El conflicto
de Jesús
Durante el ministerio público de Jesús, junto a las personas que le seguían y aquellos que acudían en gran número para escucharlo y ver los signos que hacía, también llegaban las autoridades religiosas de la época: escribas y sumos sacerdotes. Muchos de ellos pertenecientes al grupo de los fariseos, que se caracterizaban por su apego a la Ley de Moisés y a su fiel cumplimiento: para ellos en eso se jugaba la fidelidad a Dios y por eso era tan importante que todos la cumplieran.
Jesús se había manifestado como un gran profeta en "palabras y obras" y tenía gran aprecio por parte del pueblo sencillo y además su grupo más cercano lo consideraba el Mesías (es decir el enviado de Dios) e incluso lo reconocían como el hijo del Dios altísimo. Por estas razones, el grupo de los fariseos lo miraba con desconfianza y dialogaba con él, buscando verificar si de verdad era quien decían sus discípulos. Había ciertos puntos "doctrinales" que Jesús aparentemente no respetaba y que hacía dudar a los fariseos sobre este Maestro itinerante que venía de la región de Galilea (zona del país sin mucha fama). El tema del respeto del sábado (día de reposo para ellos) y el no cumplimiento de normas y preceptos lo colocaban al límite de lo aceptado para uno que se le consideraba como un profeta y maestro.
El evangelio de este domingo (Mc 7, 1-8.14-15.21-23) pone una vez más de manifiesto este conflicto entre Jesús y los fariseos y escribas. Ellos cuestionan que los discípulos de Jesús no cumplan con ciertas normas de purificación que se debían realizar en aquella época. Jesús no busca romper con las normas por capricho o por simple rebeldía. Jesús dice en otra ocasión que él no ha venido a cambiar una coma de la Ley, sino que a darle real cumplimiento. Lo que Él hace es tener una mirada distinta de la Ley y los preceptos de Israel, Él tiene la mirada de Dios y por lo tanto, pone a la persona al centro: como criatura amada de Dios. "El sábado está hecho para el hombre y no el hombre para el sábado", responderá en otra ocasión , cuando le cuestionan el sanar a una persona en día de reposo. La libertad de Jesús frente a la Ley, está llena de amor y de convicción por el ser humano y su creación.