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Los combustibles fósiles como el gas y la parafina -en cambio- no tienen esta característica, ya que son derivados del petróleo o fueron producidos en anteriores épocas geológicas". Sin embargo, expresó su preocupación con respecto a los precios. "La regulación tiene dos caras. Una desde el punto de vista del productor, que encarece el producto. Si el mercado paga no hay problema, pero hoy con el actual precio que tiene la leña ya se encuentra caro ¿Y mañana con más regulación? Por el lado del consumidor, recibirá un producto más homogéneo, pero más caro. El costo se va a aproximar al valor del pellet", dijo.
Consideró además que esta regulación aún no es suficiente para solucionar diversas dificultades. "El problema de la contaminación de partículas hay que abordarlo con más tecnología, tanto en los equipos con los que se quema este combustible sólido, como la forma en que viene el combustible. Pasar de trozos de tronco a astillas es una tendencia que permitirá regular más la humedad de dicho combustible. El 80 por ciento del problema de las causas de la contaminación es el equipo que quema la leña. En ese contexto el recambio de calefactores, en especial a pellet, es un buen paso. De la misma forma, se debería mejorar los equipos que combustionan leña", agregó.
El profesional recalcó que el desafío más relevante que queda es alcanzar una independencia energética tanto nacional como regional a base de los combustibles sólidos, como leña, astillas, briquetas y pellet. Para ello es necesario avanzar en una calefacción distrital con combustibles sólidos y con equipos de última generación, que no echen humo; construir nuevas casas sociales de madera con aislación térmica y con calefacción centralizada o distrital a base de combustibles sólidos; fomentar decididamente las plantaciones para biomasa, así como el uso de desechos del manejo sustentable del Bosque Nativo, donde se cumpla la normativa ambiental y tributaria y por último, llegar a fomentar y subsidiar la energía térmica, como el agua caliente, vapor e incluso electricidad, a partir de combustible sólido, de la misma forma que hoy lo hacen los países del norte de Europa.
Consumo sustentable
La vicepresidenta de Pymemad a nivel nacional, Pamela Díaz, destacó que la aprobación del proyecto es un paso clave para mitigar los efectos del cambio climático que hoy se vive. "La leña es un combustible natural, renovable y carbono neutral, tiene beneficios tanto sociales como medioambientales y representa una actividad fundamental para miles de familias en el sur de Chile", dijo. También recordó que la sustitución de los combustibles fósiles, como el carbón, el gas o el petróleo, por fuentes primarias de energía con origen renovable como la biomasa "tendrá externalidades positivas para el conjunto de la economía, al permitir la generación de empleo cualificado en zonas rurales y al contribuir a un comercio legal y responsable. Por lo tanto, es importante fortalecer este mercado, ordenarlo y establecer estándares mínimos de calidad, pero con los cuidados y prevenciones necesarias para apoyar a los pequeños productores y crear las sinergias necesarias para ir masificando el consumo de biomasa de manera sustentable".
La ingeniera forestal recalcó que "es importante destacar el rol de la vegetación por su capacidad natural de capturar el dióxido de carbono y almacenarlo como parte de sus estructuras físicas. Por esto, es importante fomentar y aumentar nuestra capacidad de absorción de carbono a través de los bosques y las plantaciones forestales". Por lo mismo, hizo un llamado a las autoridades a fomentar la forestación y el despliegue de inversiones en energías renovables; la construcción y rehabilitación de viviendas más eficientes energéticamente; el tratamiento y la gestión de los residuos; y la gestión forestal para el desarrollo de la bioeconomía, entre otras acciones.
2 millones de hogares en la zona centro sur del país ocupan leña para calefacción. Desde la región de O'Higgins a la región de Aysén se concentra el 32 por ciento de la población nacional.
90 por ciento de las ventas que se realizan de este tipo de productos en el mercado de la región de Los Ríos, se hace actualmente de manera informal y no se garantiza que esté seca.
2019 el Ministerio de Energía desarrolló talleres participativos con aproximadamente 600 asistentes, quienes llegaron al consenso de que era necesario regular la comercialización de la leña.