"Nuestra sede social, la cancha y el gimnasio son objetivos de trabajo"
EXPERIENCIA. Dirigente deportivo también fue educador en la Fundación Mi Casa y el Sename.
En el fútbol amateur valdiviano, hablar de Héctor Aliro Silva Santana es sinónimo de Atlético Merino, el club del rojo y negro nacido el 7 de noviembre de 1986, tras una separación del Unión Teniente Merino. Silva fue el primer presidente del Atlético, creador de su escuela de fútbol y cumple su tercera etapa al mando de la institución. A los 68 años de edad, y como hace 35, vive y se desvive por el club de sus amores.
El Atlético Merino compitió hasta el año 2000 en la Liga Ucodeval, pero quería apuntar más alto y luego de ganar un premio de 800 mil pesos en el corso fluvial de la Noche Valdiviana, invirtieron ese dinero en trámites y costos para incorporarse a la Asociación de Fútbol de Valdivia. "Es lo mejor que pudimos hacer. El crecimiento de la institución fue constante", asegura Silva y recuerda que el club ha sido tres veces campeón amateur valdiviano en serie de Honor, una vez campeón regional adulto (2018) y mantiene un semillero pródigo en la formación de niños y jóvenes jugadores para las series adultas. También, el Atlético es la cuna futbolística del seleccionado nacional Víctor Méndez.
Pero, su historia personal también habla de un hombre que ha dedicado gran parte de su vida a la educación. Primero fue en la Fundación Mi Casa y luego en el Sename. Además, es miembro de la Agrupación y la Corporación Parque Urbano Catrico.
En su trabajo como educador, ¿cómo fue esa experiencia?
-Me gustó mucho más la etapa de la Fundación Mi Casa, porque pude realizar un trabajo más integral. Abarcaba todas las áreas, desde el aspecto emocional, que era el más importante, hasta el espiritual, cultural, deportivo, una educación integral. Fue un trabajo muy bonito y guardo muy buenos recuerdos de esa etapa. Incluso, mucha de la relación con esos jóvenes se ha mantenido con el tiempo.
¿Y su labor en el Sename?
-El trabajo con jóvenes infractores de ley es muy difícil, tenso y está estigmatizado. La gente piensa que quienes trabajan ahí están mal, pero es el sistema el que está mal estructurado desde su fundación. La gente que trabaja hace lo imposible por sacar la pega y por tener actividades con los jóvenes, incluso con recursos propios. Allí trabaja muy buena gente y me da lata cuando se habla del Sename como algo negativo.
¿Cómo han trabajado en el Atlético Merino durante la pandemia?
-Si bien la mayor parte de nuestro periodo ha sido bajo pandemia, eso no significa que no hayamos tenido actividad. Nos mantuvimos reunidos online y generando recursos, por lo tanto el reinicio del fútbol nos pilló bien preparados, porque tenemos socios y no hubo gastos. Se pagó deudas, al club había que sacarlo adelante y esos objetivos se han cumplido.
A propósito de objetivos institucionales, ¿cuáles son los más inmediatos del Atlético?
-Durante este tiempo hemos trabajado en tres proyectos. El primero es para tener nuestra sede social; hace poco el Serviu nos entregó el comodato de un terreno y estamos en la etapa de poder cerrar para instalar alguna infraestructura y después construir. El segundo se relaciona con el Parque Urbano Catrico, donde junto al Unión Teniente Merino esperamos tener un espacio. Presentamos en conjunto una propuesta de uso o de la figura legal que corresponda, basándonos en el compromiso del Serviu cuando nos pidieron el terreno donde teníamos cancha. Nuestro objetivo es que una de las dos canchas que habrá en el Parque se utilice para el fútbol formativo y competitivo de Anfa, quedando la otra para el sector recreativo.
¿Y el tercero?
-Queremos ser parte de la administración del gimnasio Rubén Darío, que originalmente estuvo a cargo de un centro juvenil y que luego asumió la municipalidad. Después, la junta de vecinos y el club solicitamos el espacio, que estaba destrozado, lo arreglamos en conjunto y por un asunto legal, el comodato lo tiene la junta vecinal y nosotros pasamos a depender de la directiva que esté de turno. En este momento estamos en el trámite de regular que tanto la junta de vecinos como el club, seamos parte de la administración.
¿Qué opinión le merece el fútbol valdiviano actual?
-Me gustaría que tenga una sola organización. He formado parte de tres comisiones para lograrlo y todas han fracasado. Los jugadores son los mismos en diferentes ligas, pero sigo pensando que se puede tener un solo organismo (Anfa) y sería por el bien del fútbol valdiviano. Tampoco puedo dejar pasar la relación que debe tener Deportes Valdivia con los clubes amateur. No nos oponemos a que los jugadores lleguen allá, pero que haya acuerdos para que quienes no participan en los campeonatos puedan jugar por sus clubes de origen, porque Deportes Valdivia se apropia de ellos y aunque no los inscribe ante la ANFP, tampoco los podemos utilizar. Y lo tercero es que en los campeonatos que organiza la municipalidad, entrega recursos a organizaciones que son privadas y con fines de lucro, en vez de privilegiar esa inversión en las escuelas de fútbol de los clubes federados. Son situaciones en las cuales, nadie le pone el cascabel al gato.
"En la Fundación Mi Casa pude realizar un trabajo más integral... guardo muy buenos recuerdos de esa etapa...".
Héctor Aliro Silva, Dirigente deportivo y ex educador