"Los libros son como estaciones desde donde puedes partir a otros lados"
PUBLICACION. La poeta y traductora trae de vuelta una obra con Valdivia como protagonista.
Desde Arica, Editorial Aparte inició hace un tiempo el rescate de autores del resto de Chile con la idea de hacerlos circular en el norte. En esa cruzada escogió a las valdiviana Verónica Zondek para la reedición de "La ciudad que habito", un poemario lanzado originalmente en 2012 y que ahora está de vuelta con aires de renovación.
El proyecto nació en 2004, año en que la autora llegó a vivir a Valdivia. Fue entonces en que decidió poner su relación con la ciudad en poemas de largo aliento que exudan transformaciones culturales, mestizajes, desastres naturales y transformaciones varias.
-¿Qué tanto ha cambiado su visión de la misma ciudad que sigue habitando y que está contenida en el libro?
El libro es más un recorrido por la historia, la materialidad, las presencias y ausencias de la ciudad que una imagen estática, o una visión de ella. Es también un recorrido, o una investigación de mi propio y largo viaje hasta llegar a renacer y asentarme en ella. Por eso, creo que el libro es también la escritura de ese encuentro, entre ella y yo. Entonces, podría pensarlo como un libro infinito, en el sentido de que el multidimensional cuerpo citadino y mi grueso cuerpo personal lleno de experiencias, cambian, se mueven y vagan por rutas que se leen desde un crisol de perspectivas. En ese sentido mi ojo puede estar más lleno de lecturas y vivencias que cuando lo escribí y publiqué por primera vez, pero creo que, en lo central, el libro dice lo que dice. Lo leo con otras minucias a cuesta e igual me gusta.
- ¿Hubo relecturas, correcciones y cambios para esta nueva edición?
Sí, de todo. Pequeños ajustes, sobre todo respecto a la espacialidad y a los ritmos. El hecho de que estén trabajando musicalmente con el libro, ha hecho que mi obsesión por el ritmo de las palabras se acentúe. Por lo que hay una que otra palabra cambiada o eliminada y también reajustes de espacio. Todo importantísimo para mí, aunque no sé si para alguien más. Horas de lectura y lápiz en mano, un placer. Amo el mundo al que te abre el hecho de reeditar. Refuerza mi atracción por lo frágil y también por los procesos. Y ahí pienso está lo sensible, la posibilidad de investigar y encontrar lo claro y lo oscuro que es lo que te permite vibrar con la vida y enfrentarte al dolor. Los libros son como estaciones desde donde puedes partir a otros lados.
Valdivia está marcada por desastres naturales y la creatividad, entre muchos otros elementos identitarios. ¿Cómo se integra su obra en general y "La ciudad que habito" en particular en esta biografía de la ciudad?
Bueno, las dos cosas que nombras se necesitan mutuamente. Un desastre sólo puede ser superado, en realidades como la nuestra, gracias a la creatividad. Quizás eso explique esa marca de la que hablas. 'La ciudad que habito' hace transitar a la biografía personal entre los andurriales de una biografía común a todos los que vivimos en este territorio. Creo que la obra de cualquier creador, se integra a la biografía de la ciudad en la medida de que estas obras son acogidas por el público local. Porque es en ese intercambio donde las obras adquieren vida y sentido. No sé, es algo muy personal, pero para mí, una obra con la que engancho es un regalo. Y es eso lo que espero que le suceda al menos a un lector cuando publico un libro.
Verónica Zondek Editorial Aparte, 2021 48 págs.