¿Cómo marcó su vida haber sido Reina de los Ríos?

-Partamos de la base, que este concurso que tiene más de 100 años, es el más antiguo de Sudamérica, entonces es un icono histórico. Cuando gané, ese año fui de corresponsal al Festival de Viña del Mar, porque trabajaba en la Radio Pilmaiquén y Radio Los Torreones, en ese tiempo teníamos un grupo donde hacíamos las obras sociales y teníamos programas de radio. En Viña se acercaba la gente a preguntarme y tomarse fotos. Me llamó la atención que hasta gente de Perú supiera del concurso que se hacía en Valdivia.

¿Qué actividades realizó durante su reinado?

-De todos mis recuerdos, hablando específicamente del verano, la más emotiva en la que me tocó participar, fue cuando a la Reina de Los Ríos le toca ir a la cárcel, porque tú no sabes cómo las personas que están privadas de libertad, con una realidad tan diferente a la que tu estás viviendo en ese momento, te van a recibir y por ejemplo, las señoras tenían un corazón en el patio de mujeres, hecho con pétalos de rosas donde habían escrito mi nombre. Conversé con hombres y mujeres en esa instancia, que fue lo que me motivó en años posteriores a visitar gente que esta en la cárcel.

¿Qué aspectos potencia el concurso en las participantes?

-Es algo que despierta en las jóvenes que han tenido la posibilidad de participar en el Reina de Los Ríos, una veta más social, abren los ojos a otras realidades y si tu tenías ya el interés por lo social, lo potencia mucho más.

Su hija Evelyn Quezada fue Reina de Los Ríos centenario en 2017, al conocer en primera persona el concurso, ¿Cree que cambió la esencia del certamen?

-Lo que ella me relata es exactamente como lo que viví yo. Aunque pasaron muchos años de diferencia, en sí, fue exactamente como si el tiempo se hubiese detenido, porque ella vivió las mismas experiencias mías, incluso en lo social, porque trabajó con los hogares de niños y ancianos durante todo el año. En diciembre, por ejemplo, los niños de los hogares pasearon por el río, gracias a las donaciones de dueños de embarcaciones, esa fue la última actividad que realizó en diciembre recuerdo.

¿Cuál cree que son los hitos del proceso del concurso?

-Los shows de coronación son un tremendo atractivo y no porque vaya un artista, porque en todas las comunas del país hay shows de artistas, sino que la coronación tiene un peso histórico y una magia especial. Aparte de lo social y de ser embajadora de la ciudad más bonita de Chile, tiene un peso enorme y es un orgullo ser reina, porque tu representas a la mujer valdiviana y eso es hermoso, la gente es tan acogedora con las reinas.

El concurso se ha ido adaptando a los cambios sociales, ¿cómo percibe esas modificaciones?

-Cuando mi hija fue candidata a reina, creo que fue el último año donde usaron traje de baño, por ejemplo, lo que me parece súper bien. Se pueden ir modificando algunos aspectos, porque uno tiene que potenciar las cosas que realmente tienen valor, destacando como seres humanos, como el cambio de que empezaran a postular jóvenes que tenían hijos, que también era una condición que se modificó, lo que me pareció excelente.

¿Qué le gustaría que ocurriera con el concurso?

-Espero que continúe el concurso, que es parte de la cultura valdiviana y realza a la mujer valdiviana. Que se hagan modificaciones, quizás respecto al presupuesto destinado, pero que no se termine. Creo que se podría recurrir a auspiciadores, como se hacía mucho en mi época, para que los recursos no sean en su totalidad aportados por el municipio.

Qué piensa sobre el anuncio del fin del concurso?

-Es cortar o acabar de un pincelazo con muchas oportunidades que se le pueden abrir a muchas jóvenes valdivianas y que pueden vivir todo lo maravilloso que yo viví y que he vivido hasta ahora, porque una es reina de una semana, pero sigue siendo reina, porque la gente siempre te busca; a mí me siguen buscando para ser jurado de distintos certámenes por ejemplo. Hasta el día de hoy he recibido ayuda para apoyar familias que lo necesitan, por ejemplo. Siempre abre puertas y más cuando tú tienes como misión ayudar a los demás.

¿Cree que la decisión no fue la más acertada?

-Yo creo que es insólito, porque este tipo de cosas, como este concurso está arraigado en la historia de la ciudad, que tiene más de 100 años. No pueden llegar y sacarlo así como así, sin una consulta ciudadana como mínimo, como ha ocurrido en otras comunas, donde se han decidido cosas, pero los alcaldes han hecho consultas ciudadanas.

En los tiempos que estamos viviendo, uno tiene que potenciar las cosas positivas y si nosotros vivimos en democracia, tiene que haber cabida para todo y todos, y si faltan, crearlas, pero no sacar cosas que son parte de la historia de la ciudad.