Manzanas de guarda
Canta el poeta: "es bueno saludar los platos y el mantel puestos sobre la mesa, /y ver que en el viejo armario conservan su alegría /el licor de guindas que preparó la abuela /y las manzanas puestas a guardar" (Otoño secreto, Jorge Teillier, 1956).
En pleno invierno mi vecino Jorge nos ha regalado ya varias entregas de manzanas, que cosechó a mano hace algunos meses, en una quinta familiar en la comuna de Corral. Poseen un dulzor suave, baja acidez, y son increíblemente jugosas aún. Como una estela ensoñada de los luminosos días, son frutas deslumbrantes de una amarilla intensidad, con algunas pecas o puntitos, y de un tamaño más bien mediano.
¡Que gracia la de estas manzanas de guarda!, han sido una dicha dorada en la mesa, como la alegría del pan recién horneado, que come el labrador desgajándolo entre sus manos. Son también una extraña y olorosa presencia del verano ido, guardada claridad, un presente extemporáneo, atípico.
Y como las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides, la fruta reservada a los antiguos dioses griegos, manzana de oro es en nuestro temblor de inmortalidad.
Valga decir que el adjetivo "de guarda" es una distinción que alude a la capacidad del fruto para conservarse por un buen tiempo, pudiendo así comerse manzanas fuera de temporada.
En Chiloé, por ejemplo, se han reconocido como tales a la Dulceamarga, Cabeza de Guagua, Camuesta, Fierro y Reineta (Navarro, Poo, Morales y Poblete: Variedades tradicionales de manzana del archipiélago de Chiloé, 2017); todas estas existen también en nuestro Huillimapu de Los Ríos.
El reconocimiento de manzanos de guarda ha sido documentado para el Chile colonial hacia 1791 y 1798, en Curimón y Río Claro-San Fernando respectivamente (Lacoste, Yuri, Aranda, y Castro: Variedades de Pomáceas. Chile y Cuyo 1700-1850, 2011).
Que lo canten los historiadores: ¡oh luz devenida árbol y fruto, pulpa siempre nueva y antigua, vívido misterio devenido, rebosante de tu oscura terrenalidad!
"No me invites a copiosos festines.../Si quieres que sea tu invitado, /coge unas manzanas de tu huerto /y comámoslas mientras caminamos" (El huésped, Carlos Cortínez, 1976).
Juan Navarrete Espinoza Licenciado en Historia UACh
Seguridad vial
Vemos con preocupación lo acontecido durante las últimas semanas en algunas rutas de la región, donde se han producido accidentes y hechos que lamentamos profundamente.
Creemos que es momento de volver a relevar la importancia de la seguridad vial y la conducción responsable.
Se trata de un tema de suma importancia que debe ser abordado de manera integral.
Sin duda que las políticas públicas juegan un rol relevante, pero aún más, y especialmente, lo hacen las conductas de las personas, por ejemplo, evitando el consumo de alcohol, y por sobre todo, no exponiéndose a altas velocidades, que es la principal causa de siniestros viales.
Lo mismo, los peatones que deben evitar el cruzar la ruta por lugares no habilitados. Por nuestra parte, estamos comprometidos con la mantención de las carreteras, a lo que hemos sumado intensivas campañas de seguridad vial, acciones conjuntas con Conaset (Comisión Nacional de Seguridad en el Tránsito), un reforzamiento de la infraestructura, patrullaje y sistemas tecnológicos que mejoran las condiciones de seguridad de nuestra ruta, y una alianza con Conaf (Corporación Nacional Forestal) para la prevención de incendios que incluso nos valió un reciente reconocimiento de la entidad. Pero nada de esto sirve si no contamos con la colaboración de los usuarios a través de la conducción responsable. Sabemos que cuando hablamos de seguridad vial, hablamos de vidas humanas y por lo mismo, el llamado es a comprometernos, todos y cada uno, en la persecución de ese objetivo. La responsabilidad es de todos.
José Ricardo González Gerente General Ruta de los Ríos
Retiros del 10%
El primer retiro del 10% de las AFP significó una ayuda para las personas en tiempos aciagos. Si bien todos reconocen que no es la mejor medida-ya que es simplemente decirle al ciudadano "hazte cargo solo"- era lo que había en el momento.
Luego apareció el segundo y, posteriormente, el tercer retiro con la misma justificación utilizada para el primer retiro. No obstante, había un problema: la gente comenzó a quedarse sin ahorros y vio disminuida, en gran parte, su futura pensión. Aun así, en vez de analizar alternativas eficientes, se eligió nuevamente la misma tónica.
Llevamos cerca de un año desde que empezamos a hablar en el mismo lenguaje y todavía se sigue empleando el mismo argumento para validar el cuarto retiro.
Ahora, toca preguntarse, ¿no sería mejor que, por primera vez, se focalizara la ayuda para los sectores que sí lo necesitan y, asimismo, no afectar las pensiones? Tristemente esto no ocurrirá porque es mejor crecer en popularidad y así mantener "la gallina de los votos de oro".
Daniel Soto FPP Valdivia dsoto@fppchile.org