Ordenamiento del comercio ambulante
Se acerca el verano y la cantidad de ventas informales crece en las calles y costanera de Valdivia. Hay planes para regularlo. Emprendedores, cesantes, adultos mayores, migrantes, llenan espacios ofreciendo productos. Sus realidades son un tema que se debe abordar...
Un plan especial para ordenar las actividades en la Costanera de Valdivia llevará adelante la municipalidad. Primero trabajarán para este verano que ya comienza y, luego, proyectan ideas hacia 2023, para dar un sello especial al principal paseo peatonal de la capital regional.
El desafío asumido no es menor. Sobre todo por la gran cantidad de comercio ambulante que ha proliferado en esa zona en los últimos meses, como una actividad de subsistencia para muchas familias golpeadas por la cesantía; para migrantes, adultos mayores y emprendedores que ven ahí alta afluencia de público y una oportunidad de subsistencia. No olvidemos tampoco que la región tiene una de las cifras de informalidad laboral más altas de Chile, con un 33%.
Atender a esas realidades es un deber social desde la autoridad y se comprende la tolerancia hacia ella. Pero no basta. La venta callejera tiene otras aristas más complejas, de larga data, no solamente gatilladas por la crisis sanitaria. Y son similares en todo el país. El "Estudio del Comercio Ambulante no autorizado y sus Implicancias en la Seguridad Ciudadana" realizado por la Cámara Nacional de Comercio (CNC), estableció ya en 2017 un perfil de quienes ejercen esta actividad y sugirió políticas públicas no solamente aplicables por los municipios, sino de manera integral por servicios estatales, instituciones de seguridad y cooperación comunitaria.
El análisis indica que la mayoría de los vendedores lleva años en las calles y que se mantienen en tensión con el comercio establecido, pero muchas veces se proveen desde él (www.cnc.cl). Además, se vinculan "solidariamente" con la percepción del público ("tienen derecho"; "venden más barato"; "hay que ayudarlos"). Respecto de la formalización, muchos dicen que es costosa o compleja de obtener. Este punto es importante de señalar, pues en Valdivia durante años ha existido una política de entrega de permisos gratuitos para las temporadas estivales; sin embargo -de acuerdo a constantes informes de prensa- la demanda de ellos excede a la cantidad que el municipio puede proporcionar.
Las reuniones de las autoridades con los trabajadores y los gremios; la coordinación con distintas instituciones puede traducirse ahora en soluciones de largo plazo para ello. Es de esperar que así se logre.