Voluntad para un trabajo colaborativo
El gobernador regional Luis Cuvertino y el delegado presidencial César Asenjo dieron ayer señales positivas hacia la cooperación. No será sencillo ajustar funciones y estructurar desde cero una nueva forma de dirigir; pero un afán de cooperación puede generar más éxitos que fracasos...
Un emotivo y republicano acto marcó ayer la jornada en que Luis Cuvertino asumió como el primer Gobernador Regional de Los Ríos. La sesión solemne del Core, el Teatro Cervantes renovado, el acto cultural, el video que aludió a la evolución local desde 2007, los agradecimientos para tantos y tantas que soñaron este momento; todo, estuvo a la altura de un día realmente histórico para la descentralización chilena.
Entre esos elementos significativos hubo, además, dos gestos muy importantes para el futuro. Fueron los discursos llamando al trabajo unitario que pronunciaron tanto el gobernador Cuvertino, como César Asenjo, último intendente y primer delegado presidencial en el territorio.
La voluntad de ambos para poner a la región primero, escuchar a la comunidad, avanzar en entendimiento y valorar las tareas realizadas por los funcionarios públicos, resulta esperanzadora y digna heredera del espíritu que consiguió crear esta Nueva Región, a través de una lucha transversal políticamente e incansablemente tesonera, en la cual se aprendió que los objetivos no se alcanzan sin trabajo colaborativo.
Por otra parte, es importante recordar un desafío actual no menor. Una parte importante de la comunidad aun no dimensiona la profundidad del cambio producido (las cifras de participación electoral de algún modo así lo señalan) y que hay confusión frente a él. Por lo mismo, si las polémicas se instalan, será aún más difícil que se valore este paso, logrado tras el, también, extenso trámite para crear los Gobiernos Regionales con validez democrática: instalación en 1992, cambio constitucional en 2005, elección de cores en 2013, aprobación de gobernadores en 2018, elección recién en 2021.
Con claridad, no será sencillo ajustar funciones y estructurar desde cero una nueva forma de dirigir; tampoco vendrá fácil la obligación de coordinar intereses locales con los nacionales. De hecho hay demasiados vacíos legales aún en estas materias. Sin embargo, si se conserva ese afán expresado ayer por Cuvertino y Asenjo, es probable que la ruta se transite con más éxitos que fracasos. Y eso le hará bien a las doce comunas y a las casi 410 mil personas que habitan actualmente en ellas.