Vacunación para los más jóvenes
Ampliar la cobertura de inmunización es un desafío. En Los Ríos, se debería llegar a casi 60 mil personas entre 15 y 24 años. La campaña es voluntaria; pero también constituye una responsabilidad colectiva para enfrentar de mejor manera la grave crisis sanitaria.
El martes comenzará la vacunación contra el covid-19 para los adolescentes en todo el país. Según el calendario, entre el 22 y el 25 de junio debieran concurrir a recibir las primeras dosis quienes tengan 18 y 19 años; la semana siguiente los de 17 y así sucesivamente hasta llegar a los 12 años.
El objetivo de ampliar este espectro de cobertura es fortalecer la inmunidad de grupo, además de proteger a un segmento etario sobre el cual pesa un riesgo adicional: el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS, en inglés), afección que ha sido diagnosticada en niños y adolescentes que se han contagiado con coronavirus.
En las semanas anteriores también fueron vacunados los menores de 29 años (a quienes ahora corresponde las segundas dosis) En total, incluyendo a ambos grupos, en la región debieran ser inoculados 29.140 mujeres y 29. 691 hombres (censo 2017).
Hasta ahora, Los Ríos ha alcanzado un 64% de cobertura para su población, que incluye a 201.927 habitantes de distintas edades con dos dosis. La proyección -de acuerdo a datos del Departamento de Estadísticas de Salud- indicaría que faltan 73 días para alcanzar una protección grupal cercana a la inmunidad. Eso se traduce en dos meses y medio más.
Llegar a esa meta de vacunados no significa que se acaben los contagios, pero sí que muchas más personas podrán enfrentar la enfermedad con consecuencias menos devastadoras y sin llegar a camas críticas. Las estadísticas oficiales señalan que quienes no cumplen con el requisito tienen cinco veces más probabilidades de requerir un tratamiento en la UCI. Así vista, la vacuna representa una herramienta significativa, que no reemplaza las medidas de autocuidado, pero se suma a ellas como barrera adicional.
El llamado es, entonces, a que especialmente los jóvenes respondan a sus turnos y concurran a los centros de salud. La campaña es voluntaria, pero también constituye una responsabilidad colectiva para enfrentar de mejor manera la crisis sanitaria, que ya se prolonga por un año y medio, trayendo todas las graves consecuencias sociales y económicas que la comunidad completa ha enfrentado y ya conoce -lamentablemente- demasiado bien.