"Tenemos el gran anhelo de fortalecer la formación de médicos en Valdivia"
VISITA. El directivo destacó que la casa de estudios se encuentra trabajando intensamente para poder impartir la carrera de Medicina en la sede de la región de Los Ríos.
Desde que asumió su cargo, el rector de la Universidad San Sebastián, Carlos Williamson, había acostumbrado realizar visitas periódicas a las diversas sedes de la casa de estudios. Pudo estar en Valdivia durante la primera semana de marzo de 2020, pero después de eso y debido a la pandemia, solo pudo establecer contacto de manera online. Esta semana regresó. Se reunió con representantes de la Federación de Estudiantes, con los docentes, recorrió las instalaciones, visitó al obispo y tuvo encuentros con el director del Servicio de Salud Valdivia y con el director del Hospital Base. Estas dos últimas actividades estuvieron relacionadas con un desafío que asumió la universidad: abrir Medicina en su sede de Los Ríos.
Actualmente, la Universidad San Sebastián ofrece esta carrera en Santiago, Concepción y Puerto Montt y comenzar a impartirla en Valdivia les permitirá fortalecer las opciones que entregan en el área de la salud local, que hoy incluyen Enfermería, Nutrición y Dietética, Fonoaudiología, Kinesiología, Tecnología Médica, Terapia Ocupacional, Obstetricia, Química y Farmacia, además de Bachillerato en Ciencias de la Salud.
"En el ámbito de la salud hay grandes perspectivas de futuro. El mundo de la salud va a seguir creciendo en el país y todas las carreras de esta área han tenido un gran despliegue en su admisión el año 2021", dijo. Y con respecto a impartir Medicina, indicó que "estamos en la última consulta en la Comisión Nacional de Acreditación, hay una serie de etapas que hay que cumplir para un objetivo de gran envergadura. Todavía no es absolutamente oficial, pero tenemos el gran anhelo de poder fortalecer la formación de médicos en la ciudad de Valdivia. Esta es una región que tiene un contingente muy importante de adultos mayores, por lo que hay una necesidad imperiosa de seguir creciendo en términos de fortalecer las capacidades en todo el ámbito de la salud. Actualmente la USS tiene la carrera de Medicina más grande del país y lo hemos hecho bien. Tenemos una carrera acreditada, con buena presencia y nuestros egresados trabajan en el sector público, siendo muy bien valorados. Además tenemos una admisión muy exigente, con un puntaje de corte sobre los 735 puntos. Hay gran necesidad de médicos en el país y dar esa gran noticia es la gran aspiración que tenemos".
¿Qué desafíos implicaría poder instalar esta carrera?
-El médico tiene una formación que parte con los cursos básicos y nosotros hemos ido invirtiendo en capacidad académica, en términos de personas que tienen todo el potencial y la capacidad para hacer buenos cursos. Luego viene el tema de los laboratorios, estamos planificando hacer inversiones de infraestructura. Tenemos el hospital de simulación que probablemente va a tener que crecer también. Creo que hay espacio de crecimiento y hay que recordar que las inversiones que está haciendo el Estado en hospitales a nivel país hacen pensar que hay voluntad política de seguir invirtiendo en el ámbito de la salud, por lo tanto se van a necesitar más médicos y principalmente más especialistas.
Lecciones de la pandemia
En marzo de 2020, el desafío que se había planteado el rector era recuperar las confianzas de los alumnos. Esto debido a la contingencia, ya que pocos meses antes había ocurrido el estallido social y hubo paralizaciones en la sede de Valdivia.
¿Se pudo avanzar en ese desafío teniendo en cuenta la crisis sanitaria?
-Todas las universidades habíamos vivido una situación compleja derivada del estallido social. Yo había estado en Valdivia en noviembre de 2019 en una reunión con los estudiantes que estaban en paro y recuerdo que fue muy grata, me sorprendió el respeto y la posibilidad de conversar y dialogar que hubo. En ese momento, yo creo que comenzó el proceso de recomposición de las relaciones personales y humanas que se habían quebrado. Cuando vine a principios de marzo de 2020, teníamos contempladas las aperturas y fiestas con las que se recibe a los novatos, pero el 14 de marzo tuvimos que decidir pasar de la presencialidad a 100 por ciento online. Tuvimos varios paros, como en otras universidades, relacionadas con cómo la universidad se cerraba. Pero después de eso comenzamos a reconstruir las confianzas desde una óptica distinta, en el fondo, decir que aquí estamos todos embarcados en lo mismo. Dijimos 'ustedes tienen derecho a educarse y nosotros el deber de buscar los modos de educar'. Comenzamos a buscar los puntos de contacto y de acuerdo y mi percepción, además de las encuestas que se han hecho, muestran que hay un reconocimiento de que nuestra universidad ha hecho todos los esfuerzos para generar las condiciones de una educación remota con las mejores voluntades.También buscamos la manera de ir en ayuda de aquellas familias con problemas económicos y el año pasado gastamos casi 8 mil millones de pesos en becas para los estudiantes. En condiciones tan adversas, la universidad fue capaz de buscar el modo de acercarse y los estudiantes reconocen que eso fue valioso. Ahora debemos mirar con más optimismo el futuro y tengo confianza en que estamos entrando a un nuevo ciclo.
¿Qué lecciones está dejando la pandemia?
-La gran lección es que el modo de aproximarse a la realidad y de trabajar va a ser distinto.
El mundo digital está entrando con tanta fuerza. que tenemos que repensar cómo va a ser el mundo laboral del futuro. Va a significar afianzar ciertas capacidades cognitivas y lo digital. Son una combinación que si no tiene una especie de capa protectora de relaciones personales y socioemocionales, va a ser un mundo frío.
También requiere que cada uno de nosotros, ya sea a nivel de la universidad y de quienes enseñan, actuemos como verdaderos líderes. Pensamos en el futuro egresado de la Universidad San Sebastián y creemos que debemos fortalecer las capacidades cognitivas, las afectivas e incorporar lo digital y la tecnología, porque el mundo laboral va a demandar esas capacidades, desde la Medicina hasta la Psicología. Esto significa que la universidad tendrá que repensar los métodos de enseñar. El mundo del futuro será de flexibilidad, capacidad de discernimiento sobre la manera de tomar clases y dar más libertad a los estudiantes para que sean protagonistas de su propio desarrollo.
"Las inversiones que está haciendo el Estado en hospitales a nivel país hacen pensar que hay voluntad política de seguir invirtiendo en el ámbito de la salud, por lo tanto se van a necesitar más médicos".
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