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Eliana Virginia Delgado Guzmán: Un recuerdo que vive entre los suyos

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El 4 de julio de 2020, Eliana Virginia Delgado Guzmán cerró sus ojos para siempre, justo el día de Santa Eliana, transformando este año de ausencia en un periodo difícil para toda su familia, al no contar con su presencia, sonrisa, sencillez y alegría. Nació en Valdivia el 26 de noviembre de 1948 y fue hija de Víctor Delgado Cárcamo y Olga Guzmán Pérez, quienes también fueron padres de Edith, Normanda, Samuel y Exequiel. Realizó sus estudios en el Colegio María Goretti y continuó en la Escuela N° 5, destacándose como excelente alumna. En 1960 ingresó al Instituto Comercial y egresó en 1966 como secretaria administrativa. El mismo año se incorporó a trabajar en la Dirección Zonal de Salud Valdivia-Osorno (hoy Servicio de Salud Valdivia) en el Departamento de Personal, donde permaneció hasta el año 1974. Allí conoció al amor de su vida: Lupercio Ríos Riquelme, con quien se casó el 30 de abril de 1971, luego de dos años de pololeo, y de cuyo matrimonio nacieron sus hijos Rodrigo y Mauricio, quienes fueron la alegría de su hogar. Luego de su renuncia al Servicio de Salud, comenzó a trabajar en la decanatura de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UACh, donde se desempeñó como secretaria administrativa durante más de 25 años y posteriormenete se acogió a jubilación, debido a un cáncer que la acompañó hasta sus últimos días, tiempo en el cual fue acompañada por su familia y sus nietos Felipe y Emilia, que eran sus retoños más queridos. La familia la recuerda con especial cariño: "Compartimos mucho en su querido Curiñanco, esas ricas empanadas para el 18 de septiembre, los asados, navidades, veranos y cumpleaños inolvidables. Era la organizadora de cuanta celebración podía haber, con el objetivo de tratar de mantener siempre unida a la familia. Era feliz revolviendo la tierra, con sus hermosas plantas, rododendros, azaleas, himalayas, hortensias y árboles frutales: manzanos, ciruelos, peros, cerezos y esos hermosos nogales". Agregan: "Es muy difícil indicar todo lo buena hermana, esposa, madre, tía, suegra, abuelita y cuñada que fue. Solo damos gracias porque estuvo aquí y fue parte de nuestra familia".

4 de julio de 2020 se marchó de este mundo la dama valdiviana Eliana Virginia Delgado Guzmán, quien fuera secretaria administrativa en el Servicio de Salud y la UACh.

La urgencia de la misión

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Jesús envía a doce de sus discípulos con una misión determinada: predicar la conversión al Reino de Dios. Esta conversión está acompañada con el poder que Él le da a sus discípulos-misioneros: expulsar a los demonios y sanar a los enfermos. Ambos serán signos de la autoridad con que los apóstoles van a llevar adelante la misión de Jesús.

Por eso, el texto este domingo (Mc 6,7-13) dice que cuando Jesús llamó a estos discípulos para enviarlos, les dio poder para expulsar los espíritus inmundos y sanar a los enfermos.

Sin embargo, les da también una orden que puede parecer contradictoria. Les dice: "Que no lleven pan, ni provisiones, ni dinero en el cinto; que usen sandalias, pero que no llevaran dos túnicas".

Es curioso que al enviarlos a una tarea tan importante, no les permita llevar lo mínimo para esta misión. Lo normal es que cuando alguien debe emprender un viaje y una misión piensa de inmediato en la preparación de su equipaje, donde llevar todo lo necesario: dinero, comida, vestido. Salvo en una urgencia total, en que no haya tiempo para preparar nada, se "parte con lo puesto", como suele decirse en esos casos.

Este es el sentido de este mandato misionero, que Jesús hace a sus discípulos: la urgencia del anuncio del Evangelio y de la conversión hace que todo lo "importante" a los ojos del mundo, pase a segundo plano.

La fuerza de los misioneros no está en sus medios, ni en sus provisiones, sino que en el poder del Espíritu del Señor, que expulsa a los espíritus malignos y sana las dolencias de los afligidos.

Jesús quiere enseñar que para esta misión, sólo es necesaria la fuerza del Espíritu y Cristo se las da a sus apóstoles y la sigue infundiendo a su Iglesia hoy.

"La fuerza de los misioneros no está en sus medios, ni en sus provisiones, sino que en el poder del Espíritu del Señor...".

María Angélica Haussmann Doering: A tres años de su viaje eterno

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El 4 de julio se cumplieron tres años de la partida de María Angélica Inés Haussmann Doering, dama ligada históricamente a la gastronomía valdiviana. Nació el 2 de julio de 1955 en Valdivia y fue la tercera y última hija del matrimonio formado por Edith Doering Schaufele y Ricardo Haussmann Clasing, quienes a la fecha de su nacimiento administraban el Club de La Unión, mientras el recordado Hotel Haussmann continuaba operativo. Durante sus primeros años sufrió una serie de enfermedades, que no le impidieron disfrutar de una infancia feliz junto a sus hermanos Norma y Ricardo, sus abuelos, tíos y primos, todos vinculados al comercio y al trabajo en la gastronomía. Cumplió con su enseñanza básica y media en el Instituto Alemán Carlos Anwandter y en 1973 ingresó a la Universidad Austral de Chile para estudiar Pedagogía en Inglés, en el Campus Isla Teja. Perfeccionó sus habilidades con los idiomas y las bases para ejercer como profesora, actividad que desarrolló en el Liceo Técnico de Valdivia, hasta el año 1987. Fue madre de tres hijos: María Fernanda, Rodolfo y Álvaro; y con la llegada de este último decidió dejar la pedagogía, para trabajar en el Café Haussmann y apoyar a sus padres. A comienzos de la década del '90 sus padres enfermaron de cáncer y fallecieron con un año de diferencia, razón por la cual tomó el mando del local y continuó el legado que su madre había instaurado en 1959. María Angélica Haussmann luchó por mantener la tradición familiar en cada detalle del tradicional café. "Se preocupó de atender a sus clientes con el cariño y calor de hogar que la caracterizó. Transmitió, con su labor, que el trabajo arduo y dedicado rinde frutos, que la responsabilidad es importante, pero que la empatía lo es más. Por lo mismo, no dudó en apoyar a toda persona y organización que lo necesitó. Su legado está ahí. Cada día que sube la cortina es María Angélica quien los y las recibe en Das Haus", señala su hija María Fernanda. María Angélica Inés Haussmann Doering falleció el 4 de julio de 2018 y sus restos descansan junto a los de sus padres, en el Cementerio Alemán de Valdivia.

63 años de edad tenía María Angélica Haussmann, al instante de su fallecimiento. Fue profesora de Inglés y durante 30 años se dedicó al rubro gastronómico.