por la violencia o usurpaciones, y otros de la zona central que no pueden producir por la escasez de agua debido a la sequía o con muy bajas rentabilidades, como los productores crianceros, no se modificó esta alza desmedida de estos reavalúos, situación que obligó a que se presentara un requerimiento ante la justicia. El objetivo principal de esta acción judicial es dejar sin efecto las resoluciones que originaron la mencionada alza, que entró en vigor el 1 de enero de 2020. En rigor, se trata de una demanda civil de nulidad de derecho público que se interpuso en contra del SII ante el Sexto Juzgado Civil de Santiago y es patrocinada por el Consorcio Agrícola del Sur (CAS) y los principales gremios agrícolas del país, más el apoyo de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA).

Este reavalúos no solo afectó a las contribuciones como tales, sino que también a todos los agricultores que declaran en base a renta presunta, ya que el incremento fue considerablemente más alto de lo que estaban habituados a pagar. Y el problema mayor es que esta resolución ha impactado a toda la actividad agrícola nacional, pero por sobre todo a los pequeños agricultores, pues por una parte fijan los montos de las contribuciones de bienes raíces a pagar, pero, por otra, establecen la base imponible de los pequeños y medianos productores que tributan bajo este régimen.

Como Saval nos habría gustado que las autoridades responsables hubiesen escuchado la preocupación que hicimos visible en los diálogos; sin embargo, se tuvo que llegar a los tribunales donde sí se consideró que estaban los argumentos legales para su admisibilidad, y que se fundamentaba una defensa de todos quienes esperan que esta situación se resuelva en favor de la actividad agrícola nacional.

Francisco Isla

Presidente Saval FG