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más factible optar por mover la casa Lopetegui Mena y de esta forma mantener las casas como parte del eje General Lagos. Sin duda que cualquier obra de la magnitud de un puente generará cambios significativos a nivel barrial. Por el lado de Cochrane se espera un ensanche de la calle que de seguro no te permitirá estacionar el auto afuera de la casa. Asimismo, está contemplado un pequeño parque con un mirador que dará un valor distinto al lugar. O sea, indudablemente habrá cambios en la forma en que se está habitando el barrio, tanto por Cochrane, como por la Isla Teja donde además se esperan acciones de puesta en valor de restos arqueológicos", dice.
Y agrega: "Depende del punto de vista, el puente es un beneficio, pero también alterará la forma de habitar los sectores que históricamente no están habituados a mayores niveles de ruido y tránsito. Si a eso le sumas que se están levantando edificios en una zona de alto valor histórico, entonces se puede decir que el barrio está quedando acorralado".
Vivencia urbana
Que el acceso poniente esté en Los Pelúes implica intervenir el sector antiguo de la isla. Aquel que destaca por un relativo bajo flujo vehicular, por los almacenes de barrio y por ser parte del proyecto Circuito Cultural Huella Isla Teja que lideran Eduardo Galaz y Cristóbal Mc Intosh.
"El puente es necesario y nosotros no nos oponemos a su construcción. El tema de fondo para evaluar su impacto pasa más bien por analizar cómo se planifica una ciudad y la importancia real que se le puede dar a variables como la social, cultural y patrimonial. Considerar estos elementos sin duda que sirve para mitigar lo negativo que puede ser el acorralar un barrio que ya está altamente afectado por temas inmobiliarios. Lo que se viene entonces es ruido y alto tráfico en calles que no están preparadas para eso, donde viven familias que tampoco están habituadas a eso. Se trata básicamente de interrumpir la vivencia del espacio urbano, que es algo que tiene mucho que ver con la identidad de cada cual, de los vínculos sociales", explica Galaz.
El puente quedará próximo a la Población del Seguro Obrero, diseñada por el destacado arquitecto Luciano Kulczewski. Son viviendas que datan de 1940. Además se incrementará la circulación entorno a la Plaza Juan Garland, también conocida como "Plaza de los jubilados" donde alguna vez se celebró la Fiesta de la Primavera y las ramadas del Club Deportivo Teja Independiente.
"En ambos casos habrá una afectación directa de sectores de adultos mayores, a los que se les quitará la poca tranquilidad que les va quedando al vivir en la parte más antigua de un sector antiguo de la isla. Por eso insistimos que en ningún caso nos oponemos al desarrollo, pero exigimos un desarrollo que sea responsable e inteligente", agrega Galaz.
Acceso oriente
Por decreto N° 89 de 1991, el Consejo de Monumentos Nacionales estableció a la calle General Pedro Lagos como Zona Típica. Está dividida en dos segmentos y en el segundo, desde la intersección con Yerbas Buenas hasta Miraflores, es donde estará el acceso al nuevo puente.
La forma en que la estructura conectará con la calle es un elemento primordial para entender qué tanto afectará al conjunto en general de casas, veredas y al comercio.
La arquitecta Tirza Barría, especialista en estudios urbanos, académica de la Facultad de Arquitectura y Artes de la Universidad Austral de Chile, explica: "Lo interesante de proyectar es cómo el puente puede convivir morfológicamente con el entorno de General Lagos, lo cual se prevé será complejo. Hasta cierto punto la necesidad de un segundo puente hacia la Isla Teja es por el incremento, de sobremanera, del parque automotriz que ahora está congestionando al puente Pedro de Valdivia. Algo similar podría ocurrir con el Cochrane. Ese impacto será alto para aquellas viviendas de barrio, que poco o nada tienen que ver con el ajetreo y el alto ruido. Tarde o temprano el puente va a generar un proceso de reinversión inmobiliaria bien importante, en cualquiera de las dos orillas. Además, la movilidad social es inevitable, ya sea por la antigüedad de los barrios o por la simple necesidad de otras expectativas de vida. Es algo completamente natural y a veces esperable de que ocurra".
¿Y qué ocurre con la condición de Zona Típica? Barría, responde: "Aquello es un resguardo a la no construcción de edificios que pudieran afectar el paisaje urbano característico del lugar. Ciertamente el puente es una iniciativa de un impacto muy grande, por lo que se entiende que todas las unidades técnicas involucradas en su aprobación efectivamente han tomando los resguardos necesarios para asegurar una intervención más o menos controlada del sector. Si la zona gana o pierde con el nuevo puente, lo sabremos solamente con el paso del tiempo".
En ese sentido, la arquitecta cita el caso del puente Calle Calle que conecta con Las Ánimas a través de Avenida Pedro Aguirre Cerda. "En base al alto tráfico se esperaba, por ejemplo, que comenzaran a desaparecer las casas pequeñas y llegaran edificios de mayor tamaño. La reconversión de los bordes, aún no ocurre; y sí podría ocurrir en Cochrane porque tienen más cercanía con el centro histórico".
Traslado
A diferencia de Los Pelúes en Isla Teja, Barrios Bajos, al otro lado del puente, tiene predominancia de población joven y un marcado desarrollo del comercio.
En relación a ambos factores es que Tirza Barría espera que el puente Cochrane ofrezca un espacio efectivo para el traslado a pie o en bicicleta. "Ciertamente que se proyecta como un segundo puente Pedro de Valdivia, donde la gente camina y anda mucho en bicicleta, que son opciones entorpecidas por el alto grado de saturación que ha implicado tener durante mucho tiempo solo una vía para llegar desde el centro de Valdivia a la Teja", dice.
"Habrá una afectación directa de sectores de adultos mayores, a los que se les quitará la poca tranquilidad que les va quedando al vivir en la parte más antigua de un sector antiguo de la isla".
Eduardo Galaz, Circuito Cultural, Huella Isla Teja
18 son los lotes afectos a una expropiación que fue autorizada en agosto pasado. El proceso se extenderá durante todo lo que queda del año y en 2022 iniciarán las obras del puente.
49 mil 990 millones de pesos es la inversión que hará el Minvu en el proyecto. Será el segundo puente en conectar el centro de Valdivia con la Isla Teja tras el Pedro de Valdivia.
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