Conciencia sobre educación inicial
Aunque se rechazó el proyecto de kínder obligatorio, es preciso crear conciencia en las familias sobre la enseñanza temprana. También es preciso que se valide el juego como forma de aprendizaje eficaz y que las familias se involucren para el estímulo temprano de la curiosidad...
La seremi de Educación Bárbara Agüero destacó hace pocos días la necesidad de priorizar la educación inicial. En una entrevista con Diario Austral y www.soyvaldivia.cl indicó que si ella pudiera elegir una medida para enfrentar los problemas de desigualdad y calidad que debe superar el país, escogería reforzar el trabajo desde la primera infancia, pues lo que se vive y aprende antes de cumplir los seis años de vida, da bases para el desarrollo futuro.
Esa apreciación de la seremi es transversalmente compartida. Políticos, académicos, dirigentes sociales, líderes de opinión, todos coinciden en que ahí está la clave para construir verdadero desarrollo y superación de la pobreza. Sin embargo, se aprecian ambigüedades como el reciente rechazo parlamentario al veto que conduciría a convertir al kínder en obligatorio, evitando que un curso tan importante siga siendo considerado como "voluntario".
Al margen de esa determinación -políticamente buscarán soluciones, aseguran distintos actores- se debe sumar voluntades para terminar con la llamada "condena de cuna", esa que limita a las personas por las condiciones en las cuales nacieron. Y es urgente, pues solamente un 37% de los establecimientos educacionales municipales ofrece kínder actualmente; lo cual implica que al llegar a primero básico, los alumnos y alumnas lo hacen con herramientas dispares.
Se debe, entonces, disminuir distancias. Pero no solamente abriendo espacios, sino estimulando que los pequeños concurran periódicamente a sus clases. En Los Ríos este es un tema a considerar, pues aquí se marca uno de los índices de asistencia pre escolar más bajos de Chile, con un promedio de 58% de llegada diaria a las aulas, mientras que el nacional es 75%.
Para cambiar eso habría ayudado la obligatoriedad.
Pero aún sin ella, se hace urgente que la comunidad comprenda la importancia de la educación temprana; pero también que valide el juego como una forma de aprendizaje eficaz y que las familias se involucren para entregar adecuada estimulación temprana de los sentidos, de la capacidad de maravillarse y de indagar. "Necesitamos un cambio cultural para valorar la enseñanza desde la primera infancia ", dijo también la seremi Agüero y tiene razón. Mucha.