Voto: ¿Deber o derecho?
"¿Para qué votar?, si mi voto no cambia nada" o "Si igual el voto es voluntario" son frases comunes que dicen los chilenos a la hora de votar en diversas elecciones. El voto en Chile es voluntario desde el año 2012, y desde los últimos años se ha visto como el porcentaje de personas que van a votar ha disminuido constantemente; tanto así, que en las últimas elecciones de autoridades regionales solo hubo un 20% de votantes, una cifra alarmante.
Ante esto, me gustaría dejar una invitación a tomar conciencia de la importancia que significa que nuestro voto, sea un derecho o un deber, tenga una representación de todos los ciudadanos a la hora de forjar Chile.
Tomás Aguirre Ibáñez tommiaguirre@gmail.com
Nuevas autoridades
En representación de los socios de la Cámara de Comercio Detallista, Turismo y Servicios Valdivia AG entrego las más sinceras bienaventuranzas a la nueva alcaldesa de Valdivia y su equipo de trabajo.Hacemos votos para que logremos recuperar el tranco del trabajo, de la economía, la educación, la salud, el deporte y la reconversión verde y competitiva de verdad para nuestra ciudad.
Estamos seguros que el método democrático e inclusivo de los actores es el que se necesita para lograr políticas públicas con impacto en la vida de la comunidad de los barrios populares de Valdivia.Hacemos votos para que se innove en las políticas públicas municipales destinadas al microempresariado local y que nuestra ciudad pueda ser líder en las nuevas tendencias de la Economía Verde y del Desarrollo Local.
Nilo Zúñiga C. Economista
Agricultura Indígena Chilena
En el marco del reciente Día de los Pueblos Originarios quisiera destacar el inmenso aporte de las distintas etnias de nuestro país a la agricultura nacional. En INDAP, donde cerca del 40% de nuestros usuarios pertenece a algún pueblo indígena, conocemos en terreno y profundidad la diversidad cultural de Chile, ya que desde sus orígenes esta institución se ha relacionado de forma permanentemente con los 10 pueblos reconocidos por el Estado, de norte a sur, acercando herramientas de desarrollo, capacitación, asesoría e inversión.
La agricultura representa una de las principales fuentes de ingreso para las distintas comunidades indígenas, especialmente en el mundo rural, donde hemos enfocado nuestro compromiso y esfuerzo. Una parte central de nuestro trabajo es el Programa de Desarrollo Territorial Indígena (PDTI), el cual busca fortalecer las distintas estrategias de la economía de los pueblos originarios, de acuerdo con su propia visión de desarrollo. Solo durante este año hemos apoyado a más de 48.000 pequeños agricultores pertenecientes a algún Pueblo Originario con un presupuesto de $35.057.728.000 asignado a inversiones y asesorías a través del PDTI. Otro importante hito es el reciente convenio firmado con la Conadi, el que otorga recursos por $9.600.941.910 para construcción y habilitación de al menos 800 pozos para comunidades indígenas, además de la inscripción y regularización de los mismos. Este importante convenio viene a dar una solución definitiva a miles de familias y comunidades indígenas que tienen problemas de acceso al agua desde la Región del Biobío hasta Los Lagos. Asimismo, hace 2 meses lanzamos el nuevo Sello Originario, el cual resalta y pone en valor la tradición alimentaria ancestral de los Pueblos Originarios de Chile, permitiendo comercializar sus alimentos y productos en el retail y en los Mercados Campesinos a lo largo de Chile.
En Indap reconocemos y promovemos el enorme valor de la agricultura generada por nuestros Pueblos Indígenas, es por eso que continuaremos trabajando con la misma cercanía que hasta ahora, junto a ellos para entregar mayores oportunidades de desarrollo.
Carlos Recondo Director Nacional Indap
Una educación sin elección
Los problemas que hoy nos plantea la educación y las políticas públicas, más que preocuparse de un proceso de elevación cultural, suscitan la segmentación y acrecientan aún más la brecha social en términos de calidad y equidad. Lo anterior hace referencia a la forma en que se centra esta etapa y, principalmente, la figura antagónica de la escuela al interior de un sistema social cada día más descontento.
(...) La estratificación que en algún momento solo se evidenciaba en contextos sociales, actualmente se ve directamente relacionada con los entornos educativos, mimetizándose dentro de lo que la sociedad rige según su modelo. Este ejemplo se produce también en la educación al sectorizar por municipal, subvencionada y pagada, lo cual en términos de formación y de proceso de enseñanza-aprendizaje, no debería direccionar al sistema educativo. Al contrario del planteamiento anterior, hay una atadura de manos hacia las familias que quedan sin la posibilidad de elegir y obtener cierta movilidad y libertad dentro de la sociedad en torno a políticas públicas asociadas al contexto educativo y los impactos de éste.
Rolando Molina Martínez Dr. En Ciencias de la Educación