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Directores detallan las estrategias que aplicaron para retorno a clases

LOS RÍOS. El segundo semestre escolar se dio por iniciado ayer en el país. Quienes poseen sistemas mixtos dan a conocer los cambios que han generado para volver a las aulas.
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Claudia Muñoz David

Ayer comenzó oficialmente el segundo semestre para los escolares del país y en algunos colegios de la región de Los Ríos ese regreso pudo ser presencial. Varios establecimientos han implementado diversas modalidades para lograr que sus estudiantes asistan, aunque sea una semana al mes, a las aulas, interactúen con sus compañeros y profesores. Algunos colegios están trabajando con clases híbridas desde marzo de este año y otros ya lo llevan haciendo desde fines del año pasado. ¿Cómo han adaptado su sistema de enseñanza?

Uno de los establecimientos que comenzó en marzo con las clases presenciales es el Masters College de Valdivia, ubicado en la Villa Progreso, en el barrio de Las Ánimas. Tiene una matrícula que bordea los 600 estudiantes, casi la mitad de ellos en situación de vulnerabilidad. Sus cursos, que van desde prekínder hasta cuarto medio, están integrados por 30 alumnos en promedio. Asisten niños y niñas. Su director, César Lillo, contó que en 2020 generaron estrategias para seguir entregando educación a través de guías y clases online. "Pudimos hacer un relativo exitoso año", dijo. Sin embargo, sentían que era necesario regresar, que no era lo mismo.

Los cambios

En febrero de 2021 el establecimiento recibió la visita de representantes de las Seremi de Salud y Educación. Consideraron que contaba con las condiciones adecuadas para comenzar las clases presenciales y en marzo pudieron abrir por unos días, hasta la cuarentena. "Tuvimos 111 alumnos el primer día. Fue una alegría inmensa porque el colegio tenía vida nuevamente, niños que corrían, conversaban, saludaban. Nos cambió la cara a todos, a los profesores, a los asistentes y a los administrativos. Nos dimos cuenta de la necesidad que teníamos de mantener las puertas de nuestro colegio abiertas y esperamos con mucho optimismo que terminara la cuarentena", dijo.

Desde que Valdivia avanzó de fase, las clases se realizan en una modalidad mixta, presenciales en la jornada de la mañana para quienes asisten voluntariamente y online en la tarde para quienes prefieren esa opción. Comenzaron los estudiantes entre octavo básico y cuarto medio; unos meses más tarde se incorporaron los de quinto básico en adelante y durante los primeros días de septiembre se podrán integrar todos. Cada sala fue adecuada para albergar a unos 15 alumnos. Todos llevan mascarilla y se les entrega si hay recambios, cuentan con alcohol gel y se mantiene la distancia.

"Se redujeron las horas, el bloque era de 90 minutos, pero ahora es de 60. Eso permitió que los profesores pudieran redistribuir su horario en ambas jornadas. Ha sido bastante práctico", dijo Lillo.

En los recreos, utilizan tres patios para los niveles diferentes. Además hay personal que está preocupado de que se mantengan las distancias. Para las clases de educación física se evitan las actividades que involucren compartir un balón o el contacto. "No hemos tenido ningún problema manteniendo esas medidas. Nosotros no hemos sido fuentes de contagios, los que se han dado en las familias de alumnos o de profesores han sido ajenos. Hemos sido muy cuidadosos. Si hemos sabido que un niño ha tenido un contacto cercano con otra persona, inmediatamente el niño se devuelve a la casa y quienes compartieron con él se quedan en su casa hasta que sea seguro retornar. Nos hemos adecuado a todas las reglas", recalcó. Cuentan con una sala especial para llevar a los niños si se sospecha de algún problema de salud. Ahí esperan a sus padres, para que los observen o los lleven a un centro asistencial.

"Un apoderado, que es médico broncopulmonar, vino al colegio a observarlo y le dijo a otros apoderados que estaba bien, que iba a mandar a su hija. Eso sirvió como aliciente e hizo que muchos confiaran. Es así como día a día los mismos compañeros de curso han servido como nexo para que otros comiencen a venir. Diariamente llegan entre 80 y 105 niños de quinto básico a cuatro medio y consideramos que es un buen número. Se ven contentos, bajó ese estrés con el que llegaron al principio. Ahora se les ve felices", relató.

Rutina aprendida

El Colegio San Luis de Alba, de la comuna de Valdivia, también retomó las clases presenciales en marzo. Su rectora, Sandra von Johnn, expresó que "siempre nos propusimos que apenas como colegio pudiéramos volver tendríamos clases presenciales, por su puesto de manera voluntaria. Las clases son irreemplazables, sobre todo en nuestro proyecto educativo en el que es importante compartir con otras personas".

Se prepararon durante febrero para organizar salas, espacios comunes cerrados y abiertos, recreos, entradas y salidas diferidas. Desde que Valdivia avanzó de cuarentena a las siguientes fases se comenzó a desarrollar un sistema híbrido en el que las clases se realizan de manera presencial y al mismo tiempo se transmiten online. "Están todos simultáneamente en clases. Implementar este sistema fue un gran desafío que involucró a los profesores. Ellos poseen un micrófono para ser escuchados en las casas y las salas de clases tienen parlantes.

"Diariamente llegan entre 80 y 105 niños de quinto básico a cuatro medio y consideramos que es un buen número".

César Lillo, Masters College

"Nuestro desafío es comenzar a retornar actividades de nuestro calendario anual, hitos específicos, deportivos".

Sandra von Johnn, Colegio San Luis de Alba

"El año pasado había temores , pero en la medida que pasaron los días bajó la ansiedad. Los niños son muy responsables".

Lorena Angulo, People Help People

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