Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

Eduardo Ernesto López Montes: En el corazón y la memoria de su familia

E-mail Compartir

Eduardo Ernesto López Montes nació en Santiago el 14 de octubre de 1934 y abandonó la vida terrenal el 22 de octubre de 2006, a los 72 años de edad. Abrazó la labor de carabinero y en el año 1985 llegó a Valdivia, junto a su esposa Yolanda Núñez Gallardo y sus tres hijos: Yéssica, Mauricio y Alejandro, transformándose la ciudad del Calle Calle en la cuna del hogar familiar. En Valdivia jubiló como suboficial mayor. Al cumplirse 72 años de su nacimiento y a pocos días del 15° aniversario de su partida hacia el Más Allá, su familia lo recuerda por tres acciones: "En el antejardín cuidando sus rosas, sentado en la mesa o en el sillón viendo las noticias. En todas ellas estabas siempre pensativo, observando el entorno y pendiente de los detalles". Su hijo Alejandro agrega que "fue el 22 de octubre de 2006 cuando sorpresivamente nos dejaste. El dolor fue tremendo, casi paralizante y a pesar de que en un principio las cosas se veían cuesta arriba, con mi madre y hermanos aprendimos a convivir con tu ausencia, siempre recordándote con cariño, viviendo con la misma intensidad en nuestras mentes y corazones". A pocos días de la fecha de su fallecimiento, la imagen de Eduardo López Montes sigue con su familia, "no sólo en la foto pegada en la pared, sino en nuestras acciones, pues durante el tiempo que estuviste con nosotros -junto a mamá- nos enseñaste a cuidarnos, a querernos como familia y por sobre todo a tenernos el uno al otro, sin importar las adversidades. Hoy en 2021, la familia creció, se sumaron más nietos a Gonzalo, Daniela, Maura y Camila a quienes en vida conociste. Ahora están Maximiliano y Florencia, quienes si bien te conocen solo en fotos, sabrán de tu calidad humana y de lo bueno que fuiste como esposo, padre y abuelo. Sabrán de una persona preocupada de su familia, la cual siempre estuvo primero, de que nunca les faltara nada, ni en lo económico y menos en lo afectivo", agregan. Extrañado por su familia desde el primer día de su partida, Eduardo Ernesto López Montes vive en los corazones y la memoria de sus seres queridos. Su cuerpo descansa en el Cementerio Parque Los Laureles.

72 años de edad tenía Eduardo Ernesto López Montes al momento de su deceso, el 22 de octubre de 2006 en Valdivia Nació en Santiago, el 14 de octubre de 1934.

Los primeros puestos

E-mail Compartir

Dos discípulos le piden a Jesús ocupar los primeros puestos (Mc 10, 35-45) en el reino anunciado por el mismo Jesús. Es fuerte pensar que justo antes de esta petición, Jesús ha anunciado por tercera vez su Pasión, o sea, es un contraste entre la cruz de Jesús y los deseos de poder de sus discípulos.

Contrasta aún más la forma de hacer la petición: "Queremos que nos concedas lo que te vamos a pedir", porque es lo contrario de un discípulo que busca seguir a Jesucristo, que está a la escucha de su Palabra, que está disponible a la voluntad del Padre.

Ellos no sólo buscan los primeros puestos, sino que además quieren imponer su propia voluntad.

Jesús responde con una afirmación: "No saben lo que piden". No han hecho los discípulos una reflexión profunda, no han hecho un discernimiento sobre lo que significa seguir al Señor, no han logrado captar el mensaje de Jesús, a pesar de llevar ya un tiempo de seguimiento junto a él.

Debemos asumir el destino de Cristo a través del bautismo y de la Eucaristía (beber su cáliz), que nos colocan en el verdadero seguimiento de Jesús, que no es el de los "primeros puestos", sino que es un camino de humildad y servicio.

Aquí quedan reflejados el modo de pensar y hacer del hombre y de Dios, mientras el primero busca grandezas, glorificación y auto exaltación, basados en la soberbia y el orgullo.

Dios se abaja, se humilla, desciende a nosotros, en la creación, la encarnación y el Misterio Pascual.

Este es el camino que la Iglesia quiere retomar, especialmente en estos tiempos en que se quiere profundizar en el "caminar juntos como Pueblo de Dios", integrando a todos y aunando esfuerzos y acciones en la Misión (sinodalidad) y con el ejercicio comunitario de descubrir los signos de los tiempos, a partir de la Palabra de Dios (discernimiento).

Verónica Aguilar Pereira: Dejó un gran recuerdo en San José

E-mail Compartir

Verónica Aguilar Pereira fue una mujer que destacó siempre y es recordada por su espíritu generoso, alegría y cordialidad. "Tina", como la llamaban cariñosamente, nació el 9 de junio de 1971 en San José de la Mariquina y era la tercera de seis hermanos. Sus padres fueron Arnoldo Aguilar Garcés y María Pereira Santos, también progenitores de Pilar, Miguel Verónica, Isabel, Rosamel y Cristián. Luego de cumplir con su enseñanza básica y media, en 1987 ingresó al Instituto Profesional Vicente Pérez Rosales, donde estudió Técnico en Turismo y una vez titulada, se incorporó a la Municipalidad de Mariquina, donde al poco tiempo se desempeñó como encargada del departamento de Turismo y Cultura. Con el paso de los años asumió como encargada de la oficina municipal de Cultura. En el año 2001 contrajo matrimonio con José Antonio Zurita, de cuyo vínculo nacieron dos hijos: Felipe y Amparo, quienes hoy prolongan los valores y enseñanzas entregados por su madre. A la vez, como un homenaje a su memoria y contribución al quehacer cultural de la comuna de Mariquina, fue inaugurado el Salón Verónica Aguilar en la Casa de la Cultura y las Artes de San José, el cual está abierta al público como sala de exposiciones. Además, todos los años y desde su partida se celebra el Festival de la Cultura y las Artes Verónica Aguilar, a través del cual se le recuerda con música, exposiciones de artes visuales y también artesanía. Verónica Aguilar Pereira falleció el 19 de octubre de 2015 y a seis años de su partida, su familia la recuerda con amor y señala: "Donde está, cuida de sus hijos y familia, como siempre lo hizo. Estaba presente en cada momento y preocupada de cada detalle, de que no falte nada. La recordamos alegre, sonriente, amable, buena amiga y preocupada de los demás. Si hay que definirla con una palabra, esa es amor". Verónica Aguilar Pereira falleció el 19 de octubre de 2015 y este martes, sus familiares, amigos y colegas la recordarán con una misa en la iglesia parroquial de San José de la Mariquina.

19 de octubre de 2015 se marchó para siempre Verónica Aguilar Pereira, profesional ligada estrechamente al desarrollo de la cultura en San José de la Mariquina.