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instancias inclusivas y seguras para ejercer la profesión.
De aquellos diálogos nació la idea de crear un festival organizado por mujeres, con mujeres responsables del aparataje técnico y solamente con solistas o bandas de mujeres en escena. El resultado: Lluviosa.
La primera versión ocurrió el 8M de 2020 con conciertos en el Paseo Libertad. Ahora está anunciada una segunda versión para el 30 de octubre vía streaming.
En el equipo, Melisa Toro ejerce como productora ejecutiva. Es uno de los rostros principales de la propuesta que en cierta medida sigue los pasos del activismo de Ruidosa Fest.
¿Qué tipo de restricciones identifica principalmente en el área de la música?
-Las ganas de avanzar siempre chocan con la disponibilidad de recursos. Como banda nos gusta hacer las cosas de la manera más profesional posible y eso implica generar empleos a quienes pueden involucrarse en distintas etapas de una producción. Pero cuando tienes que concursar por fondos y además se disminuyen los montos asignados, entonces todo se reduce a que pocas personas terminan haciendo muchas cosas. En Valdivia hay mucho talento, hay muchos oficios muy bien desarrollados y gente muy capaz que siempre está disponible.
¿Le ha tocado vivir situaciones de acoso o descalificaciones por el hecho de ser mujer?
-La asamblea que se armó post estallido social sirvió para hablar de situaciones incómodas como por ejemplo malos tratos que casi siempre se traducen en situaciones cuando nos dicen 'arréglate más' o 'no eres buena en lo que haces'. Viví una situación incómoda cuando una vez me dijeron que yo era exitosa solo por mi físico y no por mi talento. Escuchar ese tipo de comentarios te hace sentir muy mal.
¿A qué atribuye que ocurra ese tipo de situaciones?
-Siento que hay un poco de machismo en eso y también son comentarios o situaciones que se generan personas que tienen cierto rango de poder. Eso es algo que pasa en todas partes, pero a las mujeres se les acrecienta mucho más solamente por el hecho de ser mujeres. En Chile es muy marcada esa tendencia de disminuir a las personas. Es algo que claramente queremos revertir porque creemos que no es justo. La validación personal, profesional y artística bien puede venir desde las propias mujeres. No necesitamos que los hombres nos digan que somos buenas en lo que hacemos como para creer que efectivamente los somos.
¿En ese sentido Lluviosa es un festival reivindicador?
-Es un festival para visibilizarnos, para tener un lugar donde poder mostrar lo que hacemos. Es un festival para todas las que no siempre tienen la posibilidad de estar en un festival por distintas circunstancias y cobra más relevancia aún porque es un lugar para todas aquellas artistas que se han formado durante la pandemia y necesitan mostrar sus creaciones. Con Lluviosa hemos creado un espacio para expresar el arte con absoluta confianza. No es un lugar exclusivo de algunas, es para todas y además apunta a que nadie se sienta disminuida o que crea que sabe menos que el resto por el simple hecho de estar iniciando su carrera. Tener un espacio seguro tiene mucho que ver con perder el miedo a integrarse a la comunidad, a hacer preguntas y querer aprender. Nadie nace sabiendo y entre todas nos podemos apoyar para mejorar lo que hacemos.
¿Se considera una líder de este nuevo proceso?
-Solamente soy una de las tantas personas que está impulsado una idea para generar un cambio. En este minuto me ha correspondido a mí esta responsabilidad, pero más adelante seguramente será alguien más la que tome la posta. Yo soy la que dio el empujón inicial para que ojalá ocurran cambios.
horizontalidad
El activismo desde la música es algo que Melisa Toro también proyecta en su profesión como cofundadora de Maga Arquitectas (que funciona desde 2017 con proyectos públicos y privados) e integrante del colectivo Mujer Arquitecta.
"Para nosotras el territorio que habitamos es mujer y tiene problemáticas similares, como por ejemplo el abuso o la explotación. Debemos cuidar la ciudad en medio de esta gran explosión demográfica donde se permite la instalación de empresas que arrasan con todo. Desde el arte, desde la arquitectura, queremos transmitir el mensaje de cuidar Valdivia y su entorno natural. En ese sentido con Lluviosa estamos apuntando a un cambio cultural. Sabemos que es complejo, pero estamos dando un primer paso que es muy importante en aspectos básicos como el respeto y la horizontalidad de la participación en la toma de decisiones".
¿Qué tipo de proyectos desarrollan en Maga Arquitectas?
-Todos aquellos enfocados en el buen vivir, es decir los que no son invasivos con la naturaleza y el entorno. Nos interesa mucho que las personas con las que trabajamos sean respetuosas con el medio ambiente, que entienda la necesidad de disminuir la huella de carbono cuando nos plantean una iniciativa. También abordamos propuesta relacionados con urbanismo, que es mucho más desafiante porque involucra a más personas.
¿Valdivia conserva algo de buen vivir?
-El hecho de que todavía podamos tomar agua de la llave es una señal de buen vivir. Parece ser algo básica, pero en Santiago no ocurre. Allá el crecimiento de la ciudad está afectando hace mucho el bienestar de las personas.
"Solamente soy una de las tantas personas que están impulsando una idea para generar un cambio. En este minuto me ha correspondido esta responsabilidad".
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