Convención Constitucional
Hace unos días, surgió una idea para intentar una relación entre la instalación y cumplimiento de la Convención Constituyente y un concepto muy utilizado en el diseño de productos: la obsolescencia programada.
Interesante analogía, dado que la Convención Constituyente solo durará 9 a 12 meses y responde a un proceso de movilización social que, mediante un acuerdo político de por medio, nos obliga a iniciar un proceso de cambio constitucional.
Las expectativas que se tienen de esta Convención son justamente un nuevo ordenamiento constitucional para Chile. Es decir, una nueva Carta Magna que explicite las reglas del juego de aquí a 30 o 40 años: esto es, ni más ni menos, pensar en un nuevo país. (...)Lo que se inicia el 4 de julio es tan importante, que necesitamos un país donde tengamos cabida todos y todas, donde la exclusión y la arrogancia queden atrás y seamos capaces de repensar Chile, con el agradecimiento a quienes se movilizaron para hacer posible este proceso, como también a quienes conforman la Convención Constituyente y pondrán al país primero.
Luis Martínez Cerna Dir. Administración Pública, Ucen
Lenguaje e incomodidad
Así titula una colega de historia, académica de nuestra recordada UACH una columna propia (24/6).
(...) Al respecto, es necesario decir que Lenguaje es una facultad innata que posee nuestro cerebro como función superior de la actividad cognitiva. Chomsky y muchos filósofos del lenguaje así lo conciben y lo concibieron, Wittgenstein por ejemplo. Derivan de aquí la "lengua", "habla" como manifestaciones de esta "facultad única" del ser humano, la que nos separa de otros seres vivos.
La lengua es un sistema de signos y sistemático con reglas específicas que regulan los fonemas, morfemas, y estructuras sintácticas que las hacemos operar en el "habla", manifestación física o sonora (audible) que nos distingue como hablantes y que podemos adquirir o aprender. De aquí surgen las distintas formas de discursos o textos donde podemos transmitir y proliferar "ideologías" entre otras cuestiones. En fin, el tema da para muchas páginas si queremos ignorar la lingüística.
El concepto o término "lenguaje inclusivo", tan usado en el "deconstruccionismo", y en campo del análisis socio-político, no corresponde a la "Lingüística". Sin embargo se usa indiscriminadamente sin que nadie repare. ¡Terrible! Principalmente para los profesionales de la comunicación y lingüistas.
Es un vocablo, ni siquiera un término, que ha sido elaborado ideológicamente para confundir como sofisma de distracción. Hoy lo vemos/leemos en los programas educacionales como verdaderas formas impositivas, por ejemplo ESI, que debemos tener mucho más cuidado, cuando se trata de "imponer" una hipersexualidad en el desarrollo/educación de niños y niñas.
La historia de la lingüística ha estado lejos de los intentos de la ideología deconstruccionista; son caminos diferentes; no se presta para el análisis político.
Omer Silva Villena Exacadémico Ufro/Uach
¿Los últimos o los primeros?
En tiempo de pandemia, suman y suman quienes enfrentan la pandemia. Entre ellos hay algunos que no son señalados, no son identificados, en particular. Se mueven sigilosamente, por lo general, son silenciosos. ¿Su expertise? Tener impeque, sin tacha, todo espacio, todo ambiente, de alta o mediana especialización. Puede ser en una unidad de pabellones quirúrgicos, en una sala de unidad de pacientes críticos, en una sala de unidad de tratamiento intermedio, en una sala de camas básicas o agudas, o bien, en salas de espera, en el servicio de urgencia.
Y, no es todo, están en todo ambiente o espacio como una presencia inalterable que mantiene el orden, el cuidado y la higiene en los pasillos, ascensores, las escalas de uso general; también de mantener limpios los baños, las puertas, los vaivenes, los pisos que reflejan la luz a través de los vidrios de las ventanas y que cae sobre equipos de alta y mediana gama, en fin, son muchos los espacios y los medios que mantener limpios.
Se turnan, forman equipos, cuadrillas; sus manos recorren todo, se agachan, se yerguen cuánto más pueden, sino con el auxilio de algún medio técnico y limpian, sanitizan todo y al extremo.
Hoy, visibilizar su labor es propio. Los aplausos deben llegar hasta ellos, hasta sus oídos, en el sector en que estén, es justo, es necesario. También deben salir en las fotos, entremezclados, los unos y los otros, los otros y los unos.
Los limpiadores y las limpiadoras. ¿Quiénes son? Quienes o aquellos y aquellas que llaman personal de limpieza. Son personas que prodigan mayores esfuerzos en disponer todo medio específico o inespecífico, todo espacio de alta o mediana especialización en el sistema de salud, en ambientes tan vitales como postas, cesfam, consultorios, hospitales, clínicas, en el sistema público o privado.
Nunca es tarde: ¡Muchas, muchísimas gracias, limpiadores y limpiadoras!
Raúl Caamaño Matamala Profesor Universidad Católica de Temuco