Voz común para las nuevas autoridades
La eficacia de una Asociación Nacional de Gobiernos Regionales ya fue demostrada en las reacciones por recorte presupuestario. El gobernador regional Luis Cuvertino puso énfasis en la colaboración entre territorios, para avanzar en el camino de la descentralización.
Al asumir su cargo el 14 de julio, el gobernador regional Luis Cuvertino fijó cinco ejes prioritarios para su trabajo inmediato. El primero de ellos se refería a la creación de una Asociación Nacional de Gobiernos Regionales, a la cual describió como "un frente político único que tenga la calidad de interlocución válida, oportuna y representativa, que defienda nuestras demandas".
Esa organización ya había sido mencionada por Cuvertino desde su campaña, indicando que la naciente institucionalidad requiere de reunión de fuerzas para crecer; sobre todo en una etapa inicial, cuando todavía hay muchas áreas legislativas aún no resueltas respecto de las competencias de las nuevas autoridades.
Tras la segunda vuelta electoral se articuló de hecho esa Asociación y su aparición pública inaugural fue al plantearse como interlocutor ante La Moneda, para exponer la discrepancia con la reducción de recursos que se había dispuesto para los nuevos Gore (Gobierno Regional). El argumento fue acogido y el recorte, dejado sin efecto; demostrando la eficacia de tener una voz común para los líderes de las 16 regiones.
Ahora, seguramente, viene el proceso de estructurar formalmente la agrupación. Mientras eso ocurre, es importante que ya exista la voluntad de colaboración transversal para desafíos como las estrategias de desarrollo, el ordenamiento territorial, la capacitación de funcionarios y la discusión presupuestaria.
Este tipo de vinculación interinstitucional permite sumar fuerzas. Ejemplos de ello son la Asociación Nacional de Consejeros Regionales (Ancore) y la Asociación Nacional de Municipalidades de Chile (Asmuch) creada en 2013; también la Asociación de Municipalidades de la Región de Los Ríos, muy importante en la historia local, pues su nacimiento en la década del noventa -tras la primera elección democrática de alcaldes- permitió comenzar a hablar de la antigua Provincia de Valdivia como una "región real".
Desde esta mirada es muy valorable el gesto dado por el gobernador Cuvertino, que conlleva también un compromiso con el diálogo como forma de gestión; algo que será clave en los acercamientos con la Convención Constitucional, al momento de analizar la administración nacional y la descentralización.