Agencias

Una nueva y compleja arista del coronavirus descubrió un amplio estudio publicado recientemente por The Lancet Infectious Diseases, que señala que las personas infectadas con la variante delta del covid-19 corren cerca del doble de riesgo de ser hospitalizadas respecto de aquellas contagiadas con la versión alfa.

Un grupo de investigadores de la agencia pública de salud británica (PHE) y de la Universidad de Cambridge analizaron los historiales clínicos de 43.338 personas que dieron positivo por el patógeno en Inglaterra entre el 29 de marzo y el 23 de mayo de 2021.

De ellos, solo un 20% de esos casos (8.682) estaban provocados por la variante delta, identificada por primera vez en la India en diciembre de 2020, mientras que el resto (34.656) correspondían a la variante alfa, cuya primera muestra conocida se tomó en el sur de Inglaterra en noviembre de 2020.

VACUNACIÓN

Así, de entre todos los infectados, uno de cada cincuenta fue ingresado a un recinto médico por coronavirus en los 14 días posteriores a su test positivo. Entre los contagiados con la variante alfa, ingresaron el 2,2% (764 personas) mientras que, entre los infectados con la delta, fueron hospitalizados el 2,3 % (196).

Los científicos, además, analizaron una serie de factores que afectan a la predisposición personal para desarrollar síntomas graves de covid-19, como la edad, el origen étnico y la vacunación, tras lo cual calcularon que el riesgo de acabar hospitalizado se multiplicaba por 2,26 con la variante delta.

"Este estudio confirma hallazgos previos que apuntaban que en personas con la (variante) delta es significativamente más probable que se requiera hospitalización", afirmó Gavin Dabrera, coautor del estudio.

La revista científica enfatiza que múltiples estudios han mostrado que la pauta completa de vacunación "previene tanto la infección sintomática como la hospitalización, tanto para la variante alfa como para la delta".

En el caso de este trabajo, tan solo el 1,8% de los pacientes estudiados (794) habían recibido dos dosis de una vacuna, el 24% (10.466) estaban parcialmente inmunizados y el 74% (32.078) no habían recibido ninguna inyección.

No es un arma biológica

En otra artista relacionada con la pandemia, el viernes se conoció un resumen en el cual las agencias de inteligencia de EE.UU. descartaron que el virus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de covid-19, fuera diseñado como un arma biológica.

"Juzgamos que el virus no fue desarrollado como un arma biológica", afirman las agencias, que también descartan que el virus fuera el fruto de manipulación genética, como han afirmado -sin evidencia- sectores conservadores de EE.UU.

El informe, sin embargo, no llega a una conclusión definitiva sobre qué originó el virus y muestra que la inteligencia estadounidense sigue dividida entre dos hipótesis: que el virus pasara de un animal a un humano o que fuera producto de un accidente en un laboratorio.

Específicamente, cuatro agencias de inteligencia de EE.UU. creen que el virus tiene origen animal, aunque tienen una "confianza baja" en esa idea.

Mientras, otra agencia concluye con "confianza moderada" que el primer contagio fue producto de un accidente en el Instituto de Virología de la ciudad china de Wuhan, donde se detectó la enfermedad por primera vez.

El informe asegura que, para llegar a mejores conclusiones sobre el origen del virus, sería necesaria la colaboración del Gobierno chino, al que acusa de "resistirse" a dar información y de "entorpecer" las investigaciones.

No obstante, pese a las críticas a Pekín, Washington afirma que las autoridades chinas "no tenían conocimiento previo del virus antes del brote inicial".

43.338 personas que dieron positivo de covid-19 entre marzo y mayo de 2021 fueron incorporadas en la investigación.

4 agencias de inteligencia de EE.UU, de 5 existentes, concluyeron que el covid-19 no fue diseñado como un arma biológica.

Las "fake news" también pueden ser patrimonio de la Historia, se concluye tras la noticia de que una larga investigación, recién concluida, demostró que la presunta muerte por envenenamiento de Alejandro Farnesio, conocido como el "duque de Parma", en 1592, no fue tal, y que en cambio murió por una simple pulmonía.

Un estudio de la Universidad de Parma y del Departamento de Investigaciones Científicas (RIS) de la policía italiana, que se prolongó por más de un año y medio, cambió una verdad histórica respecto del personaje que dedicó su vida al servicio de la corona española.

En efecto, quien fuera sobrino del rey Felipe II y uno de sus hombres de confianza, gobernador de Flandes y héroe de la batalla de Lepanto, padecía gota y presentaba una fractura compuesta en el antebrazo derecho a causa de un disparo durante una batalla. Sin embargo, en absoluto fue envenenado.

Por más de 400 años, uno de los misterios no resueltos de la historia fue la muerte de Alejandro Farnesio: muchos no se convencieron que una sencilla neumonía se lo haya llevado, y por ello se comenzó a instalar el rumor de que pudo ser envenenado por alguno de sus numerosos enemigos que se fue haciendo, entre los cuales incluso se apuntó a Felipe II.

Investigación

A inicios de 2020 se exhumó del panteón de los duques de la iglesia de la Steccata en Parma, los cuerpos de Farnesio, considerado como un héroe militar del siglo XVI, y de su mujer, María de Portugal, para someterlos a exámenes durante 18 meses por parte de un equipo multidisciplinario que involucró a médicos forenses, dentistas, radiólogos, un antropólogo, para la reconstrucción de los rostros del soberano y su esposa, y un paleoantropólogo, para el estudio de los residuos óseos.

"El complejo trabajo confirmó lo que contaban los historiadores; no hubo envenenamiento", afirmó la profesora Rossana Cecchi de la Universidad de Parma, mientras que la representante del RIS Giada Furlan aseguró que se "puede excluir la intoxicación por metales, que era la más frecuente en ese momento".

"En cambio, en el antebrazo lesionado encontramos rastros de cobre y zinc entre el radio y el cúbito, atribuibles a los instrumentos quirúrgicos utilizados para quitar la bala y luego entre los huesos de la muñeca", añadieron.

Tras la publicación de los estudios, Alessandro Farnese y su esposa volvieron desde ayer a descansar en la cripta e la Iglesia de la Steccata.

1592 año en que murió el duque de Parma, presuntamente envenenado por uno de sus enemigos, lo que se demostró no era verdad.

2020 se inició una investigación conjunta entre la academia y la policía forense para demostrar la real causa de muerte del duque.