Los socialdemócratas alemanes de Olaf Scholz lograron en las elecciones de ayer domingo una mínima ventaja sobre los conservadores de Armin Laschet, "sucesor natural" de Angela Merkel, que sufrieron una gran pérdida de votos, mientras el escaso margen deja muy poco claro quién gobernará el país, según el conteo provisional de votos.

El margen de hasta cinco puntos con el que llegó en los últimos días a los comicios Scholz quedaron reducidos a apenas un punto, según el conteo a horas del cierre.

En tanto, los conservadores de la alianza entre la Unión Cristianodemócrata (CDU) y sus aliados de la Unión Socialcristiana (CSU), que partían como líderes del Gobierno de gran coalición presidido durante los últimos cuatro años por Merkel, no pudieron evitar una fuerte baja de votos. Mientras Scholz vio "claro" que tiene el encargo de ser el próximo líder del Gobierno en Berlín, Laschet se rehusó a conceder que no será líder del nuevo Ejecutivo. "Quien quiera ser canciller tiene que lograr unir varios grupos parlamentarios. En Alemania no siempre el partido mayoritario ha sido el que elige al canciller", dijo.

Sin embargo, Scholz se mostró confiado y se aventuró a pronosticar que el acuerdo de Gobierno se alcanzará "antes de Navidad". Hasta entonces Merkel seguirá cumpliendo con las tareas de Gobierno.

Según el escrutinio inicial los socialdemócratas lograban (hasta el cierre de esta edición) un 25, 9% de los votos, seguido del 24,1% de los conservadores, mientras que Los Verdes figuraban con 14,7%, un 11,5% era para los liberales y 10,4% para los ultraderechistas de Alternativa para Alemania (AfD).