En Alerta Ambiental por mala calidad del aire está Valdivia hoy. Ayer fue preemergencia, según establece el registro publicado por el ministerio de Medioambiente (http://airechile.mma.gob.cl/comunas/valdivia) y esto significa que el fin de semana ha existido una cantidad de material particulado fino en el ambiente, peligroso para la salud humana.

Las mediciones corresponden a la Gestión de Episodios Críticos (Gec) contemplada en el Plan de Descontaminación Atmosférica de Valdivia (PDA) y tienen como misión informar a la población sobre la contaminación, además de aplicar medidas para enfrentarla. Este domingo, por ejemplo, en los sectores A y B de la ciudad estuvo prohibido el uso de más de un calefactor a leña por vivienda durante todo el día y el uso nocturno de los aparatos que no tengan certificación. Para hoy, se permite el uso de un aparato a leña por vivienda, durante el día.

La meta de estas acciones (desde abril a septiembre de cada año) es mejorar las condiciones ambientales y así se ha ido logrando lentamente desde 2017, cuando empezaron a controlarse los índices. Ese año hubo 62 días con baja calidad del aire; en 2018 fueron registrados 80; en 2019 se llegó a 52 y en 2020 a 58 (4 Emergencia, 15 episodios de Preemergencia, y 39 episodios de Alerta). Este año, el 16 de junio fue la primera Emergencia.

Además de los informes y el monitoreo de la calidad del aire, el PDA contempla otras medidas, como el acondicionamiento térmico de viviendas, de modo que requieran menos combustible para calefacción y, por ende, emitan menos contaminantes.

En este último contexto es que el Infor (Instituto Forestal) entregó una muy buena noticia, pues a través de un proyecto de habitabilidad en dos barrios de Valdivia, logró reducir hasta en un 65% la demanda de energía en casas que fueron acondicionadas con adecuada aislación y con capacitación a las familias que las ocupan. El plan se aplicó en Altos de Mahuiza y en Brisas de Guacamayo; pudiendo ser un modelo para ser replicado en otras regiones del país.

El avance de Infor y el control desde la seremi de Medioambiente son iniciativas positivas, las cuales deben ser también apoyadas desde la comunidad.

El Consultorio Externo de Valdivia, cuya tan esperada obra de reposición fue una verdadera alegría y orgullo regional con alrededor de 7000 millones de pesos de inversión inédita, es el único que depende del Ministerio de Salud y por tanto, el responsable directo de su funcionamiento es el Servicio de Salud de Los Ríos (SSV). Dicho esto, el SSV es entonces el único responsable de la paralización de la obra cuando estaba a punto de terminar (95% de avance), y de la cadena de errores, negligencias graves y del sobrecosto que con certeza tendrá, cuando al fin, se pueda volver a contratar su terminación. Han pasado casi 2 años desde la suspensión de las obras y recordemos que debió haber iniciado su funcionamiento a fines del 2019. Los errores de manejo y la falta de pericia administrativa hicieron que hasta hoy, los casi 40.000 usuarios y los mas de 200 funcionarios (as) deban trabajar y recibir atención en condiciones sumamente precarias en 6 o 7 casas particulares mal adaptadas para cumplir una labor delicada, más aún en pandemia. A mi entender, desde la suspensión de obras hemos sido testigos de un festival de errores e informaciones que desespera a los dirigentes sociales y a funcionarios, quienes ya no creen en la frase: "ya está casi todo listo para reiniciar obras…" Actualmente no sabemos si están las garantías vigentes, y en base al informe entregado por Contraloría en enero, se establecen graves faltas administrativas al otorgar aumento de plazo sin justificar, o modificar el contrato sin ser necesario, o finiquitarlo posteriormente sin resolver previamente cuestiones formales. Todas faltas realizadas por el Servicio de Salud. Es por esta razón que hemos fiscalizado y estado en diversas reuniones con dirigentes del Codelo, juntas de vecinos, funcionarios y, recientemente con el Contralor Regional de Los Ríos, a quien le he pedido que no espere más respuestas del Servicio de Salud y pueda realizar una nueva investigación de oficio, ya que a la fecha no se conoce cuánto deterioro existe, ni tampoco cuanto más costará terminarlo, ni cuanto está costando el funcionamiento alternativo. No existe liquidación del contrato y por tanto no puede haber nueva licitación. Es hora que se asuman las responsabilidades y se reinicie las obras y para ello los mecanismos están claros. Tal como lo han dicho los dirigentes del Codelo y de los funcionarios: "ni la comunidad ni el Estado deben pagar los costos de la inoperancia e ineficiencia de las autoridades responsables".

Iván Flores García

Diputado