Más allá de los resultados de la jornada de ayer, el proceso vivido merece ser destacado, porque marca el inicio de una nueva etapa en la historia del país y reafirma una alta valoración de la democracia (ver páginas 2 a la 14).

Con claridad, los electores fueron los protagonistas. Pero el desarrollo del día en cada uno de los 2.700 locales de votación repartidos en todo Chile, no habría sido posible sin el esfuerzo coordinado de efectivos de seguridad, funcionarios públicos y los equipos del Servicio Electoral y su personal de enlace (PESE).

Mención aparte merecen los ciudadanos que asumen roles especiales. En primer lugar los vocales, que ayer sumaron 46.639 personas; de las cuales 3.563 se desempeñaron en las 1.100 mesas de Los Ríos. Y en segundo término, es necesario destacar a los más de 15 mil facilitadores desplegados a lo largo del país.

Este último grupo es de reciente aparición en el escenario electoral nacional. Trabajó por primera vez durante el Plebiscito de 2020 y, desde entonces, se ha convertido en una pieza importante considerando la situación de pandemia en que se ha desarrollado la intensa actividad electoral de los últimos dos años.

Se trata de particulares que reciben un promedio de 70 mil pesos como retribución por su labor del día y que deben cumplir requisitos (mayor de 18 años, sin militancia política, ni antecedentes penales), además de capacitarse. Las primeras postulaciones para ejercer estas funciones se hicieron en septiembre del año pasado y el Servel recibió entonces más de 150 mil solicitudes; diez veces más de los cupos disponibles.

En promedio ha habido cinco facilitadores por cada local a nivel país -en Los Ríos corresponden 485- principalmente jóvenes, quienes han cumplido con la prevención, informar, colaborar con personas que lo requieran y hacer más expedito el ejercicio de concurrir a sufragar, sobre todo ordenando filas en los momentos de mayor aglomeración.

Su presencia ha sido positiva en esos aspectos prácticos inmediatos; pero también desde la perspectiva de sumar sociedad civil en la actividad básica del ejercicio democrático. Mirado así, quizás resultaría favorable que este esquema se mantuviera en el tiempo, como herencia positiva de la dura crisis sanitaria.

Con un poco más de cinco meses de funcionamiento de la Convención Constitucional, y el tiempo corriendo rápidamente, es necesario insistir en los mecanismos de participación ciudadana que se implementarán, y sobre todo los que se encuentran vigentes y disponibles para que la ciudadanía sea parte (insisto) de este proceso, e incida en que las posturas internas concuerden con la realidad de nuestro país.

Las audiencias públicas fueron el primer mecanismo implementado, en el cual lamentablemente no se pudo recibir a todos los que se inscribieron para exponer, siendo cada comisión, quien mediante criterios y el azar, determinaba a quién se escuchaba.

El segundo mecanismo habilitado, y para mí hoy uno de los más relevantes, es la Iniciativa Popular de Norma, que permite a la ciudadanía proponer una norma constituyente, con articulado y argumentación sobre el mismo, en la plataforma https://iniciativas.chileconvencion.cl.

Esta iniciativa debe pasar la admisibilidad, la cual es de forma, si es claramente de carácter constitucional o no, y que no contravenga ningún tratado Internacional de Derechos Humanos que haya sido ratificado por nuestro país. Luego, dicha propuesta pasa a ser pública, y debe lograr 15.000 firmas de ciudadanos, que provengan por lo menos de cuatro regiones, para que pase a ser discutida en la comisión pertinente, y de ser aprobada pase al pleno de la Convención Constitucional para su deliberación y votación.

Hoy, hay 195 Iniciativas Populares de Norma publicadas, y las tres que más apoyo tienen (hasta ahora) son las siguientes: Derecho a la educación, derecho y deber preferente de los padres, y libertad de enseñanza (2000). Iniciativa popular por una educación libre y diversa (1500).Confesiones religiosas quieren contribuir con la CC: Proponen texto sobre la libertad religiosa y de conciencia en una nueva constitución (1300) Cada semana se publicarán nuevas iniciativas, y se tiene hasta el 6 de enero para hacer nuevas propuestas, hasta el 1 de febrero para reunir las 15.000 firmas, y cada persona puede firmar siete iniciativas como máximo.

La invitación es a presentar propuestas de normas, y/o respaldar mediante la firma, las que consideren que deben ser discutidas sí o sí en la Convención.

Felipe Mena

Convencional por Los Ríos