Una nueva Constitución
Mucho se especula sobre el impacto económico y social que tendrá la nueva Carta Magna en el futuro de nuestro país, y, en ese sentido, tendemos a ser pesimistas respecto de la nueva historia que comenzó a escribirse con el plebiscito del 25 de octubre pasado, pero, ¿y si cambiamos el switch de uno negativo a uno propositivo? Si hacemos ese ejercicio, es posible encontrar una oportunidad, más que un problema.
El debate constitucional, más que ser visto como un puzzle político donde unos ganan y otros pierden, debe ser tomado como una oportunidad saludable para canalizar las demandas sociales del país y así transformarlo en un Chile más justo y equitativo de manera democrática, con participación y a través del diálogo.
Con mayor razón, en una etapa tan relevante como esta, es necesario centrarse en la esperanza del mejor Chile que este proceso puede traer Por eso mismo, creo que el proceso en sí mismo debe priorizar la justicia social, ante todo, procurar la transparencia y mantener el equilibrio en todos los ámbitos que nos han permitido desarrollarnos como país a lo largo de nuestra diversa historia política.
Pero también es necesario relevar al emprendimiento como motor productivo del país, avanzando en la desburocratización y simplificación de los procesos, además de tomarnos en serio el facilitamiento de las condiciones crediticias y de capacitación para las pequeñas y medianas empresas, que al final del día son las que ponen el pecho por nuestro país.
Entre otros temas, la responsabilidad social de las empresas, sobre todo de las más grandes, la equidad de género, y la garantía en la entrega de derechos básicos a nuestros niños, también deberían ser ejes prioritarios en la discusión.
Paula Valverde Emprendedora, directora Endeavor
Centralismo y sus efectos
Quienes vivimos en región sabemos de los efectos, generalmente nocivos del centralismo, porque sufrimos las consecuencias del mismo.
Pienso que uno de los principales problemas que tenemos en el control de la pandemia es la toma de decisiones centralizadas; no sé porque desde Santiago tienen que decidir cuando entramos en cuarentena, que podemos hacer o no hacer ¿porqué no se puede tomar decisiones a nivel local, obviamente siguiendo los lineamientos generales?
Supongo que existirá una mesa- comité, o algo parecido- regional de trabajo sobre esta pandemia, la que debe estar presidida por el Intendente, coordinada por Onemi (la pandemia es un riesgo) e integrada por el Seremi de Salud, por los directores de los Hospitales y/o el Directivo del Servicio de Salud de mayor nivel cada comuna, más quien sea pertinente (Científicos, Generales de Ejército y Carabineros, por el control, otros). Si esta instancia de trabajo no existiera, me permito sugerir que se genere a la brevedad.
Hoy observamos que las medidas impuestas del nivel central, son poco comprendidas y deficientemente ejecutadas. Si se tomaran medidas locales, claramente serían mejor conocidas y asumidas por la comunidad, logrando mejores efectos en el control de esta pandemia que tantos efectos negativos nos ha generado: En salud física y mental, en trabajo, en la economía familiar y general, en el aumento de violencia intrafamiliar, en educación, y lo peor es que hemos tenido que lamentar la pérdidas de tantas vida. En esto, todos tenemos algún grado de responsabilidad; pero claramente las autoridades, quienes son en definitiva las que toman las decisiones, tienen una responsabilidad mayor. Pienso que les ha faltado voluntad de escuchar, se han olvidado que los humanos tenemos una lengua y dos oídos.
Jaime Antonio Valdenegro Cortés javaldenegro@gmail.com
Salud Pública
Debido a la pandemia que desde hace mucho tiempo nos afecta hemos leído declaraciones de algunas personas que, por falta de una adecuada información, descalifican a algunos profesionales para actuar en el terreno de la salud pública.
Sobre este tema debemos tener presente que "la salud pública es una especialidad no clínica enfocada en la promoción, prevención e intervención de la salud desde una perspectiva multidisciplinaria y colectiva siendo sus funciones la gestión, vigilancia y mejoramiento del nivel de salud en la población así como la prevención, el control y la erradicación de enfermedades".
Así definida le corresponde el desarrollo de políticas públicas, garantizar el acceso y el derecho al sistema sanitario, la creación de sistemas educativos, la administración de servicios e investigación. Entre sus competencias hay tareas como el saneamiento ambiental y el control de calidad de los alimentos.
Debido a la amplitud de sus funciones confluyen en ella múltiples disciplinas como la medicina, la medicina veterinaria, la enfermería, la pedagogía y muchas otras en las que se forman personas que obtienen variados títulos profesionales y que, con estudios de especialización, pueden actuar con eficiencia en tan importante campo.
Omar M. Henríquez F. omanuelito75@gmail.com